La directora general del Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP), Irupé Buzzetti, reconoció su "sorpresa" por "la frecuencia inusual" de episodios de violencia en los centros educativos, en referencia los padres que golpean a los maestros.

El año pasado sucedieron seis casos que llevaron a denuncias judiciales, y en este 2015 ya van tres. A fines del mes pasado, en tanto, se dio el primer procesamiento con prisión de una madre que agredió a una directora.

"A nosotros nos preocupan estos hechos (...) Los maestros vamos perdiendo el rol que teníamos en la sociedad", precisó Buzzetti durante su comparecencia el día miércoles en la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados.

"En algunos casos, el padre que agrede sale de la escuela y denuncia al maestro. Entonces, hay una denuncia cruzada entre el maestro y el padre o la madre", explicó la jerarca.

Sobre qué medidas se están tomando desde Primaria para acabar con este problema, destacó el plan de "escuelas disfrutables", que consiste en intervenciones con trabajadores sociales y psiquiatras en aquellos centros educativos donde se presentan episodios violentos. Pero advirtió que estos problemas ya no se dan, como antes, solo en algunos barrios.

"Quienes estamos acá y tenemos una trayectoria de 30 o 35 años en la educación hemos conocido episodios de esta índole, pero en algún barrio puntual. Si bien se daban algunas situaciones, no eran tantas", añadió Buzzetti.

La diputada del Partido Nacional Graciela Bianchi manifestó que estos episodios eran "consecuencia de la flexibilización" dentro del sistema educativo. En este sentido, Bianchi recordó: "En el año 2011 yo también me ligué un piñazo en el brazo. Eso sucedió en un bachillerato, de un barrio que no es carenciado. Pero tengo que decir con profundo dolor que solo el 1% de los chicos que van al (liceo) Bauzá pertenecen a la zona residencial del Prado; allí concurren alumnos de la zona oeste".

"Además de la psicología, de la mediación y de las cartas, en algún momento hay que decir: Hasta acá llegamos. Esto no significa excluir al alumno del sistema educativo; significa fijar los límites de otra manera", sugirió Bianchi, que no dio más detalles sobre las decisiones que se deberían tomar.

Buzzetti contó algunos casos de violencia sucedidos en centros educativos, entre ellos el que derivó en el procesamiento con prisión de una madre el mes pasado, tras un incidente en la escuela 244 de Las Piedras, Canelones.

El hecho se produjo "en momentos en que una maestra junto a otra maestra comunitaria estaban entregando a los alumnos. En ese momento viene un padre y dice que quiere entrar. Ellas le dicen que espere un momento hasta que terminen de entregar a los alumnos e inmediatamente se dirige a la Dirección. Cuando la maestra, que ni siquiera era del niño, se dirige a hablar con la directora, la mamá irrumpe en la Dirección y le pega a la maestra", contó la jerarca.

Según supo El País, la institución había decidido, tras una reunión de padres dos días antes del incidente, que los alumnos iban a ser entregados uno por uno a sus responsables, ya que había una supuesta camioneta blanca con hombres que se dedicaban a raptar niños.

Esta versión luego fue desmentida por el Ministerio del Interior.

"Voy a contar un caso", dijo la directora general del Consejo de Primaria, Irupé Buzzetti, y arrancó: "Luego de un acto patrótico, una maestra estaba subiendo unos parlantes y un alumno la ayudaba. En ese momento, la madre del alumno, que estaba alcoholizada, vino y le pegó a la maestra. Esto sucedió en una preciosa escuela que está ubicada en el Chuy".

Buzzetti también contó: "Nos ha pasado de todo. Por ejemplo, también nos sucedió un caso en la vieja escuela Chile, de tiempo completo. En esa oportunidad, a un padre le pareció que a su hijo no le gustaba la comida, entonces, encerró a la directora y a la inspectora, y le pegó a la directora. Realmente se cruzaron los límites. La escuela era el mojón primero del Estado, se respetaba".

“Los maestros vamos perdiendo el rol que teníamos”, se quejó Buzzetti