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Vázquez le tiende una mano a Maduro y ofrece acuerdo mayor

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Solamente faltó Tabaré Vázquez, que regresó antes a Montevideo. Foto: Reuters.
(Front L to R) Argentina's President Cristina Kirchner, Paraguay's President Horacio Cartes, Brazil's President Dilma Rousseff, Venezuela's President Nicolas Maduro and Bolivia's President Evo Morales. (Above L to R) Peru's National Coodinator to Mercosur Marcela Lopes, Ecuador's Vice President Jorge Glas, Chile's Minister of Interior and Public Secutity Jorge Burgos, Colombia's Ambassador in Brazil Patricia Cardenas Santa Maria and MERCOSUR High Representative General Florisvaldo Fier pose for the Family Photo of the MERCOSUR Summit at Itamaraty Palace in Brasilia, Brazil, on July 17, 2015. AFP PHOTO/EVARISTO SA BRAZIL-MERCOSUR-SUMMIT-PHOTO-FAMILY
EVARISTO SA/AFP

El presidente Tabaré Vázquez le planteó ayer en Brasilia a su colega de Venezuela, Nicolás Maduro, ampliar en 2016 el acuerdo que firmaron ayer al mediodía y que supone que se enviarán alimentos al país caribeño por US$ 300 millones de aquí a fin de año.

Concretamente, Vázquez planteó que en 2016 el acuerdo llegue a US$ 1.000 millones. Maduro se mostró de acuerdo y propuso incluso que el convenio se renueve en los años subsiguientes, contó ayer el ministro de Economía, Danilo Astori, en conferencia de prensa poco después de volver de Brasil. Vázquez llegó con Astori y el canciller Rodolfo Nin Novoa sobre las 18.15 a la Base Aérea número 1 pero se retiró sin hacer declaraciones.

Para Astori, Venezuela es un mercado "absolutamente esencial" para Uruguay y en particular para su sector lácteo, por lo que resulta clave asegurar la colocación allí de los productos uruguayos. El acuerdo implica que se enviarán 120.000 toneladas de arroz, 44.000 toneladas de leche en polvo, 80.000 toneladas de soja, 9.000 toneladas de pollo y 12.000 toneladas de queso antes de fin de año. El dinero de los pagos quedará depositado a través de un fideicomiso constituido en Bandes Uruguay como garantía del cobro inmediato de los productos vendidos.

A su vez, Ancap cancelará con quitas su deuda con Petróleos de Venezuela (PDVSA) para lo que recibiría un préstamo del Ministerio de Economía porque la empresa petrolera uruguaya no cuenta con suficientes recursos para hacerlo. Ancap recibirá una quita del 38% y tendrá que afrontar el pago de US$ 262 millones. La semana próxima el Parlamento tratará el proyecto de ley en el que el Poder Ejecutivo solicita la autorización correspondiente.

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Apoyo a Dilma.

La cumbre de presidentes del Mercosur apoyó a la mandataria brasileña, Dilma Rousseff, que está sufriendo fuertes cuestionamientos por el involucramiento del oficialista Partido de los Trabajadores en casos de corrupción. El canciller Nin Novoa dijo que Rousseff "está firme, está fuerte". Además, en la cumbre se aprobó el ingreso formal de Bolivia al bloque, aunque resta la aprobación de los parlamentos de Paraguay y Brasil. Guyana y Surinam fueron admitidos como miembros asociados. Durante la reunión, Paraguay recibió la presidencia pro témpore del bloque.

Uruguay planteó en la cumbre, como en otras oportunidades, la necesidad de que haya un "sinceramiento" en el Mercosur y obtuvo el compromiso de los socios de que en la próxima reunión del bloque que se realizará en Paraguay los días 14 y 15 de agosto se realice un análisis de las barreras arancelarias y no arancelarias que impiden hoy el libre comercio dentro del bloque, dijo Nin. El canciller reconoció que hay "dificultades notorias" en la materia. Otro logro importante para Uruguay, que Astori destacó, fue que logró la renovación hasta 2023 del régimen de Admisión Temporaria que permite la importación desgravada de maquinaria de uso industrial. También fue relevante para Uruguay que se extendiera por al menos 10 años más el Fondo de Convergencia Estructural del Mercosur (Focem) que ha financiado emprendimientos en los socios más pequeños del Mercosur. Astori destacó en particular el rol fundamental del fondo para financiar las obras de interconexión eléctrica en extra alta tensión entre Uruguay y Brasil.

El Mercosur ratificó su intención de intercambiar antes de que termine el año ofertas de desgravación arancelaria en el marco de las prolongadas negociaciones para llegar a un acuerdo comercial con la Unión Europea al que Nin consideró "imprescindible". Aunque Argentina planteó en mayo pasado su intención de participar en las conversaciones al mismo ritmo que los restantes socios, Uruguay insistió en que debe considerarse la posibilidad de que se avance "a dos velocidades". De todas formas, Nin señaló que Uruguay cree "en la buena fe argentina".

Hacia el 15 de septiembre debería realizarse un primer intercambio de ofertas. Uruguay incluirá en la suya al 92% de los ítems arancelarios. De esta forma, el país reafirma su compromiso con el proceso de negociación que comenzó en 1999 y que no ha logrado hasta ahora avances sustanciales. Reiteradamente el gobierno ha expresado su interés de que el Mercosur negocie nuevos acuerdos comerciales ambiciosos con otros bloques, pero el hecho es que hasta el momento no ha tenido avances en la búsqueda de ese objetivo. Vázquez dijo en Brasilia que "nadie ignora la complejidad de las negociaciones necesarias" en el proceso de acercamiento entre los bloques, pero se preguntó: "¿alguien duda del beneficio del mismo?". Durante la pasada campaña electoral y en los primeros meses de su gobierno, Vázquez ha insistido en la necesidad de mejorar el funcionamiento del Mercosur.

Las trabas persisten.

En el Mercosur siguen existiendo normas que suponen barreras no arancelarias, como la obligación de presentar declaraciones juradas para importar o exportar, o las licencias no automáticas, que en la práctica sirven para administrar el comercio.

Según datos divulgados por la mayor asociación industrial de Brasil, la Confederación Nacional de la Industria, el valor de las exportaciones brasileñas al Mercosur cayó 15% en 2014 respecto al año anterior. Para la entidad, el sector más golpeado es el de los productos manufacturados.

Esto ha llevado a que en Brasil las posturas más proteccionistas retrocedan y a que en el propio gobierno se hayan alzado voces que piden más apertura al mundo. El ministro brasileño de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior, Armando Monteiro, ha dicho que Brasil debe "integrarse" a otras corrientes comerciales " más dinámicas que el Mercosur".

El bloque apuesta a profundizar el diálogo con la Alianza del Pacífico que integran Chile, Perú, Colombia y México.

En la cumbre de Brasilia, Rousseff despidió, casi al borde las lágrimas, a su colega argentina, Cristina Fernández, que abandonará su cargo en diciembre próximo.

Se incorpora Bolivia y Brasil busca más acuerdos fuera de la región.

Bolivia, un país andino de 11 millones de habitantes, se incorporará al Mercosur y tendrá un plazo de cuatro años para adoptar el Arancel Externo Común, aplicado a las importaciones que vienen de fuera del bloque. El Mercosur adoptará instrumentos que promoverán la mitigación de asimetrías entre los socios a los que ahora se suma Bolivia y se propone continuar conversaciones para avanzar en el libre comercio con Túnez, Japón, Corea del Sur y Líbano. El acuerdo para la incorporación de Bolivia fue firmado en Itamaratí, la cancillería brasileña.

En lo que supone un cambio en lo que, años atrás, era la postura brasileña poco proclive a la búsqueda de acuerdos fuera del Mercosur, la presidente brasileña Dilma Rousseff dijo que el bloque debe cerrar el mayor número posible de entendimientos comerciales para mitigar los efectos de los problemas económicos de sus economías mayores (Argentina y Brasil).

De hecho, Brasil ahora defiende la flexibilización de las reglas del bloque y ha dejado claro que está dispuesto a buscar acuerdos comerciales, aunque sea en solitario. Rousseff habló este mes con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, de la posibilidad de firmar un convenio comercial bilateral. Un acuerdo así buscó el presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, durante su primer gobierno, pero Brasil se opuso. La oposición dentro del oficialismo y el rechazo de Argentina y Brasil, hicieron que Uruguay desistiera de negociar un acuerdo de libre intercambio con Estados Unidos y se limitara a firmar con ese país uno menos ambicioso, el llamado TIFA.

Rousseff no quiso al venezolano en reunión.

El presidente venezolano, Nicolás Maduro, se enojó con su colega brasileña, Dilma Rousseff, porque esta no permitió que entrara a una reunión con con David Granger, presidente de Guyana. Este país tiene un diferendo limítrofe de larga data con Venezuela. Granger le pidió ayuda a Rousseff para buscar una salida pacífica al asunto y la mandatario aceptó. Granger dijo que Venezuela incurre en provocaciones y no reconoce sus fronteras.

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Solamente faltó Tabaré Vázquez, que regresó antes a Montevideo. Foto: Reuters.

Presidentes del Mercosur volverán a negociar las trabas arancelarias

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