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Después de 5 años, 3.000 vecinos logran que la Intendencia de Montevideo los escuche

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A seis cuadras del barrio, la IMM colocará una capa asfáltica para que pueda entrar una línea de ómnibus al lugar. Foto: Leonardo Mainé

BARRIO NUEVA ESPAÑA

Un ómnibus entrará al barrio; antes debían caminar 2 km.

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Hace cinco años, el exedil nacionalista Miguel Di Ruocco (actual asesor de Vivienda del senador Luis Lacalle Pou), junto con varios vecinos del barrio Nueva España, en Punta de Rieles, recolectaron más de 800 firmas para que arreglaran las calles del lugar de forma de que una línea de ómnibus pudiera entrar al barrio. Eso haría que los residentes de la zona no tuvieran que caminar los (en el peor de los casos) 2 kilómetros que los separaban de Camino Maldonado, donde pasaban las líneas de transporte público.

Hoy, cinco años después, seis cuadras del barrio están siendo arregladas. Según contaron los vecinos, se colocará una capa asfáltica que permitirá que ingrese un ómnibus y acorte al menos unas cuadras la distancia que hasta el momento deben caminar.

“En 2012 se hizo un petitorio en la Junta Departamental, pero quedó trancado porque antes se necesitaba arreglar las calles. El tema se archivó y cinco años después apareció una arquitecta y un ingeniero de la IMM junto con la alcaldesa informando que la obra se iba a llevar a cabo. Aparentemente va a ser una línea interna que sale de Belloni la que va a entrar”, explicó a El País el edil nacionalista. En esa época se había realizado otro petitorio que era la colocación de “picos de luz” en la zona ya que cuando caía el sol, el lugar quedaba sumido en una absoluta oscuridad.

Esa luminaria también se está colocando actualmente en determinadas calles.

“Nosotros tenemos los expedientes desde el momento que se inició el pedido, que en ese entonces quedó encajonado. Pero ahora en las puertas de una elección salen a hacer obras. Después de 5 años aparece la plata para arreglar las calles de Nueva España, pero esa obra, ¿no la podrían haber hecho unos años atrás cuando la gente se lo reclamó?”, se quejó Di Ruocco.

Según contó el exedil blanco, algunos vecinos que viven más lejos de la principal avenida deben levantarse a las 4 de la mañana para recorrer -bajo sol o bajo lluvia- dos kilómetros a pie hasta la parada de ómnibus, y ese trayecto, en algunas ocasiones, lo deben repetir varias veces más en el día, cuando vuelven de trabajar o cuando tienen que ir a sacar número a la policlínica de Punta de Rieles.

“El hecho de que ningún ómnibus ingrese afecta a unas 3.000 personas de las 5.000 que hay en el barrio”, dijo Di Ruocco.

Mejora

Julio Silveira hace más de 30 años que vive en Nueva España y es uno de los más damnificados por el hecho de que no haya ninguna línea de ómnibus más cerca de su casa. Hace un año que está jubilado, pero antes de eso, debía salir una hora antes de lo normal para poder llegar a tiempo a trabajar. Ahora la historia se repite cada vez que tiene que ir a realizarse algún estudio o control médico, por eso el hecho de que se comience a arreglar la calle “es un cambio importantísimo”, asegura.

Un vecino dice que caminar por el barrio es como “caminar en la luna”.  Foto: Leonardo Mainé
Un vecino dice que caminar por el barrio es como “caminar en la luna”. Foto: Leonardo Mainé

Él fue uno de los vecinos que firmó la petición en 2012 para que entrara una línea de transporte público al lugar.

“Actualmente el ómnibus está parado en Camino Maldonado a veces 20 o 30 minutos esperando a salir y en ese entonces, nos preguntamos si era posible que entrara unas seis cuadras y ahí involucrábamos a un montón de gente que realmente lo precisa. Pero nos dijeron que primero había que cambiar la caminería porque acá es todo de balastro”, contó Silveira. “No es que no tuviéramos ganas o necesidad de que saliera el proyecto en el 2012, lo que ocurrió es que no nos dieron bolilla”, agregó.

Agradece el hecho de que comenzaran a colocar picos de luz en algunas zonas y a arreglar un poco las calles, pero dice que aún falta mucho.

“En un barrio de 25 hectáreas y al colocar unas seis cuadras de capa asfáltica menos de la mitad del barrio se va a ver favorecido, sobre todo los que están a la entrada. Aunque no es nada excepcional, algo es algo”, dijo. Y agregó: “De todas formas, vamos a seguir dentro del barro, vamos a seguir dentro de la mugre y la basura, porque hemos pedido que colocaran contenedores porque se arman basurales por todos lados, pero aún no han llegado”, comentó.

Según dijo, caminar por el barrio es como “caminar en la luna”. “Caés en un pozo, salís, y te metés en otro. Son calles muy transitadas y de balastro. Entonces, ¿quién iba a poner un ómnibus para que se le rompa al poco tiempo?”, se preguntó el vecino. “Esperemos que con las luces ahora al menos podamos evitar meter las patas dentro de los pozos”, agregó.

Según contó, hace unos años una persona compró un ómnibus viejo con el que se encargaba de llevar a la gente hasta la ruta o desde la ruta al barrio, “pero duró poco, porque nadie está para poner plata y perderla”.

Explicó que no pretende que la Intendencia venga, y de un día para el otro ponga bitumen en todas las calles “porque no están las cosas para tanto, tal vez. Pero por lo menos que le den una lavada de cara a todas las calles”. “Que nos saquen de la mugre, que nos saquen de los basurales, que nos saquen del barro y de los pozos”, pidió el vecino.

También se quejó del hecho de que el intendente de Montevideo, Daniel Martínez, haya salido a decir que tuvo un superávit de 700 millones de pesos. “Teniendo ese dinero, ¿qué le cuesta hacer unas mínimas obras en el barrio y dejar a más del 70% de la gente de la zona más o menos conforme?”, se preguntó Silveira.

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