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La historia política y las dudas sobre el futuro de la duna en la que se enterró Lacalle

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La Paloma, Rocha. Foto: Nicolás Delgado.

MOVIMIENTOS DE ARENA

Explican cómo fue que la arena invadió el camino que va a lo del presidente Luis Lacalle Pou en La Paloma, Rocha.

La foto se viraliza tanto como los saludos navideños. Es 25 de diciembre, está cayendo el sol y el presidente Luis Lacalle Pou, descalzo, de bermudas y remera, camina entre una camioneta que está enterrada en la arena y un cuatriciclo. Algunos lo critican, el ministro de Ambiente, Adrián Peña, lo defiende en Twitter, y el alcalde de La Paloma, Alcides Perdomo, resuelve cerrar la calle con cuatro troncos. El camino convertido en duna revela un problema ambiental que, según Perdomo, se profundizó por una política de uno de sus antecesores, también dirigente del Frente Amplio.

Los vientos pamperos acarician demasiado seguido las costas de Rocha, fundamentalmente en invierno, y arrastran la arena voladora desde la playa hasta la primera línea de casas o árboles. El médano que estaba en Anaconda junto con los restos de la boite Aripuca, donde bailaban locales y visitantes en la década de 1970, cruzó la calle de a poco y terminó este verano en la puerta de la casa de la familia Fernández. A unos metros de allí fue donde quedó enterrado Lacalle Pou.

Ese camino, que llegaba hasta su casa de veraneo en La Serena, La Paloma, fue abierto inicialmente en los primeros años de 1990 y conectaba al principal balneario rochense con el camino que lleva a la laguna de Rocha. Una década después, ante el avance implacable de la arena, varios vecinos se organizaron y fundaron S.O.S., una ONG dedicada por esos años a la conservación del primer cordón de dunas que aún conservan algunas playas y que ha ido desapareciendo en otras, como Los Botes.

La Paloma, Rocha. Foto: Sebastián Cabrera.
El actual alcalde no culpa a Lacalle Pou por haber intentado pasar por allí. Foto: Sebastián Cabrera.

El actual alcalde recuerda que a principios de siglo la Intendencia de Rocha, conducida por el nacionalista Irineu Riet Correa, se descalabró. Ante este escenario, S.O.S. se encargaba de cobrar tributos departamentales a algunos vecinos de la zona y esos fondos se destinaban a la compra de gasoil. Perdomo integraba por entonces la ONG y era el encargado de controlar el suministro de gasoil a las máquinas de la intendencia que retiraban la arena. El cobro de patente y contribución inmobiliaria por parte de la ONG “era una situación que mucha gente entendía irregular, que no contribuía, y eso es cierto”, asume hoy el alcalde.

Pantallas.

Perdomo, que trabajó en la pesca y luego fundó la heladería Popi, se dedica hace 20 años a perseguir médanos de arena. En 2005, cuando el Frente accedió al gobierno nacional y departamental, S.O.S. logró financiación del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) para implementar un proyecto de conservación de dunas en La Paloma, Arachania y La Aguada, que consistía principalmente en instalar pantallas captoras de arena, ya sea de hojas de acacias o palmas.

Al asumir por primera vez como alcalde de La Paloma en 2010, Perdomo considera que esa tarea debe ser realizada por el municipio y crea la figura de “capataz de playa”, un funcionario de la alcaldía que se encarga de preservar la principal riqueza del balneario. Ese cargo fue suprimido en la siguiente administración, de José Luis Olivera, a quien Perdomo señala como el responsable de la pérdida del colchón de arena blanca de algunas playas y en particular del avance del médano que cortó la calle que conduce a La Serena.

“Faltó mantenimiento, que se trata fundamentalmente de colocar pantallas captoras. El mantenimiento terminó en 2015. Se manejaba un concepto diferente, como que las playas se arreglan solas y parecía que todo lo que habíamos hecho nosotros estaba mal. Olivera fue el responsable por el criterio que aplicó”, dijo Perdomo a El País.

Él, Olivera y Pablo Silvera son los tres representantes del Frente Amplio en el concejo municipal de La Paloma, pero la relación entre ellos no es la mejor. Consultado por El País, Olivera prefirió no hablar del tema.

Dinama.

El actual alcalde no culpa a Lacalle Pou por haber intentado pasar por una calle que día tras día dejaba de serlo. “Le puede pasar a cualquiera”, comentó.

El jerarca contó que ordenó colocar troncos para cortar esa vía para evitar que más vehículos queden enterrados y para combatir el robo de arena en la zona. Además, solicitó informes a la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama) y al Centro Universitario Regional del Este (CURE). “Pedimos una opinión técnica sobre qué sería lo mejor: si dejarlo así como está o tratar de volverlo a la playa, más allá de que si se decidiera su regreso a la playa tendría un costo muy alto en maquinaria, que por ahora es inmedible por la cantidad de arena”, dijo Perdomo. Son unos 200 metros de calle que fueron devoradados por el médano.

Luis Lacalle Pou junto a una camioneta enterrada en la arena. Foto: captura, twitter
Luis Lacalle Pou junto a una camioneta enterrada en la arena. Foto: captura, twitter

Entrada

Juan Francisco Fernández se encontró al alcalde de La Paloma (a la izquierda) junto a los troncos que cortaban la calle. Le preguntó cómo iban a solucionar la situación, porque la entrada a su casa, que antes era tan firme que circulaban autos, quedó cubierta por un manto de arena blanda. Fernández y su padre (a la derecha) contaron que la familia construyó la vivienda hace 19 años y que el avance de la arena se dio en las últimas cuatro o cinco temporadas, aunque hasta el año pasado se podía transitar en auto.

El autor de la foto que disparó la polémica

El 25 de diciembre en la tardecita, el presidente quiso ver cómo estaban las olas. Junto con su custodio al volante, Lacalle emprendió el recorrido de La Serena en su camioneta particular, pero olvidó avisarle a quien hacía las veces de chofer que pusiera el modo 4x4, una disposición de algunos vehículos que permite hacer tracción total en zonas de difícil manejo.

El mandatario, que veranea hace años en esa zona de La Paloma, sabía que podía terminar enterrado en la arena porque ha visto cómo en los últimos tres o cuatro años el camino se ha ido tapando.

Cuando lo esperado sucedió, el presidente bajó de la camioneta para proceder a sacar las ruedas y se encontró con un hombre que venía detrás, en bicicleta, y con un perro llamado Hugo. Lacalle lo vio enfocarlo con el celular y atinó a decirle “mejor una juntos”, pero el locatario alcanzó a fotografiar al presidente solo y en esa particular situación. Luego se bajó de la bici y ayudó a Lacalle a empujar la camioneta hasta sacarla de su entierro, pero más tarde compartió entre sus allegados la imagen que circuló en medios y redes, y que desató la polémica en torno al estado de las dunas (o calles) del lugar, y sobre si el presidente actuó correctamente o no al intentar transitar por allí.

Tras el episodio, un usuario subió a Twitter la foto y escribió: “Cosas que pasan, dijo el aduanero. Artículo 452, ley Nº 16.736”. Ese artículo prohíbe “las acciones de particulares que mediante la utilización de vehículos de cualquier especie accedan a la franja de defensa de costas”. Además, el usuario etiquetó al ministro de Ambiente, Adrián Peña, en la publicación. El jerarca respondió el tuit con el siguiente mensaje: “Es una calle camino a ‘La Serena’ .

La arena invade la misma, es común que esto pase y varios vehículos ayer pasaron por la misma situación. No es duna, es calle. Gracias por la preocupación”.

Por su parte, el concejal de La Paloma Pablo Silvera, del Frente Amplio, publicó en su Facebook la foto en la que aparece el mandatario junto a su vehículo y otra foto de un cartel, que aún no ha sido colocado, que dice “prohibido circular con vehículos por la costa”, y que agrega que las multas pueden llegar a 25 Unidades Reajustables, que equivalen a $ 32.294. El cartel recuerda que el teléfono que recepciona las denuncias es el 106. (Producción: Paula Barquet)

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