Exigen al Centro de Emergencias “no ser tan estrictos” con los alimentos.

El brusco descenso de la temperatura ayer, acompañado de vientos y algunas lloviznas, perjudicaron aún más la situación de las familias de Salto que siguen evacuadas por la inundación, especialmente de aquellas que tienen niños y residen en carpas hechas con techos y paredes de nailon.

Muchos padres comienzan a reclamar la necesidad de un aumento en las porciones de alimentación que entrega el Centro Coordinador de Emergencias de Salto (Cecoed).

Con las aguas en un lento proceso de descenso y aún con muchos días por delante para que el río Uruguay vuelva a su cauce, 3.521 salteños aguardan por un retorno a sus hogares mientras las autoridades procesan un cronograma de trabajo para recuperar sus casas.

Varios de los inundados están viviendo en la calle cerca de sus hogares con el objetivo de evitar que sus bienes sean robados. Estas familias han reclamado "alguna porción más" en la distribución de almuerzo y cena en virtud de que la dieta dispuesta por el Cecoed es "muy estricta" en cuanto a la cantidad. "Es un cucharoncito por persona y no insistas", resumió Marcelo, quien junto a su compañera y seis niños están ubicados en la calle Guaraní y República Italiana.

Este jefe de familia dijo a El País que ayer fue la peor jornada de frío desde que abandonó su casa por la creciente. Su preocupación mayor es la de poder contar con "un poco más de comida", la que considera que viene siendo "escasa" y "muy medida".

"Yo no tengo nada que criticar; la atención es buena. Hay que aceptar lo que traen, pero me parece que cuando hay tantos niños no se puede ser tan estricto con un plato de comida. Un cucharón más en un grupo de ocho personas no les cambia, pero a nosotros sí porque el frío nos está castigando", insistió Marcelo.

En esa misma cuadra hay otras 12 familias que acampan. Zully, a cargo de tres nietas, también pide alguna porción más. "Hoy (por ayer) no pasamos hambre porque nos trajeron merienda desde una iglesia. La comida del mediodía fue escasa y no podemos conseguir que nos den un poco más en estos días de más frío. Cuando vienen de la Intendencia (de Salto) nos escuchan pero no nos solucionan nada", dijo esta abuela que tiene a su cargo una niña con discapacidad.

Los damnificados que reciben la comida por parte del Cecoed señalaron que lo mismo sucede con las donaciones de abrigo. "En mi rancho, donde tengo a mis seis niños, no acercaron ninguna frazada. No me quejo y agradezco lo que me dan, pero estas ayudas son para muy pocos", aseguró este damnificado.

Marcelo resaltó el apoyo de las comunidades religiosas que a diario llegan con alguna colaboración, ya sea en pañales o merienda. "Nunca pisé una iglesia, pero ahora le dije a mi compañera que cuando vuelva para mi rancho les voy a devolver la atención y voy a ir a orar con ellos, aunque no sé de qué religión son".

El último relevamiento divulgado por el Sistema Nacional de Emergencias (Sinae) del sábado pasado indicó que se mantiene en 6.983 el número de personas desplazadas en todo el país a causa de las inundaciones. De ese total, 1.449 son evacuadas y 5.534 son autoevacuadas.

La mayoría de las afectadas son de Salto: 51%, el 43% de Paysandú y el 6% de la localidad de Bella Unión en Artigas.

Según el Sinae, las personas desplazadas están recibiendo atención integral: resguardo, protección, alimentación, abrigo, recreación y salud.

En cuanto al nivel del río, en Paysandú, de acuerdo a los registros de las últimas mediciones, siguió descendiendo y se encuentra en 8,25 metros, más de dos metros por encima de la cota de seguridad que es de 5,5 metros.

La Comisión Técnica Mixta (CTM) de Salto Grande informó que el descenso de los niveles de agua en Concordia y Salto continuará durante la próxima semana.

CONSECUENCIAS DEL AVANCE DEL AGUA