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Surge otra irregularidad en los negocios de Ancap

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El remolcador en el astillero naval, el día de su botadura en 2013.
Acto por bautismo del buque " Ky Chororo " en el dique seco Mauá, embarcación completamente construida por la Armada Uruguaya para Ancap

En febrero de 2009 Ancap y la Armada firmaron un contrato para construir un convoy fluvial de transporte de combustibles compuesto por dos barcazas y un remolcador. Una vez construidas las barcazas funcionaron siempre bien pero el remolcador recién ahora, varios años más tarde y luego de varias modificaciones técnicas por defectos de construcción, está en condiciones de operar.

En el contrato entre la Armada y Ancap para ese trabajo, una cláusula estableció que la Armada encargaría sin llamado a precios, en forma directa, el control de obra e ingeniería de detalle del proyecto de construcción del remolcador al estudio RN Consultores que por ello cobró US$ 700.000, según documentos que están en el Parlamento.

Ese estudio es dirigido por Ricardo Núñez Carmona, hermano de José María Nuñez Carmona, socio del vicepresidente argentino Amado Boudou y, según la prensa de ese país, uno de sus testaferros.

Esta situación quedó en evidencia el miércoles 4, cuando el gerente de Logística de Ancap, Eduardo Lurner, compareció ante la comisión investigadora del Senado sobre la empresa petrolera.

En la reunión de la comisión, el senador nacionalista Alvaro Delgado informó que ese convenio de 2009 firmado por el entonces presidente de Ancap Raúl Sendic y quien era comandante de la Armada Alberto Caramés, el artículo 5º, relativo al precio, contiene un literal que dice que el precio pactado (US$ 12,5 millones por todo el convoy) incluye la dirección de obra e ingeniería de detalle del proyecto de construcción de la obra, la cual será realizada por el estudio RN Consultores.

En el artículo 7º del proyecto definitivo se dice que las partes de ese contrato acuerdan que el proyecto definitivo será realizado por el estudio RN Consultores en las condiciones que surgen del convenio, según leyó Delgado.

A continuación, el senador del Partido Independiente Pablo Mieres le dijo al gerente de Ancap que "seguramente usted no lo sabe, pero Ricardo Núñez Carmona es hermano del testaferro de Amado Boudou en el caso Ciccone", haciendo que quedara constancia en la versión taquigráfica de la reunión. "Esa es la empresa que fue unilateralmente definida como la encargada del proyecto de ingeniería del remolcador", precisó.

Mieres añadió que es "una ilegalidad" que Ancap y la Armada no hayan convocado a un procedimiento competitivo de precios. En la comisión se encuentra documentación oficial de Ancap que establece el pago de esa cantidad a la empresa de Nuñez Carmona.

Lurner dijo en la comisión investigadora que la presencia de esa empresa argentina "fue una propuesta de la Armada cuando se cerró el trato", y que Ancap "aceptó. "Ancap no propuso ningún estudio particular", aclaró.

En la necesidad de un remolcador para empujar las barcazas, Ancap hizo un llamado a cotización de precios para arrendar uno y la firma adjudicataria fue Nautimill S.A., informó el gerente de Logística.

La empresa que arrienda el barco Bluefin a Ancap cobró hasta ahora US$ 5 millones, según precisó la propia empresa estatal a la comisión investigadora.

A su vez, el ahorro anual desde 2012 a la fecha por el uso de las barcazas para transportar combustibles por el río Uruguay es de US$ 3.6 millones.

Lurner explicó a los senadores que tras los problemas de construcción del remolcador, Ancap decidió tomar el barco, resolver los defectos que pudiera tener y ahora está pronto.

"En realidad, hace alrededor de dos meses que está pronto, pero había que sacar los permisos, la matrícula, el certificado de navegabilidad, el francobordo, hacer el arqueo y sacar otros certificados. Después se negoció el convenio laboral con el sindicato, que finalmente se aprobó", se explicó.

En estos días el remolcador estará saliendo hacia Nueva Palmira para empezar a hacer las pruebas de mar.

SABER MÁS

El convoy costó US$ 12 millones

El costo total del convoy encargado a la Armada (dos barcazas y el remolcador) fue de US$ 12,5 millones. Aproximadamente US$ 6,5 millones costaron ambas barcazas y el resto el remolcador. La gran mayoría se pagó en efectivo, US$ 12,3 millones, otros US$ 120.000 en pórtland y US$ 30.000 en asfalto. Este pago en pórtland y en asfalto se hizo a propuesta de la Armada y Ancap lo aceptó porque querían hacer algunas obras de infraestructura. En cuanto a los US$ 120.000, sobre el final de la obra hubo una parte que se pagó en efectivo a solicitud de la Armada. En la entrega de los tres elementos hubo una demora mayor a la prevista en el contrato de construcción.

El eterno femenino de una imaginativa pintora
El remolcador en el astillero naval, el día de su botadura en 2013.

Contrato directo a empresa del hermano del testaferro de Amado Boudou

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