La osa del zoológico de Durazno tiene casi 30 años y vive sola; el macho de la especie murió hace ya veinte años. Su añeja jaula con fosa y estanque, vetusta y poco espaciosa, tiene medio siglo y es hora de modificarla, agrandarla, dicen las autoridades del zoo duraznense "Washington Rodríguez Piquinela", ubicado en el acceso Sur a la ciudad por Ruta 5.

"No más jaulas con barrotes de hierro, eso es lo que queremos para el zoológico", dijo el intendente de Carmelo Vidalín, en un preciso pedido a los técnicos de la intendencia, para que los diseños que se presenten para las futuras obras contemplen, de alguna medida, espacios abiertos para animales en régimen de semicautiverio, como los que hay en el zoológico para los tigres y leones por separado.

El proyecto de ampliación del lugar para osos —contemplado en el presupuesto quinquenal de la Intendencia— apuesta a dotarlo de mayor extensión y visión panorámica, incluyendo un puente, una cascada de agua, pasto, arbustos y una reforma y ampliación de la jaula. "Abarcaría una superficie de 30 metros de largo por 20 de ancho, lo que triplica la actual", explica indicando el lugar, Alejandro Petutto, director de Servicios y Medio Ambiente de la Intendencia.

La osa presenta un buen estado de salud y conservación y se maneja la posibilidad de anexarle un macho, aunque no existen ejemplares en el Uruguay, dijo la doctora veterinaria de la comuna de Durazno, Mónica Acuña.

Otro de los atractivos del departamento es la hipopótamo "Pancha", que según dijeron las autoridades presenta un excelente estado general. Visitada de forma permanente, su lugar de radicación es un amplio predio natural con cerco perimetral, que incluye una aguada y arboleda, en un sitio entre el zoológico y el Parque de la Hispanidad.

La tarea que se viene desarrollando, de la que participa activamente Luis Iturria Cano, ofrecerá cambios sustanciales antes de fin de año. "Con la aprobación del presupuesto, habrá espacios mejores para pumas, jaguares, monos, osa, peces, etc.", resaltó Petutto.

El paseo duraznense (que permanece abierto todo el año y en el que no se cobra entrada), tiene desde el pasado jueves un nuevo huésped. Se trata de un gato montés de seis meses que fuera hallado por un particular en el interior de un galpón de un establecimiento rural, y que fue trasladado al Zoo a pedido de la familia que lo halló. Desde la semana pasada, el felino está ubicado en un sitio destinado especialmente para él. "Se trata de una especie que no teníamos", acotó la encargada del lugar, Mariela Maciel.

"Luego de recibir el llamado, nos trasladamos al establecimiento La Aparecida de Sarandí del Yi. El animal estaba en un galpón, encerrado. Es agresivo, un gato montés joven, que tiene más de seis meses. Es una especie que está relativamente en extinción, que aparece por falta de alimentos o por la tala de árboles, perseguido por la piel. Y además, se enfrenta a predadores como los perros y el hombre", dijo la profesional, señalando que el animal se encontró "muy delgado".

Obras para que los animales estén en espacios amplios