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Madres adolescentes encuentran asistencia y refugio en el INAU

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Espacio Amatista. Foto: Leonardo Mainé

HAY SOLO DOS CENTROS DE SU TIPO

El Espacio Amatista, del barrio Palermo, fue reacondicionado hace un año. El hogar integral con asistencia 24 horas tiene lugar para 12 madres adolescentes y sus hijos.

En todo el territorio uruguayo hay, en total, dos espacios preparados para atender de manera integral y cubriendo las 24 horas del día a madres adolescentes y sus hijos. Ambos están ubicados en Montevideo y solo uno de estos depende totalmente del Instituto del Niño y Adolescente de Uruguay (INAU). Se trata del Espacio Amatista, ubicado en el barrio Palermo, que en octubre conmemora un año de su remodelación y puesta a punto de instalaciones para dar techo y atención a chicas en situación de vulnerabilidad. Si bien el centro existía, el cambio a la nueva dirección y las reformas significaron una evolución importante para el trabajo y la atención que se brinda a las adolescentes.

Hasta el momento el Espacio Amatista tiene lugar para 12 chicas, que una vez que ingresan pueden permanecer allí el tiempo que sea necesario dependiendo de las características de cada caso, desde un mes hasta un año o más, hasta cumplida la mayoría de edad. Actualmente están cubiertos todos los cupos.

El otro centro, La Bonne Garde, está ubicado en el barrio La Teja, es privado y administrado por convenio por INAU. Según explicó el presidente del INAU, Pablo Abdala, a El País, no está presente la idea de abrir más centros de estas características en el resto de los departamentos. “En este aspecto no hay una situación de demanda insatisfecha, ni de dificultades en cuanto a las respuestas”. Si bien ambos centros están orientados a la población de Montevideo, ante una necesidad específica también se reciben madres del interior junto a sus hijos.

“No hay un tiempo de permanencia determinado, algunas están pocos meses y otras un año o más, y hasta cumplir los 18 años de edad. No tengo estadísticas de cómo son los promedios de estadía ni cuántas ingresaron en el último año. Y por supuesto, si una chica a los 18 está en una situación de gran vulnerabilidad y no tiene a dónde ir con su hijo, puede permanecer”, explica el presidente.

Las situaciones ante las cuales la institución responde para el amparo de las adolescentes son varias, pero las más frecuentes apuntan a la desprotección de la madre, la ausencia de otros referentes afectivos o de vínculos familiares suficientes, factores de carácter económico, violencia o adicciones en el entorno familiar. Situaciones que Abdala describe como similares a las que se consideran con cualquier adolescente que ingresa a un sistema de protección integral de 24 horas. Muchas veces son varias causas combinadas.

Dentro del centro la atención va más allá de velar por las necesidades básicas de las jóvenes y sus hijos. Al plato de comida, la higiene y la cama caliente se suman tareas que buscan acompañar a las adolescentes en un proceso de lograr la autonomía a través de la formación, para su futuro y el de sus hijos.

“Se brinda el acompañamiento emocional, psicológico. Se trabaja mucho en fortalecer el vínculo, con tareas de apoyo a las madres adolescentes que son menores de edad y que obviamente se hace necesario apuntalarlas en su maternidad, en el apego con su hijo. Al mismo tiempo se trabaja mucho en su autonomía, en que lo antes posible puedan egresar y por supuesto incorporarse a un ámbito familiar. Que esos hijos puedan vivir con ellas en un entorno de carácter familiar y no en un centro de 14 horas”, sostiene Abdala.

Un sistema que ahora busca transformarse

“El factor económico es muy frecuente en los hogares integrales”, remarca Abdala, y añade que este es un asunto que está muy relacionado con el plan de su administración. “La línea estratégica uno es transitar de un sistema de protección basado en la internación, a uno de protección con base en la familia. Para esto, entre otras cosas, estamos previendo y se proyectaron recursos presupuestales que posibiliten mejorar las asistencias económicas a las familias”. Abdala se refiere tanto a las familias de acogida como a las de origen: “A partir del año que viene nuestro propósito es que en situaciones donde la causa del ingreso a INAU sea económica, poder asistirlos para que eventualmente ese tránsito se pueda hacer en el ámbito familiar y no necesariamente en una institución pública”.

En apoyo a inmujeres

Campaña promueve noviazgos más sanos

Enmarcado en los lineamientos de la estrategia de la nueva administración del Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay, está el apoyo a la campaña colectiva de Inmujeres y el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) llamada “Noviazgos libres de violencia”, que lanzó su 5ª edición. La campaña invita a chicos y chicas a “50 días de reflexión” sobre qué hace a los vínculos más o menos sanos, con un enfoque en género y derechos, para así promover relaciones sin violencia.

“Por supuesto es un tema muy preocupante”, señala a El País Pablo Abdala, presidente del INAU. “Es otra de las líneas estratégicas del directorio actual, también marcada en el Presupuesto Nacional. Otro tema es la prevención y el combate a todos los centros de violencia, y allí hay distintos dispositivos. Entre estos, por supuesto, uno de los aspectos es apostar mucho a la sensibilización, a la prevención, y en eso estamos trabajando mucho con Unicef”, indicó.

“Actuamos relativamente bien en el apoyo a las víctimas cuando se produce un hecho y se judicializa, pero donde hay que trabajar mucho entre todos los actores públicos y privados, es en los aspectos culturales. Tenemos referentes temáticos a nivel territorial pero también los centros, ya sean CAIF, clubes de niños o centros juveniles, tienen que servir como una alerta temprana de indicio de violencia”, agregó Abdala.

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