Cuatro personas fueron procesadas por la jueza Noelia Sánchez, al cabo de una investigación sobre abuso sexual cuyas víctimas son tres hermanas, dos ellas menores de edad, y la tercera una joven con capacidad diferente, mayor de edad.

Al violador, hermano de las jóvenes, la magistrada lo procesó con prisión por "un delito continuado de violación", mientras que a la madre —que debe cumplir prisión domiciliaria— y al padre, les tipificó "un delito de omisión a los deberes inherentes a la patria potestad".

El cuarto procesado es un vecino, que fue quien radicó la denuncia que dio lugar a los procesamientos. Al vecino, la jueza lo procesó sin prisión por "un delito de atentado violento al pudor"; esta persona, al igual que la madre, deberá cumplir prisión domiciliaria durante seis meses.

Con relación a los procesados sin prisión, la jueza dispuso que la Policía realice controles frecuentes, en distintos horarios y la mantenga informada sobre el cumplimiento de la medida.

Los procesados viven en casas precarias ubicadas a metros de las marquesinas del casino y del hotel cuatro estrellas que tiene su sede en la línea divisoria, a pocas cuadras del centro de la capital riverense.

La investigación comenzó cuando el vecino denunció a la Policía que había visto al hermano de las víctimas manteniendo relaciones sexuales con una de las menores. Al ser detenido, el acusado dijo que se trataba de una venganza en virtud de que él había descubierto al citado vecino pretendiendo abusar de una de sus hermanas, razón por la cual lo tomó a golpes de puño.

La jueza dispuso que las tres adolescentes pasaran a la órbita del Instituto del Niño y el Adolescente del Uruguay (INAU).

Abuso sexual en Rivera