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Un adiós con deseos de paz

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Barack Obama en el sepelio de Shimon Peres. Foto: Reuters
U.S President Barack Obama touches the flag-draped coffin of former Israeli President Shimon Peres, after eulogising him at his funeral ceremony in Mount Herzl cemetery in Jerusalem September 30, 2016. REUTERS/Kevin Lamarque TPX IMAGES OF THE DAY ISRAEL-PERES/
KEVIN LAMARQUE/REUTERS

El israelí Netanyahu y el palestino Abbas se dieron el primer apretón de manos en 6 años.

El presidente estadounidense, Barack Obama, y decenas de dirigentes del mundo entero rindieron ayer viernes en Jerusalén un último homenaje a Shimon Peres, con la esperanza de que perduren sus sueños de paz.

El féretro fue enterrado en el cementerio del monte Herzl de Jerusalén, a unos metros de donde reposa otro Nobel de la Paz, Isaac Rabin, el primer ministro asesinado por un judío extremista.

Las exequias de Peres, fallecido en la noche del martes a los 93 años, fueron un vibrante homenaje a uno de los fundadores del Estado de Israel e impulsor de los acuerdos de Oslo que debían allanar el camino a la paz con los palestinos.

La presencia de Obama, de sus homólogos francés y alemán, del príncipe Carlos, del rey de España, e incluso del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, dan cuenta del inmenso respeto hacia Peres, con 70 años de carrera política, en todos los puestos: de primer ministro a ministro de Defensa, de Relaciones Exteriores a presidente.

En su elogio fúnebre, Obama saludó a un hombre que trabajó con nueve presidentes estadounidenses antes de él y que le recordaba otros "gigantes del siglo XX", como "Nelson Mandela" o "mujeres como su majestad la reina Isabel".

"Sé, a partir de mis conversaciones con él, que su búsqueda de la paz nunca fue ingenua", comentó Obama sobre Peres.

Sueño sin realizar.

Obama comenzó sus palabras, que escuchaban Abbas y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, sentados en la primera fila, con la constatación de que la paz por la que soñaba Peres sigue siendo una "tarea inacabada".

Dijo que la presencia de Abbas "es un gesto y un recordatorio del tema no acabado de la paz"; fue el único orador que hizo alusión a la presencia del líder palestino.

Peres estaba convencido de que la seguridad a la que aspira Israel pasa por la paz con los árabes, y la creación de un Estado palestino, dijo Obama.

"Por supuesto (...) sabemos que Shimon nunca vio concretado su sueño de paz", agregó, cuando la perspectiva de la independencia palestina parece más alejada que nunca. Obama no ahondó y concluyó en hebreo con un Toda raba haver iakar ("gracias, querido amigo").

"Sus detractores le reprocharon seguido ser un soñador ingenuo y exageradamente optimista", dijo el expresidente Bill Clinton, que presidió en 1993 el histórico estrechón de manos de los enemigos israelí y palestino en la firma de los acuerdos de Oslo.

"Estaba equivocado solo en lo que concierne a la ingenuidad. Sabía exactamente lo que hacía al ser exageradamente optimista", agregó, y recordó, emocionado, que hacía 21 años asistió en el mismo lugar al entierro de "otro amigo", Isaac Rabin.

El "sueño" de Peres estuvo presente en todas las intervenciones, que alabaron también su optimismo, su fe en el futuro, la juventud y la innovación, su carisma y su humor.

Peres, que murió por un accidente cerebro-vascular, era el último sobreviviente de los tres galardonados con el Nobel de la Paz en 1994 por el primer acuerdo de Oslo. El israelí Rabin, asesinado en 1995, y el palestino Yaser Arafat, fallecido en 2004, fueron los otros dos premiados.

El acuerdo sentaba las bases de una autonomía palestina y ofrecía una esperanza, hoy bien lejana, de resolver el conflicto israelo-palestino.

Ayer tampoco había indicios de que la inusual visita a Jerusalén de Abbas y las palabras amables que intercambió con Netanyahu lleven a un cambio en el estancado proceso de paz.

Netanyahu y Abbas no han tenido conversaciones cara a cara desde 2010. Abbas resolvió asistir al funeral de Peres para lo que tuvo que hacer un corto trayecto en automóvil desde Ramallah, en la ocupada Cisjordania, pasando por puestos de control del Ejército israelí.

"Mucho tiempo, mucho tiempo", le dijo Abbas a Netanyahu después de estrechar su mano. Mientras asistentes grababan el momento en sus teléfonos móviles, Netanyahu respondió: "Es algo que aprecio mucho en nombre de nuestro pueblo y de nosotros".

Al participar en las exequias, Abbas "traiciona la sangre palestina derramada", denunció Hamas en un comunicado. En la franja de Gaza, dirigida por el movimiento islamista palestino, decenas de militantes quemaron banderas israelíes, así como retratos de Netanyahu, de Peres y de Barack Obama.

También sectores de Al Fatah, el partido de Abbas, criticó su viaje a Jerusalén.

Con la lectura de los Salmos y del "Kadish", el rezo hebreo para los difuntos, se dio por concluida la ceremonia religiosa de inhumación de los restos de Peres, que habían sido trasladados desde la Knesset (Parlamento).

El féretro fue depositado, con bolsas de "tierra de Jerusalén", en el sector de los Grandes entre las Naciones.

Netanyahu pronunció el principal discurso de elogio fúnebre por "el espléndido Shimon Peres, un líder de nuestro pueblo, un líder a nivel mundial".

"Israel está dolorido, el mundo lo está. Hizo cosas increíbles para garantizar nuestro potencial de defensa, pero en paralelo realizó todo lo posible por alcanzar la paz con nuestros vecinos", dijo Netanyahu al cerrar la ceremonia.

Barack Obama en el sepelio de Shimon Peres. Foto: Reuters
Barack Obama en el sepelio de Shimon Peres. Foto: Reuters
El eterno femenino de una imaginativa pintora
Benjamin Netanyahu despidió al expresidente y premio Nobel de la Paz. Foto: AFP

SHIMON PERESAFP, REUTERS, ANSA

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