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El tenis, la esperanza de cientos de niños del INAU

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Aprenden a jugar en una "mini cancha". Foto: Marcelo Bonjour

INSERCIÓN SOCIAL EN URUGUAY

Proyecto busca democratizar el deporte en Montevideo.

Más de 150 niños del Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU) participan al año del programa "Tenis para todos", un proyecto de inserción social que impulsan exdeportistas profesionales.

El proyecto comenzó hace siete años. En ese momento un grupo reducido fue invitado a participar como alcanzapelotas del Uruguay Open, el torneo tenístico más importante del país.

Al finalizar el evento, muchos de ellos dijeron: "Nos gustaría jugar al tenis". Eso condujo a los organizadores del torneo a montar el proyecto Tenis para todos, en el que se les enseña a decenas de niños la técnica básica del deporte.

Diego Pérez, extenista uruguayo y coordinador de la actividad, asegura que "no se trata de sacar campeones".

La fórmula elegida, amparada por la Federación Internacional de Tenis, implica jugar en una cancha, dividida en seis, con herramientas más livianas que las que se utilizan habitualmente. "Se juega con pelotas más blandas y raquetas más chicas para facilitarles la práctica", indicó Pérez a El País.

En algunos casos tienen tanto entusiasmo por la actividad que deciden inscriben en torneos de fin de semana. "Que a algunos de esos niños les des la oportunidad de prepararse para una competencia es algo muy importante", agregó el coordinador del proyecto.

No obstante, los profesores no buscan potenciales jugadores de tenis que puedan destacarse en el ámbito profesional y representar al país. "Acá se trata de que todos los niños son iguales y que disfruten de la actividad", acotó Pérez.

Hay un equipo de cuatro profesores que están todo el año trabajando con los niños. Los reciben en el Carrasco Lawn Tennis y en la Plaza N° 3 ubicada en el Parque Rodó. Los profesores también les dan seguimiento en las competencias juveniles que disputan los fines de semana.

Además de ser una actividad para los jóvenes, también ha servido para democratizar el deporte, opinó el extenista uruguayo. "Es muy difícil que un niño, por decisión propia o de sus padres decida jugar. De esta manera conseguimos que más niños puedan practicar tenis", agregó uno de los máximos referentes en la historia del tenis en Uruguay.

A lo largo de estos años en que se desarrolló la iniciativa, han participado niños de los clubes Amiclub, Rambla Francia, Resurrección, Andariegos, Caleidoscopio y Proyecto Desafío. Dado el éxito de cada año, nuevos hogares y clubes deciden sumarse a esta iniciativa los años siguientes.

Desde entonces, esta campaña que forma parte de las prácticas de responsabilidad social empresarial del Uruguay Open, cuenta con el apoyo de diferentes sponsors que colaboran en la financiación.

Las plazas que dictan en la Plaza N°3 son mixtas. Foto: Marcelo Bonjour
Las clases que dictan en la Plaza N°3 son mixtas. Foto: Marcelo Bonjour

Alcanzapelotas.

A diferencia de lo que fue el nacimiento del proyecto, los niños primero juegan al tenis y después se los invita a ser alcanzapelotas en torneos. Seleccionan a un grupo reducido que asiste a las clases con asiduidad y que muestra más interés en el deporte.

Otro requisito es que los niños no se distraigan mucho y que puedan estar "a la altura de un torneo profesional" en el que se juega por puntos y se reparten premios, según explicaron los organizadores.

"Para ser alcanzapelota se necesita concentración durante un buen rato. Y deben bancar la presión de tener una cancha llena y con cámaras de televisión", comentó Pérez.

Un par de meses antes del evento, los hacen practicar los fines de semana. A los aficionados que suelen jugar en los clubes se les consulta si los niños pueden alcanzarles las pelotas, de modo que puedan ir tomando confianza. En total, son 40 niños: 20 del Lawn Tenis y otros 20 del programa del INAU.

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