Mantendrá esperanza hasta el momento en que lo vote la Junta.

El cardenal Daniel Sturla no pierde las esperanzas de que la estatua de la Virgen se pueda instalar en un predio de la Rambla del Buceo. Si bien la bancada oficialista en la Junta Departamental acordó no ofrecer los votos para apoyar la iniciativa, que tiene el visto bueno del intendente Daniel Martínez, el líder religioso no dio por perdida la batalla.

"Prefiero esperar a que se vote, yo no pierdo la esperanza", expresó a El País el máximo líder de la Iglesia Católica de Montevideo.

La propuesta podría ser sometida al plenario de la Junta el jueves de la semana próxima. No obstante, algunos ediles no descartan que se postergue la votación para más adelante.

En los últimos días se manejó en los corrillos políticos que Sturla podría iniciar una negociación de urgencia con el intendente Daniel Martínez, el presidente Tabaré Vázquez y el expresidente José Mujica.

Consultado al respecto, el cardenal prefirió no hacer comentarios aunque no descartó ni negó esas versiones. "Voy a hablar con quien tenga que hablar", señaló.

Subrayó que si la estatua de la Virgen no es instalada en el Buceo sería "un retroceso".

En la bancada de ediles del Frente Amplio la postura contraria fue liderada por el MPP, el Partido Comunista, el Nuevo Espacio y Casa Grande (sector que responde a la senadora Constanza Moreira). Algunos legisladores oficialistas estaban de acuerdo con la instalación pero no encontraron apoyo.

Mientras tanto, el sacerdote Pablo Coimbra, ecónomo de la Arquidiócesis, se mostró menos optimista que el cardenal. En una extensa carta publicada en la red social Facebook, el presbítero señala que el tema se ha "politizado".

"Creo que el verdadero motivo de este desprecio radica en una prejuiciosa mirada hacia la Iglesia Católica, alimentada por innumerables leyendas negras, historias —sin bien verídicas— no pocas veces exageradas, y también por los vergonzosos escándalos de algunos sacerdotes, que han alejado a muchos e impiden el acercamiento de otros a la Iglesia de Cristo", afirmó.

El sacerdote advierte que a todo eso "hay que sumarle la posición de la doctrina moral católica, que ha llevado a enfrentar sin ningún éxito aparente, a la corriente de pensamiento hegemónica vinculada al libre pensamiento y a la ideología de género".

CARDENAL