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Cambiar, adaptarse y ayudar: el impacto del coronavirus en los restaurantes uruguayos

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Restaurantes cerrados por coronavirus. Foto: Mateo Vázquez

PANDEMIA 

El sector gastronómico fue de los servicios que primero sintió los impactos de la cuarentena. Restaurantes y bares esperan que la nueva normalidad les permita volver a ofrecer sus servicios.

El fin de semana del 14 de marzo fue quizás el último de la vida como la conocíamos. La llegada de la pandemia a nuestro país impactó económicamente en muchos sectores de comercio y servicio. Con las fronteras cerradas, la cuarentena voluntaria y el confinamiento, los bares y restaurantes fueron los primeros en sentir el impacto. Las sillas y mesas estaban en su mayoría vacías. Algunos cerraron, otros buscaron formas de reconvertirse. Esperan que la nueva normalidad defina cómo pueden volver a ofrecer sus servicios. 

Cambiar, adaptarse y ayudar

Aurelien Bondoux recuerda ese último fin de semana porque el golpe se notó inmediatamente. En La Bourgogne de Punta del Este el sábado sirvieron dos platos cuando en un fin de semana normal llega mucha gente. Al otro día tomó la decisión de cerrar.  Su padre, el chef Jean Paul Bondoux estaba en Mar del Plata y su hermana, Amandine Bondoux, también chef de los restaurantes de la familia,  viajaba en un crucero, así que asumió la decisión él.  Después de varios días con los restaurantes cerrados, decidieron reconvertir la rutina y adaptarse al delivery o take away. Con una ciudad sin turistas ni extranjeros, la cuarentena impactó inmediatamente en el sector gastronómico del principal balneario del país.  Un sector que había tenido una temporada mejor de lo esperada, pero igualmente complicada. Aurelien es también presidente de la Asociación Gastronómica del Uruguay, un grupo de chefs, someliers y profesionales de la gastronomía que buscan promover la cocina uruguaya. Muchos colegas de Bondoux cerraron con sus empleados en seguro de paro y no saben si volverán a abrir. 

Mientras espera que esto termine y formalmente se resuelva la salida a la nueva normalidad, Bondoux participa de la iniciativa El Fuego Prendido.   Junto con otros cocineros, productores y trabajadores del rubro gastronómico y hotelero del departamento elaboran comida para entregar en los sectores más vulnerables del país. 

Para Gabriel Bialystocki, periodista, consultor en gastronomía y socio en Ibarra Brunch Bistróla pandemia tendrá consecuencias negativas en el rubro, pero también positivas. Con tristeza, se anima a decir que luego que todo pase solamente sobrevivirán los restaurantes que sepan reconvertirse y apostar a mantener su marca. Para Bialystocki ya existía una sobreoferta de restaurantes y cafés en nuestro país. Con esta crisis y los pocos márgenes de ganancia que se obtienen, muchos no tendrán otra solución que cerrar. Sin embargo también es optimista en la forma de salir del túnel.  La iniciativa que impulsaron con su esposa Florencia desde Ibarra Brunch Bistro lo confirma. Juntos, inspirados en iniciativas que habían visto en Estados Unidos, crearon Save the Restaurant, be my guest (algo así como salvemos al restaurante, quiero que seas mi invitado)A través de las redes sociales, le ofrecieron a sus clientes comprar hoy un brunch libre a futuro para cuando la pandemia termine y vuelvan a abrir. La movida fue muy exitosa y demostró la fuerza del vínculo con los clientes y las redes sociales. 

Rodrigo Martínez, es emprendedor y estaba por lanzar una app con propuestas gastronómicas cuando el viernes 13 de marzo se conocieron los primeros casos de coronavirus en Uruguay. Lo que vino después complicó ese lanzamiento pero decidieron usar la experiencia y el proyecto para ayudar. Crearon Lodesiempre.uy, un sitio que permite comprar vouchers para ayudar hoy a más de 90 restaurantes y cervecerías de Montevideo, Colonia, Canelones y Maldonado y tener un descuento el día que puedan abrir y ofrecer sus servicios. Hay dos tipos de vouchers, un voucher solidario, con el que se colabora con todos los comercios por igual, lo recaudado se divide en partes iguales entre los locales y el voucher fanático para colaborar con el restaurante o cervecería que uno elige. Más de 600 personas se sumaron a esta campaña. 

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