Publicidad

Enrique "Cachete" Espert: “No le deseo a nadie los 143 días que pasé en CTI”

Las piernas no le responden, pero sí reaprendió a escribir y a escuchar. Más de una vez pensó que le había llegado el momento. Y ahora deja en claro que no le gusta que hagan política con el covid.

Compartir esta noticia
Enrique "Cachete" Espert. Foto: Marcelo Bonjour.
Enrique "Cachete" Espert. Foto: Marcelo Bonjour.
Marcelo Bonjour/Archivo El Pais

Tomer Urwicz
Un cuerpo lánguido yace sobre un colchón de dos plazas. Sus piernas inertes reposan en un ángulo de 45 grados. Habla bajo y con voz gutural, más áspera que de costumbre. Confunde los nombres de las cuidadoras que lo asisten. Nadie diría que ese cuerpo convaleciente es el de un hombre al que se lo vincula con el poder.Pero un cartel con letras rojas que cuelga en una de las paredes de su habitación da una pista: “Bienvenido a su casa, Enrique Espert (18/08/2021)”. No a todos los mortales se los consagra con la chance de vivir dos vidas. Enrique “Cachete” Espert -77 años, presidente de la gremial de carnavaleros, dirigente de los vendedores de diarios y revistas, contratista de fútbol, dueño de caballos de carreras y exboxeador- puede sentirse bendecido. Porque tras 143 días de estadía en la unidad de cuidados intensivos de la Asociación Española, a causa del covid-19, ahora espera el inicio del concurso oficial de Carnaval en su habitación de Pocitos.

-¿Le vio la cara a la muerte?

-Los médicos dicen que fui récord de internación por covid-19 en Uruguay. En esa larga estadía, más de una vez me dieron vuelta (en posición decúbito prono), una posición en la cual ya no queda mucho por hacer para reanimar a la persona. A mi familia le llegaron a decir que de esa (recaída) no salía vivo... que me quedaban pocas horas.

-¿Por qué sobrevivió?

-No sé. He tomado muchas vitaminas. He hecho ejercicio casi toda mi vida. Fui boxeador. Y sobre todo los médicos y el equipo de salud de La Española hicieron un esfuerzo impresionante. Tengo que agradecerle a cada uno de ellos. Me hacían radiografías casi todos los días. Me cansaron a pinchazos. Hasta me daban comida procesada a través de un tubo conectado directo al estómago. Tuve que aprender a escribir otra vez.-¿Tuvo miedo?-No, miedo no. Pero me ponía nervioso que entraran dos o tres pacientes y morían dos. Entraban otros dos, moría uno. Era una cosa de locos cómo moría la gente. Cada vez que le preguntaba a una enfermera por algún paciente, la respuesta cantada era: “Marchó hace dos días”. En un momento dejé de preguntar.

-En Carnaval son frecuentes las bromas en que se lo tilda del protagonista de El Padrino versión nacional. ¿Sintió que en el hospital al final todos somos indefensos ante un virus microscópico?

-Esta enfermedad no se la deseo a nadie. No le deseo a nadie los 143 días que pasé en el CTI. Tampoco el tiempo de recuperación. Varias veces pensé que era el momento de partir. Porque a veces te parece que la enfermedad no termina más. Hacés recuperación y no ves el avance. Pensás... pensás bastante.

-¿Pensó en replantearse su vida?

-Ya estoy grande. Tengo 77 años. Ya no es tiempo de replanteos ni religiosos ni filosóficos. Soy católico. Pero no hay mucho para hacerle: fíjese que ahora, aunque dicen que el virus es más suave, está todo el mundo con él.

-¿Cómo contrajo covid?-Yo qué sé. Puede haber sido en la sede de Daecpu, varios de ahí dimos positivo. Hice una fiebre muy alta y mucho cansancio. No me quería internar, hasta que (Julio) Martínez, el director de La Española, me dijo: te tenés que internar. Así estuve varios meses, algunos consciente y otros no.

-¿Qué hacía en los momentos en que estaba consciente?-Leía, miraba televisión, pasaba con amigos. Pero como me agarré covid y después otras infecciones... no tenían tanto “tiempo libre”.

-Hay quienes descreen de esta enfermedad y del virus, ¿qué piensa sobre ellos?-El que descree de esto es un loco. Todos esos que no creen en las vacunas están locos. Mirá que a la larga vuelven todos a darse las vacunas, eh.

-¿Es correcto que para el aforo del Teatro de Verano se exijan las vacunas?-Sí, creo que es lo mejor.

-¿Eso convierte al carnaval en una fiesta menos popular y que limita la libertad de vacunarse o no?-Si te llega el covid estando vacunado, te va a llegar más liviano. Así que la mejor posición es estar vacunado. Ya está bien estudiado.

-¿Se puede hacer humor con covid?-No creo que deba hacerse humor con eso. No solo en Uruguay: es algo muy doloroso para casi todas las familias. Date cuenta que ha muerto mucha gente y sigue muriendo. Me parece un tema para quedarme callado en lugar de hacer humor. Ya lo viví en carne propia.-

Si el letrista que usted contrata para su murga escribiera una cuarteta con humor de la pandemia, ¿lo censuraría?-Pueden hacerse cuartetas de la pandemia, pero bien pueden hacerse cuartetas para homenajear a todos los caídos. Cuando hay una enfermedad y una desgracia es mala para todos.

Enrique "Cachete" Espert. Foto: Marcelo Bonjour.
Enrique "Cachete" Espert. Foto: Marcelo Bonjour.

-¿Los políticos uruguayos entendieron eso?

-Los políticos para su viveza usan igual cualquier cosa. No me agrada el político que usa la enfermedad para hacer política.-

¿Se notará el cambio de gobierno en la intensidad de la crítica?-Siempre hay letristas que dan palo.

-¿Pero no hay una mayoría de murgas de izquierda que podría condicionar los textos con críticas?-

No estoy seguro. Hay varios letristas a los que les gusta dar guasca. Muchos son del Frente (Amplio) e igual le dan palo al Frente.

-Entonces Lacalle Pou no recibirá más palo que Tabaré Vázquez…-A Tabaré le perdonaron un montón...

-Y eso que era su amigo…-Eso no tiene nada que ver. Pobrecito. ¡Dios lo tenga en la gloria! Soy amigo de todos los presidentes.

-¿Cómo evalúa a Lacalle Pou?-Creo que es un buen presidente.

-El concurso de carnaval coincide en medio de la campaña por el referéndum de la LUC. ¿Teme que el carnaval acabe siendo en un escenario de puja política?-

Cuando hay cosas populares, y más de política, se meten adentro. Puede que haya algo de relajo, pero nada muy distinto a lo que pasa siempre. Se va a seguir criticando para todos lados, si es posible con educación. Soy el presidente de Daecpu, pero no estoy de acuerdo con que una murga (Cayó la Cabra) haya criticado al fallecido ministro del Interior (Jorge) Larrañaga.

-¿Por qué? ¿Hay límites para el humor?-A los muertos hay que dejarlos tranquilos.

-¿Incluso cuando esos muertos hayan sido personajes públicos?

-(Un largo silencio, los ojos se le empiezan a poner llorosos). A los muertos los dejaría tranquilos.

-¿Entonces hay límites para el humor?

-Yo te estoy diciendo lo que hago yo. Si los demás quieren putear o faltar el respeto, que hagan lo que quieran. Suena el teléfono celular y la entrevista se interrumpe. Lo llaman por la venta de unos jugadores de fútbol africanos. Cachete insiste en que “son jugadores clase A”. Al cabo de unos segundos cuelga y deja el teléfono con carcaza roja sobre el colchón con sábanas coloradas.

-¿Por qué tiene rojo en todos lados?

-Soy colorado de toda la vida. Me gusta el rojo y llevo los colores de mi partido. En vigencia de Jorge Batlle tuve mucha militancia.

-¿Cómo nota a su partido?-Siempre igual: unos días rescatás verdes y otros días, maduras.

-¿Nota recambio en el Partido Colorado?-Poco y nada.

-El Partido Colorado, como agrupación, defiende los artículos en pugna de la LUC, ¿usted?-No estoy tan compenetrado en esas cosas. A mí lo que me mueve son mis amigos y mi trabajo.

-¿Se notaron los amigos en esos más de 140 días de CTI?-¡Por favor! Yo veía a mi alrededor gente del fútbol, del carnaval, de los diarios apoyándome. Me han hecho misas de todos los rincones. No me puedo quejar de la gente. Paco Casal me hizo una misa. En esos momentos es cuando se ve a la gente de verdad.


"El carnaval no aprendió" de las denuncias de acoso.

-¿El carnaval aprendió de las denuncias sobre acosos en el ambiente?-El carnaval no aprendió. Algunos fueron castigados, bien castigados. Otros fueron nombrados sin tener nada que ver. Es fácil tirar una denuncia. Yo no tuve a nadie en mi murga (que fuera acosador). Si me entero de alguien, lo saco de la murga enseguida.

-¿Cuántas mujeres hay en su murga?

-Este año, ninguna.

-¿Aceptaría que la mitad del conjunto, por un tema de paridad, fuera mujer?-No sé. Somos un grupo de amigos, así que si están de acuerdo entre todos...

-En el trabajo con los menores de edad, ¿sí se aprendió?

-Dicen que se meten con las minas, que las acosan, pero son las dos de la mañana y están los menores actuando. El horario del menor es hasta las 22 horas. Ninguno de esos conjuntos respeta el horario del menor. Haciéndolos actuar en su horario, sería diferente.


“El diario es algo que estaba muy arraigado”

-Usted, como empresario, considera que están las condiciones para el desarrollo empresarial??-En algunos palos puede ser que sí. En la lechería y la ganadería en general viene mejorando; a eso el Frente Amplio no le dio bolilla. En otros palos, no. Yo viví toda la vida de los diarios. En los diarios, si no se cambian un par de leyes y cosas, no sobrevive el negocio.

-¿A qué se refiere?

Hay que autorizar la quita del IVA a los coleccionables y regalitos que se venden junto a los diarios. En Argentina el sector estaba más muerto que acá, y solo con ese cambio revivió. ¿Con quién hay que hablar que le explico? Ya hablé con varios que te dicen que “sí”, como a los locos.

-¿Debería el Estado promover el sustento de los diarios, como el redireccionamiento de impuestos que tienen algunos países?

-Lógico. Si es para ayudar. El diariero está por el suelo. Los vendedores sufren como locos. El diario es algo que estaba muy arraigado a la gente, no puede dejarse morir.

¿Encontraste un error?

Reportar

Temas relacionados

coronavirusCovid-19

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad