TERMINAL COLÓN

Para intentar mejorar la circulación. Retirar una parada cuesta $ 200.000.

El intendente Daniel Martínez aprobó esta semana los precios cotizados por la empresa Stiler S.A., constructora del Corredor Garzón, por trabajos para mejorar la circulación y el mobiliario de la avenida, que ya ha tenido varios cambios desde que fue reinaugurada en diciembre de 2012E

El pago incluye el trabajo de retirar refugios peatonales —lo cual tiene un costo de unos $ 200.000 por unidad— quitar barandas y demoler canteros que fueron previstos en la obra original del corredor.

También la demolición de separadores que se utilizan para demarcar vías de tránsito, el reacondicionamiento de otras barandas y la modificación de otras paradas.

A comienzos de abril, la Intendencia informó que, a partir de una serie de modificaciones que se tuvieron que hacer también en la terminal Colón se crearon cuatro paradas de intercambio con líneas locales "que habilitan a realizar un tercer viaje en Plaza Vidiella —una por sentido— y las otras dos en avenida Lezica, entre Iturbe y Yegros (hacia el Centro) y avenida Lezica entre Calderón de la Barca y Yegros (hacia Aviación), para mantener las mismas posibilidades de combinaciones a los usuarios".

Entre otras cosas, se eliminó el separador que establecía un carril exclusivo en la avenida Garzón, desde Carve hasta Besnes Irigoyen, y en su lugar se estableció una doble vía de tránsito mixta de vehículos particulares y ómnibus urbanos y suburbanos.

También se adecuaron los semáforos, la cartelería y la pintura en la calzada. Y las paradas en la Plaza Francisco Vidiella y el club Olimpia se localizaron sobre las aceras para las líneas urbanas y suburbanas. En la última etapa de modificaciones, se plantea invertir el recorrido de los ómnibus que recorren el Complejo América, eliminando la terminal que allí funciona para que los coches utilicen la actual Terminal Multimodal de Colón.

En febrero, el edil nacionalista Diego Rodríguez Salomón hizo un pedido de informes a la Intendencia por la decisión de eliminar los carriles exclusivos para ómnibus, levantar canteros y construir otros, y ensanchar veredas para el traslado de las paradas que están a la altura de la Plaza Vidiella y el Olimpia. De las demás preguntas que efectúa el edil se desprende que muy pocos son los vínculos y el intercambio de información entre el ejecutivo comunal y la Junta departamental (o la oposición en particular), porque en ésta se desconoce qué empresa es la encargada de realizar los trabajos, qué procedimiento utilizó la para seleccionarla y también quién realizó el proyecto , entre más detalles de una obra que se estimó costaría 300.000 dólares, sin sumar eventuales incrementos ante imprevistos.

El ex director de Movilidad Urbana de la Intendencia, Gerardo Urse, removido del cargo por la anterior intendenta Olivera, dijo en esos días, en el programa Inicio de Jornada de Radio Carve, que el equipo de la Intendencia que está levantando el Corredor es el mismo que lo instaló, y que la obra contó con varios avales y filtros, incluidos no solo los de técnicos comunales sino de jerarcas y técnicos del Ministerio de Transporte y Obras Públicas.

Durante la pasada administración también se hizo la terminal Colón, que luego las autoridades admitieron no se encuentra en el mejor lugar para los intereses del sistema de transporte y de los vecinos.

También allí ha sido necesario rever lo previsto en un comienzo. Este mes, por ejemplo, la Intendencia decidió que las líneas 148 y 174 de Cutcsa y 329 de UCOT, que viajan desde y hacia Melilla, no lleguen más a la Terminal Colón, pasando a circular por las avenidas Lezica y Garzón.