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Los salones de fiesta ponen guardias armados

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Fiestas. Foto: archivo El País

PARA PROTEGERSE DE LA INSEGURIDAD

Al menos tres agentes rodearán el perímetro en los eventos.

Algunos salones de fiestas contrataron guardias armados con el objetivo de disuadir robos como el ocurrido el pasado 7 de abril en la Quinta de Arteaga.

Rafael Carriquiry, director de este establecimiento, confirmó a El País que él ya empezó a aplicar la medida. Otros locales lo contactaron para saber qué empresa era la que contrataba y también la instrumentarán.

Si bien depende de qué evento se trate, colocarán al menos tres agentes alrededor del perímetro y en la zona de ingreso al salón.

Estarán desde poco antes de que comience el evento hasta algunos minutos después de su finalización.

Los guardias no tendrán una capacitación especial para estas celebraciones. Simplemente, la que reciban de parte de la empresa contratada.

Carriquiry desestimó que los invitados sean revisados por estos empleados de seguridad. "Son medidas disuasivas, no creo que realmente pueda repetirse (un asalto)", sostuvo.

En una de las últimas reuniones que mantuvieron representantes de la Cámara de Empresas de Servicios, Eventos, Fiestas y Afines (Cesefa) acordaron pedir una reunión con jerarcas del Ministerio del Interior "preocupados" por el asalto que afectó a la Quinta de Arteaga a principios de mes.

Carriquiry recordó lo "insignificante" que ha sido para los ladrones robar en este tipo de lugares ya que "no se maneja dinero en efectivo".

Por eso, en la reunión que mantendrán con el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, pedirán que esta cartera inste a todos los salones de fiesta a que no realicen transacciones en efectivo.

Si bien la mayoría lo hace —a través de cheques y tarjetas de crédito— hay algunos que aún no tomaron esta medida.

En esa reunión, con fecha a confirmar, irán a escuchar "propuestas" para mejorar la seguridad en estos locales.

El asalto.

El sábado 7 de abril un grupo de cinco delincuentes irrumpió en el predio de la Quinta de Arteaga donde estaba comenzando un cumpleaños de 15. Lo hicieron en un auto Citröen blanco, que dejaron abandonado en el sitio.

Este lugar fue asaltado por cinco delincuentes encapuchados, con pasamontañas, una escopeta y pistolas nueve milímetros.

Al llegar al lugar dispararon al aire con el objetivo de causar temor en unos 40 invitados que habían arribado sobre las 20:30 horas. Algunos de ellos, ya dentro del salón, se escondieron debajo de la mesa y se encerraron en el baño.

Los delincuentes lograron robar billeteras, celulares y joyas a los invitados en la zona de acceso al salón, al que la cumpleañera aún no había arribado. A una mujer le arrancaron un collar que vestía en el cuello y al padre de la homenajeada lo amenazaron de muerte si no se tiraba al piso. "Fueron momentos de mucho temor para todos", según relató un testigo a El País.

Luego de robar, y no poder hacerse con dinero en efectivo, los ladrones abordaron un auto bordó con matrícula argentina, que estaba terminando de estacionar. Uno de los delincuentes se acercó al lado del acompañante y disparó contra el vidrio. Las tres personas que venían en el coche descendieron y fueron obligadas a tirarse al piso. Los ladrones, de los que algunos testigos aseguraron tenían "un buen dialecto", robaron documentos y celulares y fugaron a gran velocidad. Pocos minutos más tarde, llegó la Policía y una emergencia médica que atendió a personas con picos de presión tras lo ocurrido. Como no hubo heridos, la celebración se llevó a cabo sin ningún tipo de inconveniente.

En la misma Quinta de Arteaga, pero en un salón lindero al cumpleaños, se realizó un casamiento, en el que no se enteraron de lo sucedido.

Accidente.

Un día después del robo, los delincuentes cambiaron la chapa argentina por una del departamento de San José. El domingo a la noche, protagonizaron un accidente de tránsito en la esquina de Peabody y Montalvo, en el barrio Lezica.

Tras el siniestro, los asaltantes salieron del auto ilesos y amenazaron con sus armas a los ocupantes del otro vehículo que no sufrieron lesiones de gravedad. Luego, se fueron corriendo.

El auto, que quedó a disposición policial, sufrió varias roturas en el lado del acompañante y en el parabrisas.

La Policía no pudo encontrar a los delincuentes y aún está en su búsqueda.

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