Arte

Según explicó, la pintura encontrada en Uruguay días atrás es obra de José Gutiérrez de la Vega, un imitador tardío de Bartolomé Esteban Murillo que si bien fue muy bueno interpretando el estilo del artista sevillano, es "clarísimamente diferente". 

La respuesta, tal y como lo afirmó, fue "clara y contundente": no se trata de un Murillo. Esa afirmación fue realizada por Enrique Valdivieso, historiador de arte español especializado en las obras del pintor Bartolomé Esteban Murillo (1617-1682) consultado por El País sobre la obra encontrada en Uruguaydurante un allanamiento la semana pasada. 

Valdivieso es catedrático de historia del arte en la Universidad de Sevilla y El País lo contactó para era saber un poco más acerca de la obra que pertenece al Museo Municipal de Arte Decorativo "Firma y Odilo Estevez" de Rosario (Argentina), de donde fue robado en 1983 y que 35 años después apareció en Uruguay. 

En un comienzo se dijo que la obra pertenecía al artista sevillano Murillo y que llegó a América del Sur de la mano de un inmigrante gallego que hizo una fortuna con la empresa yerbatera que fundó en Rosario. El inmigrante tenía en su haber obras de destacados artistas, algunas de ellas con un legajo que autenticaba la autoría del creador, pero este no es el caso de la pintura que se creía era de Murillo, confirmó a El País Analía García, directora del museo de Rosario.

Según explicó Valdivieso la pintura encontrada en Uruguay días atrás es obra de José Gutiérrez de la Vega, un imitador tardío de Murillo que si bien fue muy bueno interpretando el estilo del artista sevillano, es "clarísimamente diferente" y "no se puede confundir para nada", expresó.

"Gutiérrez de la Vega fue un imitador que apareció dos siglos después de su muerte (de Murillo). En el romanticismo sevillano muchos pintores lo imitaron y esta obra (encontrada) esa es consecuencia de ello", informó el historiador. 

Valdivieso indicó además que esta misma imagen fue reproducida -a su juicio- al menos una docena de veces. La primera que se realizó se encuentra en Jerez de la Frontera (España), está fechada en 1944 y lleva la firma de Gutiérrez de la Vega. 

","

El catedrático también fue enfático al afirmar que la pintura es la obra llamada "La ascensión de Santa Catalina" -como se informó- sino que representa a Filomena, una santa que fue descubierta a principios del siglo XIX y que generó gran devoción en España. 

"Esa es una obra que Murillo no pudo pintar nunca, entre otras cosas porque Santa Filomena es una santa del siglo XIX", dijo el experto. Es decir que la obra nunca fue pintada por el artista sevillano sino que Gutiérrez de la Vega -al igual que otros imitadores- se guió por el espíritu y el estilo de Murillo para hacer una obra completamente nueva. 

Filomena se hizo muy famosa y en Madrid generó mucha devoción, así que le encargaron a Gutiérrez de la Vega que hiciera ese tipo de pinturas. "El que tenga dudas que consulte en mi libro sobre pintura romántica sevillana. En el capítulo de Gutiérrez de la Vega verá una imagen exacta a esa que se encontró. En el Palacio de Diana de Córdoba hay otra exacta", explicó.

Por su parte, la directora del museo de Rosario indicó que gracias a los avances tecnológicos con los que se cuenta en la actualidad se podrá realizar una radiografía que determine el tipo de trazos que hay en la pintura. Este tipo de pericias ayudarán a determinar quién es el autor de la obra. 

García aseguró que le "encantaría poder invitar al experto europeo" que tiene los conocimientos suficientes acerca de Murillo para verificar quién pintó el cuadro realmente. Ahora, afirmó, "la pintura es anónima". 

La obra todavía se encuentra en Montevideo y está custodiada en el Museo de Artes Visuales. Hace dos días se determinó que se trataba de la pintura que había sido robada en 1983 con ayuda del marco que quedó en el museo con algunos retazos del lienzo. 

En el momento en que vuelva a Argentina se realizarán los estudios correspondientes para determinar la autoría de la obra.