IGLESIA CATÓLICA

Obispo de Melo, Heriberto Bodeant, usa la Semana Santa para motivar la cristiandad.

Uno de cada tres uruguayos se define como católico. Es la cifra más baja desde que hay registro. Y ante esta pérdida de fieles la Iglesia Católica está urgida de retomar -o de intensificar- la evangelización.

Así lo dejó en claro el obispo de Melo, Heriberto Bodeant: “Como cristianos nunca podemos olvidar -menos aún en este año electoral- que nuestra primera pertenencia y nuestra primera fidelidad la debemos a Cristo”. Y resumió: “Evangelizar es y seguirá siendo la misión de la Iglesia”.

En su sermón con motivo de la misa Crismal, el sacerdote insistió en que “nadie tiene porque dejar nada, ni salir de donde esté; porque allí donde esté, cada cristiano tiene su misión: descubrir la acción del Espíritu, la obra salvadora de Dios que se abre camino en la historia de los hombres. Y al descubrir esa presencia y esa obra, ponerse -en la medida de sus posibilidades- a colaborar en ella”.

Su pedido se enmarca en una arremetida de la Iglesia Católica uruguaya por recobrar protagonismo. “Uruguay jamás tuvo una Iglesia Católica fuerte, incluso en la época de la colonia”, aclaró el sociólogo Néstor Da Costa. Pero “los uruguayos creemos que la Iglesia es más fuerte de lo que es”.

En cierta época esa fortaleza estaba representada en las decisiones políticas, dado que el Estado se separó de la religión hace exactamente 100 años. Luego estaba marcada por una mayoría católica. Tanto es así que hace dos décadas los uruguayos que se autodefinían como católicos eran el doble del porcentaje actual, según revela la última edición del Latinobarómetro.

La misma encuesta muestra que la cantidad de ateos, agnósticos y personas sin religión supera ampliamente a los católicos y alcanza a la mitad de la población.

La movida de las balconeras de “Navidad con Jesús” o de la estatua de María en la rambla no han podido cambiar la tendencia. Un fenómeno en el que influye el movimiento feminista, los escándalos de pederastia, de cuestionamiento a la actitud de la Iglesia en momentos clave de la historia, de descreimiento en las instituciones clásicas y de cambios de liderazgos.

¿Cambió el líder? No necesariamente. Los sociólogos pensaban que la presencia de un papa sudamericano podría revertir la tendencia. Pero el cambio de líder refiere a lo que halló el sociólogo Da Costa junto al cordobés Gustavo Morello: “Venimos observando, especialmente en Montevideo, que cada persona es su propia autoridad religiosa. Eso no significa que cada uno hace lo que se le canta, sino que las tradiciones siguen siendo relevantes, pero se mezclan con los nuevos estilos de vida”.

“Si las personas trans han sufrido ahí tiene que estar el corazón del Evangelio”. El cardenal Daniel Sturla no firmó la convocatoria de grupos evangélicos para derogar la ley trans aprobada el año pasado. Sturla explicó a La Tele que no está de acuerdo “con todo lo que dice la ley”, en especial con el primer artículo que refiere a la libre identidad de género, pero entiende “hay que apoyar a estas personas (que sufren discriminación)”. La recolección de firmas para el referéndum llega a 69.360 rúbricas.