RETORNO TRAS ESTAR EN SEMIESCLAVITUD

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Tres menores de edad viajaron en la madrugada de ayer a Ecuador, su país de origen, tras ser repatriados por orden judicial. Se trata de tres adolescentes que fueron víctimas de una red de trata con fines de explotación laboral, que funcionaba en el Chuy dirigida por tres extranjeros (de Venezuela y Ecuador) y fue desarticulada por la Policía y Fiscalía de Rocha en agosto pasado.

Por este caso, que aún se está investigando, fueron formalizadas y puestas en prisión preventiva por 150 días las tres personas a cargo de la red. Las víctimas eran 11: de ellas, cinco eran menores de edad. Todos ellos fueron contactados a través de internet y cayeron en la trampa de venir a Uruguay con promesas de trabajo. Una vez aquí, vivían un calvario que la Fiscalía describió como de esclavitud o semiesclavitud. Los obligaban a salir en busca de donaciones para una supuesta protectora de animales, y a cambio les daban alojamiento y comida.

La Unidad de Víctimas y Testigos brindó asistencia en la primera etapa de atención en crisis y valoración del riesgo, con un seguimiento presencial y telefónico. En el caso de los menores, se coordinó con INAU la definición de un local para ellos, y en el de los mayores se trabajó con el Mides para su alojamiento transitorio y necesidades básicas. También se los acompañó para las declaraciones por prueba anticipada.

Los adultos siguen en Uruguay, aunque algunos han empezado el proceso para retornar a su país de origen. Es “complejo” para ellos, dijeron desde la unidad: “tenían vínculos y una situación naturalizada”.

De los cinco menores, según supo El País, uno cumplió la mayoría de edad y permanece aquí en contacto con el Mides. Otro es venezolano pero su familia está en Ecuador, y su repatriación aún está en proceso porque falta información.

Los otros tres adolescentes volvieron ayer a Ecuador luego de un proceso del que participó el INAU en contacto con el instituto semejante de ese país. Ellos se encontraban en un centro de acogimiento y fortalecimiento familiar de INAU en el Chuy, en régimen de amparo, pero no tenían referentes en Uruguay y habían manifestado su deseo de volver a su país y reencontrarse con sus familias.

El directorio del INAU hizo entonces gestiones en Cancillería para obtener, a través del consulado de Ecuador, informes psicosociales de cada uno para luego tramitar la repatriación. De los informes surgió que sus familias también tenían voluntad de reencontrarse con ellos; y que el par del INAU en Ecuador se comprometía a hacer un “abordaje” de sus situaciones una vez que arribaran. El presidente de INAU, Pablo Abdala, dijo que el denominador común de estas familias es “mucha debilidad en cuanto a la capacidad de los cuidados”.

En el entendido de que retornar era “la mejor opción de proyecto de vida” para ellos, INAU avanzó en la repatriación y la dirección departamental de Rocha coordinó el viaje. El 22 de octubre el juez Fabricio Cidade autorizó el egreso del amparo y el retorno a su país, lo cual se concretó ayer.

Abdala destacó el trabajo interinstitucional realizado, y mencionó que se trabaja en un protocolo para la niñez migrante que llega en condiciones sospechosas.