ENCUESTA DE CIFRA

La inseguridad había sido, durante la última década, el principal problema del país que identificaban los uruguayos. La llegada de COVID-19 cambió ese escenario: la salud -en buena medida asociada a los temores de la pandemia- y la economía pasaron a liderar el podio.

Según la última encuesta de la consultora Cifra, divulgada por Telemundo, los problemas económicos son el principal problema. Así lo ha señalado el 41% de los entrevistados. Se trata de un descenso de esta preocupación en comparación a la coyuntura de mayo (donde superaba a la mitad de los encuestados). Pero sigue teniendo peso, sobre todo, asociado a la “desocupación y el cierre de empresas”.

Salvo para los mayores de 60 años, que entran en los grupos de riesgo del COVID-19 y tal vez por eso perciben a la salud como el principal desafío para el país, todo el resto de la población adulta ve en la economía el talón de Aquiles. En especial los menores de 45 años. Y aunque la apreciación del problema económico es transversal a todos los partidos políticos, cobra más relieve entre los votantes frenteamplistas.

La salud es el segundo problema. Así lo entiende el 26%. Pero al igual que la economía, ha venido bajando su intensidad desde mayo. ¿Por qué? La inseguridad, aquel viejo problema que acompañó a los uruguayos a la cabeza del ranking durante una década, viene creciendo desde abril.

Pasó del 5% en abril, al 10% en mayo, y ahora al 22%. “Aún está lejos del lugar que alcanzó en estos últimos años, pero la tendencia que se observa es a una preocupación creciente”, dice el informe de Cifra.

La encuesta, que fue realizada a 1.006 entrevistados a través de llamadas telefónicas a comienzos de julio, muestra que uno de cada diez uruguayos sostiene que el principal problema del país es “otro” diferente al podio (léase no es la economía, la salud ni la inseguridad).

A diferencia de la economía y la inseguridad, señala el reporte, la salud es vista como un problema puntual, del momento, e incluso en estos meses de coronavirus, ha variado mucho la proporción de uruguayos que la ubican como problema más importante. En mayo, cuando la epidemia parecía estar bajo control, los preocupados habían descendido a apenas el 22%, y ahora en julio, con los nuevos casos, vuelve a subir a 26%.