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Una estrategia para acabar con el nuevo analfabetismo

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InfOk
Charla de Enrique Iglesias, economista uruguayo, organizada por el CED e InfoK, Montevideo, ND 20191217 foto Leonardo Maine - Archivo El Pais
Leonardo Mainé/Archivo El Pais

HERRAMIENTA CONTRA LA DESINFORMACIÓN

Lanzan Infok, iniciativa para combatir la desinformación

La biblioteca de Alejandría fue, durante siglos, el archivo más vasto de información que había conocido jamás la humanidad. Hoy cualquiera que tenga un smartphone carga en su bolsillo o cartera más datos que todas aquellas estanterías. No solo eso: en menos de lo que dura en cambiar la luz del semáforo, por internet se transfieren más contenidos de los que tenía aquella reliquia del norte egipcio.

La información -o el contenido disfrazado de información veraz- es de tal magnitud que el ser humano ha pasado a ser, otra vez, analfabeto. Ya no se trata de aprender las letras, saber leer o escribir. Ya no basta con conocer cómo se prende y apaga una computadora, o cómo se descarga una app.

¿Acaso no será necesario dar un salto más para que el ciudadano tenga las herramientas que le permitan discernir entre una información de calidad y la desinformación?

Esa pregunta acompañó a los periodistas uruguayos Martín Aguirre y Mariana Rethen durante su estadía en Arizona, Estados Unidos. Y fue de esa duda que nació Infok.

Se trata de un plan de “alfabetización mediática”, eso que algunas organizaciones sociales llaman “empoderar a la ciudadanía” para que pueda ejercer la libertad de una manera crítica. Un programa que, más allá de palabras “políticamente correctas”, busca hacer talleres de capacitación, campañas de medios… educar.

Sucede que las iniciativas que han prosperado en Uruguay, hasta el momento, se han focalizado en el chequeo de la información: ¿esto que circula es una “noticia falsa”? La pareja de periodistas se propuso dar un paso más y no filtrar sobre lo que circula, sino que los que producen (periodistas) y los que consumen (público) sean capaces de “separar la paja del trigo” y así eliminar la desinformación desde el origen.

Si el racionalismo existencial se basó en la premisa de René Descartes (“primero pienso, luego existo”), la nueva era tenderá a sedimentarse sobre el “primero dudo, luego comparto”.

Lo que ha sucedido durante la última campaña electoral, en la que proliferaron falsas noticias disfrazadas de información valiosa, “ha venido a demostraron que la alfabetización mediática no se acaba en una elección”, dijo ayer, durante la presentación de la iniciativa, la periodista Rethen.

Para que ello sea así, a comienzos del año lectivo se sumarán las plataformas del Plan Ceibal e Ibirapitá para hacer llegar las lecciones al público objetivo (con énfasis en los más pequeños, esos nativos digitales, y los más adultos, esos a los que más les cuesta el cambio de paradigma).

“Cuando parecía que la primera revolución industrial derivaría en un nirvana de felicidad, los avances tecnológicos también trajeron las guerras”, señaló Enrique Iglesias, presidente de la Fundación Astur que apoya el novel emprendimiento. Con internet, dijo el expresidente del Banco Interamericano de Desarrollo, pasa lo mismo: trae esperanzas y desesperanzas… “eso nos obliga a pensar en una regulación”.

En esa misma línea centró su discurso el presidente de Ceibal, Miguel Brechner, quien llegó a preguntarse: ¿cabe la libertad de prensa para los robots? Y, al igual que su par de la embajada de Estados Unidos, insistió: la democracia se basa en la confianza.

@InfokUruguay. Iniciativa del CED con apoyo de embajada de EE.UU., Astur, Ceibal y News Literacy Project, el News Lab y Andebu.

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