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Sombras, nada más

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Las elecciones del Frente Amplio quedaron atrás. Los comicios sirvieron para airear los olvidados comités de base, confirmar la creciente desmovilización que afecta a la coalición de izquierdas (poco más de 90 mil votos, aunque se podía sufragar con 14 años), reafirmar que hay frenteamplistas que se sienten defraudados con su partido (el voto en blanco tuvo más apoyo que la lista más votada) y mostrar que cada vez resulta más difícil pronosticar, en Uruguay y en el mundo, el resultado de una elección.

De hecho, el favorito de la cátedra para ganar la Presidencia del Frente Amplio era "El Pacha Sánchez". Y parecía razonable. En una elección de voto no obligatorio, donde la votación sería además muy baja, el aparato del MPP lucía difícil de contrarrestar para cualquier oponente. Pero el candidato de José Mujica defraudó las expectativas y entró segundo, lejos de Javier Miranda, que ganó contra todo pronóstico (algunos dicen que incluso los de quienes impulsaban su candidatura).

El resultado obligó a Mujica a mover rápido. No bien se contó el último voto hizo saber a un medio que, en realidad, él nunca había apoyado la candidatura de "El Pacha". Que él prefería a otro. Que fueron otros, nunca él. Y que él acompañó, simplemente. Como radio El Tiempo.

Del otro lado, el sorprendido ganador comenzó a conceder entrevistas. En una de ellas, publicada por el diario El País, dijo que no le parecía una mala idea impulsar dentro del Frente Amplio la creación de "un gabinete en las sombras".

"Es una idea que vengo manejando hace mucho tiempo. (…) No sé si me la van a llevar", sostuvo Miranda.

El electo presidente del Frente Amplio luce un poco desorientado. Los gabinetes en las sombras, que tuvieron su origen en Gran Bretaña, son una herramienta de la oposición de turno para realizar un férreo control de la acción de quien está en el gobierno. No hay partidos de gobierno que tengan un gabinete en las sombras. Y es comprensible. Porque son gobierno. Y sería muy extraño tener un gabinete en funciones y otro, en las sombras, controlando al que está tomando las decisiones.

¿Qué es lo que Miranda propone? ¿Que el Frente Amplio conforme un gabinete en las sombras que controle al gabinete del gobierno del propio Frente Amplio que preside Tabaré Vázquez?

¿No debería uno suponer que el Frente Amplio, en el gobierno, ha tomado el cuidado de poner a los mejores en cada ministerio, en cada subsecretaría, en cada directorio de empresa pública? Y entonces, ¿quiénes estarían en ese gabinete en las sombras?

¿Podría darnos alguna idea de la integración en la que ha pensado? ¿No sería, tal vez, una buena idea ver si ese gabinete en las sombras en que piensa Miranda no resulta, al fin y al cabo, ser mejor que el desgastado gabinete en funciones? ¿No tendría acaso mejores ministros que Bonomi, María Julia, Marina Arismendi y Carolina Cosse, y hasta algún relevo para el mismísimo Danilo Astori?

¿O será que Miranda ya está pensando en que se avecinan tiempos en que el Frente Amplio será oposición y deberá, entonces sí, constituir un verdadero gabinete en las sombras?

[email protected]

LA COLUMNA DE PEPEPREGUNTÓN

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