Procesado por intercambio de fotos en redes y pagar por sexo.

Un director técnico de fútbol de formativas fue procesado ayer con prisión por abusar sexualmente de cuatro adolescentes menores de 14 años.

El hombre procesado tiene 57 años y había creado un grupo de WhatsApp con varios de sus jugadores. Allí enviaba fotografías suyas y exigía que los deportistas enviaran imágenes de sus partes íntimas.

El juez a cargo del caso, José María Gómez, indagó a los jóvenes y al mayor involucrado. Tras una serie de interrogatorios, surgió que el hombre mantenía prácticas sexuales con los menores. Entre otras cosas, se confirmó que pagaba a los chicos con dinero en efectivo o recargas de celular a cambio de determinadas prácticas sexuales.

La investigación comenzó con la denuncia de uno de los padres de los adolescentes involucrados.

Tras descubrir el grupo, lo denunció ante las autoridades competentes. A su vez, una denuncia anónima, que llegó a los investigadores policiales de Crimen Organizado, reforzó el caso.

El dato que llegó a las autoridades y luego confirmaron los investigadores, señalaba que el ahora procesado incitaba a sus alumnos mediante mensajes de Facebook y WhatsApp a que le enviaran fotos y videos donde se vieran sus partes íntimas.

Posteriormente, se realizaron allanamientos para localizar los equipos desde donde el entrenador se conectaba.

Tras la pericia técnica correspondiente, se descubrió que dentro de su teléfono y computadora personal tenía imágenes comprometedoras.

Además, los investigadores lograron desentrañar el comportamiento del entrenador en las redes sociales con relación al vínculo con sus alumnos, según explicaron expertos que trabajaron en el este caso.

Por otro lado, se pudo probar que el entrenador llevaba a su casa a los jugadores. En ese lugar fue donde se produjeron los abusos sexuales contra varios menores de edad (tienen entre 14 y 16 años) a cambio de dinero (entre $250 y $300) o recargas de celulares.

El entrenador fue procesado ayer por el juez José María Gómez por un delito de retribución de difusión de material pornográfico y otro de retribución a menores de edad para que ejecuten actos sexuales de cualquier tipo en régimen de reiteración real.

Se trata de un delito grave, de acuerdo con la ley número 17.815 de septiembre de 2004, cuyo autor será castigado con una pena de dos a doce años de penitenciaría por "retribución o promesa de retribución a personas menores de edad o incapaces para que ejecuten actos sexuales o eróticos de cualquier tipo" y de veinticuatro meses de prisión a seis años de penitenciaría por "fabricación o producción de material pornográfico con utilización de personas menores de edad o incapaces".

Si bien en un primer momento se manejó que el entrenador trabajaba directamente para un club deportivo de Montevideo, las fuentes consultadas por El País mencionaron que en realidad el hombre procesado "se ocupaba de reclutar talentos futbolísticos que luego conectaba con una determinada entidad deportiva con la que tenía más afinidad".

El caso exigió un alto nivel de investigación técnica y judicial. Los actores vinculados al caso se movieron con discreción para evitar afectar a los menores. Investigadores judiciales y policiales con los que habló El País se negaron a identificar al club con el que el entrenador tenía vínculos. "Prefiero no identificar al club para no estigmatizar a los adolescentes involucrados. El ambiente del fútbol es reducido y si se abunda en datos se le hace daño a las víctimas", dijo un informante.

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