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Volver escapando de la pandemia: el relato de dos uruguayos y su retorno tras estar varados

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Bruno Guerra, estudiante que volvió a Uruguay en el Operativo Todos en Casa

CORONAVIRUS COVID-19

Aeropuertos cerrados, vuelos cancelados e incertidumbre. La expansión del coronavirus dejó uruguayos varados que volvieron al país mediante el operativo Todos en Casa de Cancillería.

Bruno Guerra estudiaba periodismo en España pero sus planes se vieron truncos cuando el coronavirus COVID-19 comenzó a expandirse por el mundo. El foco que comenzó en China se salió de control y los países comenzaron a tomar medidas como cerrar fronteras, cancelar vuelos y restringir el funcionamiento de los aeropuertos. 

Cuando se explicó que había que guardar cuarentena, Guerra planeó moverse a Portugal y cumplirlo allí para evitar la soledad y hacerlo junto a algunos amigos. Pero el problema se agravó y ese viaje se canceló.

Tras cumplir una cuarentena de 15 días y al ver que era difícil que el problema se solucione a la brevedad, junto a sus padres decidió su retorno a Uruguay aunque no fue tarea sencilla.

Vivió algunas experiencias frustrantes pero luego de escuchar algunos discursos del Canciller, Ernesto Talvi, gestionó su retorno por medio de facilidades conseguidas por el operativo Todos en Casa de Cancillería.

El operativo comenzó el domingo 22 de marzo y fue anunciado en conferencia de prensa por Talvi, el martes 24. En esa instancia detalló que los retornos serían por medio de aerolíneas comerciales y vuelos de Fuerza Aérea. Cancillería además trabajó para restablecer conectividad aérea.

Talvi explicó a El País como se tomó la decisión de llevar adelante esta iniciativa: "La decisión de poner en marcha la operación Todos en Casa se tomó ante una realidad que rompía los ojos, que había 3 mil uruguayos varados cuando estalló la crisis del Coronavirus que no encontraban forma de poder regresar al país por las restricciones que la enorme mayoría de los países impusieron a la conectividad aérea, marítima y terrestre".

Desde el comienzo de la operación y hasta este domingo 12 de abril unos 2500 uruguayos lograron regresar a su país. A su vez casi 1000 extranjeros de más de 40 países se han beneficiado del corredor humanitario y volvieron a sus ciudades.

Si bien la fecha de finalización estimada era el 12 de abril, Talvi explicó a El País los pasos a seguir: "Nuestros consulados van a fortalecer la labor de asistencia en los países en donde se encuentren nuestros compatriotas varados, mientras esperamos que se habiliten soluciones comerciales para organizar el regreso".

Talvi explicó en conferencia de prensa el 31 de marzo que el costo de este operativo al Estado corresponde a los gastos de los vuelos realizados por aviones de Fuerza Aérea. Hasta ese momento el monto ascendía a US$ 200.000 aunque se continuaron haciendo vuelos y no se actualizó la cifra.

Según agregó a El País, también los 7 vuelos solidarios de la empresa Amaszonas, Montevideo-San Pablo-Montevideo, recibieron combustible a través del SINAE.

El canciller agregó que los tres vuelos charter desde Sídney que se gestionaron con empresas privadas no tuvieron costo para el país, al igual que el vuelo de Iberia desde Europa. 

“Si se consulta por el procedimiento administrativo, se utilizaron en todos los casos los procedimientos habituales previstos por el Texto Ordenado de Contabilidad y Administración Financiera previo contralor de los servicios jurídicos y contables de la Cancillería y en algunos casos, con intervención preceptiva del Tribunal de Cuentas de la República”, explicó el Canciller.

Volver en un avión de Fuerza Aérea

Rafael Carriquiry tenía pasaje marcado para regresar de Ecuador el 18 de marzo y su vuelo fue suspendido. Ante esta situación la aerolínea contratada no le daba respuesta y estimaron que los vuelos se reanudarían el 6 de abril.

"Ellos nos decían que no tenían nada que ver, que era algo del Estado. Yo les dije está bien, tengo donde quedarme pero si no fuera así ¿qué tengo que hacer? Puedo haber viajado de mochilero con 20 dólares para volver, no tengo tarjeta ¿Qué hago? Tengo un pasaje con ustedes.'Bueno, tendrá que llamar a la embajada, no podemos hacer nada'”, relató.

Dada esta situación, Carriquiry consiguió hospedaje en casa de un amigo en Quito y comenzó a pedir asistencia a la embajada. Además de los vuelos cancelados, Ecuador estaba bajo toque de queda y eso complicó aún más sus gestiones pero finalmente Cancillería anunció que volvería en un vuelo de Fuerza Aérea.

Rafael Carriquiry y un grupo de uruguayos previo a subir al avión Hércules. Foto: Rafael Carriquiry
Rafael Carriquiry y un grupo de uruguayos previo a subir al avión Hércules. Foto: Rafael Carriquiry

“Al principio estábamos con mucho miedo, yo había entrado en internet a ver fotos de como era el avión Hércules por dentro. Al ver esa foto de los asientos, que parecían algo durísimo, dijimos 'pa estar 16 o 18 horas en ese avión va a ser bravo' pero nos llevamos una grata sorpresa", relató.

Ansiedad, nervios y medidas de seguridad

Para Bruno Guerra los primeros 15 días de cuarentena obligatoria los pasó en su casa y se hicieron llevaderos ya que seguía cursando y estudiando. La cuarentena se alargó y ante esa situación y sugerencia de sus padres decidió volver, aunque no fue sencillo.

Lo hizo en un vuelo de Iberia gestionado por Cancillería que salió desde Madrid. Tras llegar al aeropuerto, Guerra sintió un ambiente particular, entre nervios y ansiedad. "Mismo los controles que venían diciendo que mantengas la distancia, los guantes, no se cumplían. Por la ansiedad, los nervios o situaciones que les tocó vivir el embarque se hizo muy aglomerado", relató, aunque reconoció que luego esa situación fue mejorando.

“Quiero llevarles la tranquilidad que todo esto se está haciendo con los protocolos de seguridad sanitaria recomendados por el Ministerio de Salud Pública. Pasan por tres filtros, en primer lugar si presentan síntomas no se los deja embarcar. En segundo lugar, en el vuelo, si desarrollan síntomas se los aísla en el avión. En tercer lugar, en el Aeropuerto de Carrasco, se hace un tercer chequeo”, dijo Ernesto Talvi en conferencia.

Según relataron Rafael Carriquiry y Bruno Guerra, los dos debieron firmar una declaración mediante la que se comprometieron a cumplir una cuarentena de 14 días. También se les tomó la temperatura en el ingreso al país y todos recibieron llamados para ver si estaban cumpliendo con esa medida.

Todos coincidieron que el retorno fue especial ya que la incertidumbre y los nervios de estar varados generaban un clima particular.

"Los uruguayos somos como una gran familia cuando estamos afuera y eso se vio reflejado durante el viaje. Hacer videos, compartir comida y bebida, son cosas que se fueron dando y es costumbre de los uruguayos", recordó Carriquiry sobre el retorno.

"El trato de las personas en el aeropuerto fue muy gentil,  de bienvenida, era realmente como llegar a casa. Sentías como que la gente estaba abrazándose a la distancia", relató Guerra, mientras cumplía cuarentena y esperaba que pase el tiempo para finalmente abrazar a su familia.

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