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La mención a Juan José Noueched, que murió hoy de coronavirus, en uno de los libros más famosos de Galeano

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Dictadura militar. Foto: Archivo.
Batallón Florida, simulacro antisedición, foto Archivo El País, hoja 3222 del 19791031, militares D:\Users\jserrato\Desktop\Dictadura\526105.JPG
Archivo El País

NOVENO FALLECIDO DE COVID-19 

En "El libro de los abrazos", Galeano lo nombra en un relato donde señala una situación que habría vivido el recientemente fallecido en 1973, que luego el protagonista se encargó de desmentir.

El célebre escritor uruguayo Eduardo Galeano contó una historia sobre Juan José Nouechedel noveno fallecido por coronavirus en Uruguay— , en una de sus obras más reconocidas, "El libro de los abrazos" (1989).

En ese texto, Galeano lo nombra en un relato que titula "La burocracia/1", donde señala una situación que vivió el recientemente fallecido en 1973.

Allí, el escritor uruguayo narró la situación por la cual Noueched perdió una mano y lo que le ocurrió en una de las cárceles cuando quiso recuperar su brazo perdido. Sin embargo, el propio Juan José desmintió este relato en la última Revista de la Biblioteca Nacional, la número 14 dedicada a Galeano.

A continuación el relato completo que escribió Eduardo Galeano —quien escribe de manera diferente el apellido—, que se titula "La Burocracia/1":

"En tiempos de la dictadura militar, a mediados de 1973, un preso político uruguayo, Juan José Noueched, sufrió una sanción de cinco días: cinco días sin visita ni recreo, cinco días sin nada, por violación del reglamento. Desde el punto de vista del capitán que le aplicó la sanción, el reglamento no dejaba lugar a dudas. El reglamento establecía claramente que los presos debían caminar en fila y con ambas manos en la espalda. Noueched había sido castigado por poner una sola mano en la espalda.

Noueched era manco.

Había caído preso en dos etapas. Primero había caído su brazo. Después, él. El brazo cayó en Montevideo. Noueched venía escapando a todo correr cuando el policía que lo perseguía alcanzó a pegarle un manotón, le gritó: ¡Dése preso! y se quedó con el brazo en la mano. El resto de Noueched cayó un año y medio después, en Paysandú.

En la cárcel, Noueched quiso recuperar su brazo perdido:

- Haga una solicitud -le dijeron.

Él explicó que no tenía lápiz:

- Haga una solicitud de lápiz - le dijeron.

Entonces tuvo lápiz, pero no tenía papel:

- Haga una solicitud de papel - le dijeron.

Cuando por fin tuvo lápiz y papel, formuló su solicitud de brazo. Al tiempo, le contestaron. Que no. No se podía: el brazo estaba en otro expediente. A él lo había procesado la justicia militar. Al brazo, la justicia civil".

(Fragmento de El libro de los abrazos - Eduardo Galeano)


El desmentido

Este es el “desmentido” del protagonista:

Fantasía sobre un manco en apuros de Eduardo Galeano

Nunca fui sancionado por no llevar las manos atrás; si, algún bastonazo de algún soldado poco sagaz y con odio.

Sobre el brazo: estando clandestino dos policías me identificaron e intentaron detenerme en un barrio de la periferia de Salto. Hubo balazos, quedó uno herido y yo escapé a la casa donde habitábamos. La evacuamos y dejé el brazo en el “berretín”, ahora un estorbo innecesario.

En el penal de Libertad, años después, me lo devolvieron sin que yo lo hubiera reclamado nunca. Milagro de una burocracia demorada y correcta.
A E.G lo conocí en reuniones de padres en el colegio donde iban nuestros hijos por el año 1966/67 y no hubo más comunicación.

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