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Vecinos salen al rescate de la historia del barrio Buceo

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Vecinos salen al rescate de la historia del barrio Buceo

UNA BÚSQUEDA DE IDENTIDAD

Crean un espacio para recuperar la memoria colectiva de la zona.

Vecinos salen al rescate de la historia del barrio Buceo

Pesqueros, naufragios, poetas, inmigrantes italianos y españoles, fábrica de vidrio. Palabras clave que explican la historia del Buceo, que decenas de vecinos buscan recuperar con tertulias de historias y anécdotas.

Las actividades están enmarcadas en el Espacio Abierto Todos Por Buceo cuya organización, creada el año pasado, pretende hacer partícipes a los ciudadanos en esta zona.

"Queremos que estén involucrados y compartan", comentó Junior Lara, presidente de esta asociación.

Todos por Buceo cuenta con diferentes comisiones encargada de organizar la actividad. Una de ellas es la de cultura, que el mes pasado organizó la charla: "Historias del glorioso Buceo: anécdotas de ayer y hoy". El encuentro, al que asistieron unas 160 personas en el Colegio Santa Ana, tuvo a los historiadores Alejandro Giménez y Cristina Pintos como oradores.

Una de las historias más significativas fue la que dio origen al nombre de la zona. "En el barrio era habitual que se hundieran barcos. No había faros", contó el profesor Giménez.

Uno de los naufragios fue el de "Nuestra Señora de la Luz", un velero de 217 toneladas que venía de Cádiz y traía mucha riqueza. El gobernador de Montevideo José Joaquín de Viana trató de ver si podía salvar algo de ese cargamento y ordenó que buzos fueran al lugar del siniestro para ver si podían encontrar algo. De ahí el nombre.

Pintos, que integra la comisión de cultura de este espacio, se propuso realizar una investigación historiográfica sobre el barrio. "Estamos en un proceso de búsqueda de identidad (…) Este espacio ha estimulado mucho a los vecinos", indicó.

En las tertulias, también contaron otras historias de personalidades en las que cada uno tenía distintas versiones. "Eso también habla de mucha riqueza", indicó Junior.

Más allá del aniversario, Lara dijo que la idea es generar actividades que puedan continuar en el futuro. "La idea es conocer qué fuimos como barrio para saber hacia dónde vamos", comentó.

Foto histórica del Puerto del Buceo.

Los historiadores contaron que en la segunda mitad del siglo XIX empezaron a llegar los primeros pobladores dedicados a la pesca que habitaban en los denominados "ranchos".

Esas jornadas, a las que los organizadores calificaron como exitosas porque en cada una hubo más de un centenar de personas, se contaron anécdotas vinculadas a la Aduana de Oribe, declarado monumento histórico en 1975, del Cementerio del Buceo fundado en 1872 y cómo el el lugar pasó de ser un balneario a un barrio residencial, comercial y de oficinas.

De cabaret a museo.

El Museo Oceanográfico fue a principios del siglo XX la morgue del vecino Cementerio del Buceo. Luego, cayó en desuso y empezó a deteriorarse. En la década del 20 el edificio fue diseñado por el dueño de un cabaret.

Según la Intendencia de Montevideo, se llamaba El Morisco, aunque todos le llamaban "El Cabaret de la Muerte", debido a estar enclavado en una curva peligrosa ya que allí hubo múltiples siniestros de tránsito.

Como fracasó el negocio, el sitio se transformó en la sede de la Estación Oceanográfica que funcionó hasta 1940. Luego, cerró y reabrió como Museo Oceanográfico en 1956 y que se mantiene hasta el día de hoy.

Otras actividades.

Entre las actividades realizadas en lo que va del año, hubo una vinculada al deporte en la que participaron 16 instituciones del barrio. Allí intercambiaron experiencias y formas de cooperar en el futuro.

Otra fue sobre la historia de la colectividad italiana en el barrio en el que participó el genealogista italiano Michele Cartusciello, quien fue interrogado sobre los anteapasados de muchos uruguayos que viven en Buceo.

Para el futuro piensan realizar una sobre poetas para recuperar la memoria literaria de un barrio donde vivió la poetisa Juana de Ibarbourou.

El 19 de junio, habrá una exposición de fotografías del barrio, llamada "Buceando en el recuerdo", entregadas en parte por los vecinos de Buceo y en otro por el archivo histórico del Centro de Fotografía de Montevideo (CDF).

Lara, estudiante de 23 años de Ciencias Sociales, cuenta que uno de sus cometidos es insertar a los jóvenes en este espacio. Por ello, hace dos meses hicieron una pintada en un muro de Luis Alberto de Herrera y Rivera que dice: "Buceo dice no a la violencia".

Los directivos de este espacio mantuvieron reuniones con autoridades del Ministerio de Turismo con el objetivo de idear estrategias para estimular la actividad en esta zona y generar algún paseo.

Poblado

Buceo es el cuarto barrio más poblado de Montevideo. Según el Censo 2011, viven casi 37.000 personas. El primero es Pocitos con 68.000; le siguen Cordón, La Unión y La Paloma. Desde este espacio estiman que la población aumentó significativamente en la última década.

Tras la llegada del Edificio Panamericano, el Montevideo Shopping y las torres del World Trade Center, el barrio cambió su fisonomía. Hoy cuenta con decenas de pubs y restaurantes que generan un gran movimiento comercial.

Más de 80 años jugando a la paleta
Ademar, vecino de Buceo.

Ademar tiene 88 años. Desde sus siete años juega a la paleta en la playa Buceo. Esta tradición, que se practica justo al lado del Museo Oceanográfico, ha pasado de generación en generación. Silvio Rodríguez, uno de sus jugadores más habituales, lo practica desde hace 32 años.

Desde la década del 50, se empezó a jugar con red. Antes, ponían plantas. El requisito es que el piso esté firme. Para ello, utilizan lampazos que guardan en una propiedad cercana.

Tienen sus propias reglas: cuentan con una cancha "de 20 pasos" y juegan a 24 puntos (cada seis puntos se cambia de cancha). "Se han hecho muchos campeonatos", indicó.

En invierno juegan los sábados de tarde y domingos de mañana. En verano, lo hacen todos los días.

César Bernal y Néstor Iroldi, que fueron campeones del mundo de pelota vasca, acudieron un día a jugar en la playa Buceo. "Pasaron papelones", indicó Rodríguez.

"Jugadores con cinco títulos del mundo fueron a Buceo y perdieron. Si bien en su deporte distinto, quedó la anécdota", comentó.

Rodríguez (53) llevó a su hijo cuando tenía nueve años a jugar a este lugar . Sus condiciones lo llevaron a jugar a la paleta profesionalmente.

Leyenda y misterio: "Aparecida del Buceo"
Vista aérea del Puertito del Buceo. Foto: Archivo El País

Una de las leyendas urbanas más conocidas en el barrio es la denominada "La Aparecida del Buceo".

Todo ocurrió un sábado a la noche cuando dos amigos fueron a bailar. Uno de ellos se enamoró de una mujer. Cuando se estaban retirando, él acompañó en un auto hasta su casa a la mujer. En el traslado, el joven le prestó una bufanda para abrigarse.

Un día más tarde, el joven retornó a la casa de la mujer para pedirle su bufanda que no le había devuelto. En ese momento, el padre de la joven le informó que era imposible que haya estado con su hija debido a que hacía años que había muerto.

Poco después del incidente, los padres de la joven denunciaron al joven. La Policía, la familia de Susana y el joven se dirigieron al Cementerio del Buceo al lugar donde ella estaba enterrada. Allí encontraron la bufanda.

Si bien esta leyenda existe en varios países, existe un caso real de una mujer "de carne y hueso".

En realidad la mujer se llamaba Flora, tenía 24 años y en diciembre de 1964 fue detenida en la feria de Tristán Narvaja por la Policía mientras vendía algunas alhajas. En el interrogatorio le preguntaron dónde vivía, a lo que Flora contestó: "En el Cementerio del Buceo". Dice que, como no era vista por los serenos de este lugar, entraba y salía por la parte de atrás, en la rambla. La historia sigue siendo un misterio.

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