25° EDICIÓN
Mientras las fotos de los desaparecidos se mostraron en una camioneta, la convocatoria masiva se hizo en redes sociales. Igualmente hubo pequeños actos, entre ellos en la plaza Luisa Cuesta.
A diferencia de las ediciones anteriores, la 25° Marcha del Silencio evitó las aglomeraciones de gente debido a la pandemia de coronavirus y se realizó de formas alternativas. Desde una camioneta con una pantalla que recorrió 18 de julio a intervenciones en fachadas de edificios y plazas del país. También hubo pequeñas concentraciones en algunos lugares.
Desde la mañana del miércoles 20 de mayo pudo verse en distintos puntos del país, especialmente en Montevideo, intervenciones variadas para recordar a los detenidos desaparecidos durante la dictadura.
En Montevideo, en Plaza Cagancha, se colocaron retratos de todos los desaparecidos y una muestra del proyecto "Imágenes del silencio", trabajo fotográfico en el que distintas personalidades se retrataron junto a fotografías de las personas desaparecidas durante la dictadura.
Además, en distintas avenidas de Montevideo se pudieron ver huellas de pisadas y margaritas plantadas en distintos puntos de la ciudad. En Avenida Italia también se vieron los retratos de los desaparecidos.
La acción principal fue desarrollada por la Avenida 18 de julio pero esta vez no fue masiva. Desde la organización Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos se convocó a acompañar mediante redes sociales. Por la avenida principal de Montevideo marchó una camioneta con una pantalla que mostraba fotos de desaparecidos.
Algunas personas acompañaron al camión y en distintos puntos de la avenida hubo pequeñas aglomeraciones. Luego todos se reunieron en la Plaza Cagancha, donde se leyeron los nombres, cada uno seguido por un "presente".
Si bien la convocatoria fue a acompañar esta edición mediante redes sociales y desde sus casas, en algunos puntos se realizaron pequeñas convocatorias en las que se asistió a la lectura de nombres.
Uno de estos lugares fue en la plaza Luisa Cuesta, ubicada en el barrio de la Aguada. Cerca de un centenar de personas se reunieron en la plaza que lleva el nombre de una de las militantes más reconocidas de esta causa, madre de Nebio Melo Cuesta, desaparecido durante la dictadura.