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Inquilina denuncia cambio de cerradura

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Tras el ataque, el hombre fue trasladado a un hospital. Su vida no corre peligro. Foto: Archivo El País

MONTEVIDEO

Desde el jueves pasado Giuliana no tiene dónde dormir. La justificación que le dio la propietaria del apartamento es que no quiere alquilarle el lugar a uruguayos sino solo a inmigrantes.

A las 22:30 horas del jueves pasado, Giuliana regresó a su casa, ubicada en Soriano y Barrios Amorín junto a su hija de dos años. Al intentar abrir la puerta constató que la cerradura había sido cambiada. “Apareció la dueña del apartamento junto con dos personas y me dijo que quería que me fuera del lugar. A cambio me ofreció 20 mil pesos. Me dijo que si no aceptaba me iban a hacer una denuncia por robo y por estafa y no sé cuántas mentiras más. Pero yo les dije que no me podían echar así nomás, teniendo un contrato vigente y los pagos al día”, contó la joven a El País.

La justificación que le había dado la propietaria del apartamento era que no quería alquilarle el lugar a uruguayos sino solo a inmigrantes. En ese momento Giuliana compartía el apartamento con una venezolana. “Cuando firmé el contrato, la propietaria sabía que yo era uruguaya, porque vio mi cédula”, dijo.

Ante la desesperación del momento, Giuliana decidió llamar a la Policía, que demoró casi una hora en llegar. “Una vez que arribaron les conté lo sucedido y ellos me dijeron que no podían hacer nada porque era algo que debía pasar por la Justicia. Me llevaron a la Seccional y ahí hice la denuncia, pero como el fiscal atendía hasta las 12 de la noche, y ya había pasado esa hora, debía esperar hasta el otro día”, narró.

En ese momento Giuliana no tenía a dónde ir. “No sabía qué hacer, eran las 12:30 de la noche y no tenía dónde quedarme a dormir. Hasta que un amigo me ofreció hospedaje por esa noche”, contó.

Luego de 5 días de ocurrido el hecho, según cuenta Giuliana, aún no ha recibido una respuesta. Uno de esos días, dice, tuvo que dormir junto con su hija de dos años en la terminal de Tres Cruces porque su amigo no la pudo alojar. “No me puedo quedar muchos días más ahí porque mi amigo vive con varios familiares más y no tiene mucho lugar”, dice.

“Hay todo un procedimiento para desalojar. No me pueden sacar así de un lugar donde tengo contrato vigente de enero hasta septiembre”, concluyó.

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