EMERGENCIA SANITARIA

El año pasado, en la madrugada del tercer lunes de julio, en Montevideo había más personas durmiendo en las calles que camas en los refugios. En la madrugada del cuarto lunes de julio, pero de este 2021, hay más lugares en los refugios que personas pernoctando a la intemperie en la capital. No es que haya caído la demanda. Al contrario: creció la oferta para pasar la noche bajo techo y, a la vez, se contabilizaron 523 sujetos más en situación de calle.

Cada vez que el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) realiza un conteo de las personas en situación de calle, se encuentra con lo mismo: la cifra no para de crecer. El último relevamiento, el que se inició en la madrugada del cuarto lunes de julio, muestra que en Montevideo hay al menos 3.907 personas sin techo: uno de cada 350 habitantes del departamento duerme en un refugio del Mides o deambula por la ciudad cargando con sus pertenencias, hace de un escaloncito su único colchón o aprovecha unas telas viejas para mantenerse en la oscuridad cuando sale el sol.

Son 16% más que el año anterior. Son 55% más que previo a la pandemia. Son 102% más que hace un lustro…

Pablo Bartol, el exministro de Desarrollo Social que fue relevado de su cargo el primer día de mayo, había advertido que “el Mides solo no puede”. Él había planteado el incremento de camas e incluso había ideado un sistema de cuchetas (estilo las cápsulas en las que descansan en Japón) que no prosperó y que buscaba “una solución de emergencia”. Pero, a la par, decía que “como el problema es endémico, se necesita avanzar en los asuntos de fondo”.

Un año después de esas palabras de Bartol, incremento de la pandemia mediante, el actual ministro, Martín Lema, vuelve sobre lo mismo: “Las causas de estas situaciones (de calle) son multifactoriales: pueden estar vinculadas a adicciones, a problemas de salud mental, a oportunidades laborales, al acceso a la vivienda”. Y, completa, el Mides solo no puede: “Lo que estamos fortaleciendo son las articulaciones y tenemos un encuentro, casi semanal, con Vivienda”.

Menos del 4% de las personas en situación de calle, censadas el cuarto lunes de julio, estaba en una “vivienda de apoyo”. Consta de un programa en el que se busca que los usuarios autogestionen un hogar. La directora Nacional de Protección Social, Fernanda Auersperg, reconoció que ese instrumento da un paso más que “la solución de emergencia” y se basa en un modelo que tuvo éxito en Norteamérica y los países del norte de Europa: Housing First (primero la casa).

Pese a que la película muestra lo mismo (un agravamiento de la cantidad de personas en situación de calle), el último conteo da cuenta de un cambio de perfil: 528 niños, menores de 12 años, estaban durmiendo en refugios (con sus madres o un familiar).

“Es un cambio de perfil, más similar a la crisis de 2002, en que familias quedaron en la calle. Esa es una novedad que no venía observándose desde hacía años y que está en estrecho vínculo con la crisis económica, con los 100.000 nuevos pobres, con la pérdida del empleo”, explicó el doctor en Antropología Marcelo Rossal, integrante del proyecto universitario Conflictos y Desigualdades en relación a la Situación de Calle.

En comparación al censo realizado antes de la pandemia, en la emergencia sanitaria hubo un crecimiento de 55% (1.389 personas más) en situación de calle en la capital. Desde el Mides rescataron que “tres de cada cuatro se encontraban (esa noche) en dispositivos” de la cartera. En 2019 era el 59%, aunque el censo en aquel año se había desarrollado una cálida noche de abril, previo al operativo de invierno.

Rossal insiste en que el aumento de camas en refugios tiene que “cabalgar a la par de medidas más fuertes: inversión pública para el empleo, el acceso a la vivienda, las transferencias monetarias… una cosa no tiene que anular la otra”.

Dentro del cambio de perfil, se destaca que el 39,5% de los censados estaban acampando: con toldos, fogones, cartones... Es un 10% que en el conteo anterior y, según explicó Auersperg, existe una responsabilidad de la Intendencia de Montevideo en que esas personas no ocupen el espacio público.

Al respecto, la directora de Desarrollo Social de la comuna, Mercedes Clara, respondió que “se atienden las denuncias, se recorre las calles y se lleva a las personas al Mides”. Pero, concluyó, “la preocupación no es solo por el malestar de un vecino sobre el uso del espacio público, sino, sobre todo, por lo inhumano que significa dormir en la calle”.