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La historia detrás del cuchillero que fabricó la pieza que recibió Lacalle Pou en Florida

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Luis Lacalle Pou prueba el filo de un cuchillo en Florida cuando se celebra el 195 de la Declaratoria de la Independencia. Foto: Leonardo Mainé

ÁLVARO SANJORGE

Álvaro Sanjorge ha entregado ya sus cuchillos a tres presidentes en ejercicio. Los otros dos fueron Tabaré Vázquez y José Mujica, cuando visitaron el departamento.

Los cuchilleros artesanales que viven de sus piezas en Uruguay serán unos 10, señala a El País Álvaro Sanjorge, quien fabricó el cuchillo que la Intendencia de Florida le obsequió hoy al presidente Luis Lacalle Pou en su visita la departamento para celebrar el 195 aniversario de la Declaratoria de la Independencia.

Sanjorge, de 60 años, hace 20 años que se dedica a hacer cuchillos de manera profesional, de forma manual y "exclusivamente artesanal" sin procesos de automatización, "todo sobre la forja", llegando a superar la cifra de más de 4.000 piezas que han llegado a destinos tan lejanos como China, Estados Unidos y Europa. Sin embargo, esta profesión la lleva en la sangre porque su abuelo en España y su padre, ya hacían cuchillos pero para uso doméstico y unas pocas unidades.

El cuchillo que le entregó hoy al presidente llevó entre cuatro y cinco días de fabricación. "Siendo muy campero" Lacalle Pou, contó Sanjorge, resolvió fabricarle un "cuchillo criollo, de hoja bien campera" de acero al carbono, mientras que la pieza está "encavada en plata y oro". Cabe destacar que cada uno de los cuchillos lleva un número de serie que los convierte en piezas únicas cuyo valor saben destacar sobretodo los coleccionistas.

En el ejemplar que recibió Lacalle Pou lleva además grabado las iniciales de él en la tarjeta de oro del cabo", así como "su nombre y la fecha de Florida para que recuerde cuando fue recibido", precisó el cuchillero.

Sobre la anécdota de cuando el presidente le dio $ 50 cuando se lo entregó la intendenta de Florida, contó que esto se hace "siempre" y es una "tradición que viene de Europa, que los filos no se regalan, se deben vender por lo menos por la moneda mínima del país que nos encontramos", afirmó.

Sanjorge afirmó que cuando le preguntó al presidente si el cuchillo cortaba, este le respondió: "No,no. Corta bien". "Para quien lo hace que nos diga eso ya nos deja contento", resaltó Sanjorge quien consideró "un honor" que se le haya encomendado la elaboración de esta pieza para el jefe de Estado.

De esta forma, Sanjorge ha entregado ya sus cuchillos a tres presidentes en ejercicio. Los otros dos fueron Tabaré Vázquez y José Mujica, cuando visitaron el departamento.

Sanjorge también se enorgullece en presentarse como "floridense por adopción", ya que hasta hace 20 años vivía en Montevideo, departamento del que es oriundo, pero decidió instalarse allí porque le gustó Florida para instalarse con su familia con su negocio.

Para dedicarse a este oficio artesanal previamente estudió metalurgia, entre otros asuntos, hasta que en 1999 salió a dedicarse de lleno a esta tarea de manera profesional. Actualmente elabora de forma familiar "exclusivamente" cuchillería y espadas.

La gama de productos que elabora se extiende incluso a un cuchillo "doble propósito" que es cuchillo y tenedor en una sola hoja, destinados principalmente para personas que sufren de hemiplejia y sobre todo para personas mayores, dijo.

"Un día una señora me llamó y me pidió un cuchillo con esas características. Yo le pregunté cómo era la persona para ver qué mango le poníamos, si era una persona grande, una mujer. Entonces, realmente me tocó, me quedó y me va a quedar en el recuerdo cuando la señora me dice: 'Es para mi hijo que tiene seis años, que le falta un brazo'. Para mí eso fue una alegría...", contó Sanjorge y destacó: "Esa fue la anécdota más tierna creo que voy a recordar siempre".

Pensando en el futuro, Sanjorge espera que "algún nieto" u otro allegado pueda "continuar con la tradición". Por el momento ayuda a un amigo que está interesado en la cuchillería y le cuenta "algún secretito", dice entre risas. A pesar de que entiende que "en internet" hay mucha información del oficio, "la mano" sigue siendo fundamental para llegar a estas piezas.

"Es un oficio que tenés que estar enamorado porque es muy rutinario, es un poco sucio por los talleres, pero al que le gusta 'sarna con gusto no pica'", señaló Sanjorge, quien enfatizó que "el hombre hacía cuchillos de piedra y de huesos en el Neolítico. Ya nos viene acompañando hace tanto tiempo, y tal vez por eso tenga esa mística el cuchillo".

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