CIENCIA

A un año y medio del comienzo de la pandemia de coronavirus, las vacunas ya se están distribuyendo en varias partes del mundo y dan buenos resultados. Sin embargo, no todos los países pueden acceder a vacunas y el proceso es largo. Uno de los grandes desafíos al que se enfrentan los científicos hoy, es poder encontrar medicamentos para tratar la enfermedad.

Se ha hablado de distintos fármacos que podrían funcionar para el coronavirus. Pero no fueron creados específicamente para tratar el COVID-19 sino que ya existían para tratar otras enfermedades.

Que se trate de un medicamento que ya existía en el mercado no quiere decir que pueda usarse para tratar cualquier enfermedad, para eso es necesario estudiarlo. Los beneficios de testear medicamentos ya aprobados para otras patologías son poder ahorrar tiempo y dinero al eliminar algunas fases del proceso de creación.

El estudio Recovery, que lleva adelante la Universidad de Oxford y es financiado por distintas organizaciones, entre ellas la Fundación Bill y Melinda Gates, puso en marcha en noviembre de 2020 varios ensayos clínicos para testear distintos medicamentos que se creía que podían ayudar a los pacientes de COVID-19 en estado grave.

La semana pasada el ministro de Salud Pública Daniel Salinas anunció que en Uruguay se autorizó el uso del Tocilizumab para pacientes graves. El uso está autorizado en hospitales, para determinados casos de covid y con protocolos muy específicos. No está autorizado su uso sin ser recetado. Más en este video.