Nueva antología de relatos

En Pelota de papel, jugadores de Uruguay y Argentina se lanzan a escribir.

ANALÍA FILOSI

Seba Fernández recuerda el triunfo clásico de Nacional definido con el tiro libre de "El 10"; Diego Lugano cuenta la lección de cultura que recibió jugando en el Fenerbahce; "Coco" Conde viaja a una infancia en la que el premio del partido era el jugolín; "Bigote" López convierte un centro en una cancha chica en una metáfora para seguir remándola en la vida; Emiliano Alfaro rememora su debut en la primera de Huracán de Treinta y Tres; Santi Amorín repasa los sacrificios del Albion, y el "Piky" Cazulo y Agustín Lucas dejan volar la imaginación creando cuentos de fútbol vinculados a la locura y el encierro. Son los uruguayos que integran el segundo volumen de Pelota de papel, una antología de cuentos realizada por futbolistas, periodistas y artistas.

"La idea surgió de un intercambio con Cazulo casi epistolar, por mail, que mantenemos desde hace mucho tiempo por nuestra amistad, de haber jugado juntos en Miramar Misiones, y de compartir no solo la pasión del fútbol, sino también la pasión por los libros", recuerda Agustín Lucas, uno de los impulsores del proyecto junto a Jorge "Piky" Cazulo.

"Entre intercambios de camisetas y de libros, se nos ocurrió hacer algo parecido a una publicación de editorial Estuario que se llamó Fóbal. Eran once cuentos sobre fútbol, con una ilustración en cada cuento, de la que yo participé", continúa.

La intención era armar un libro pero con once cuentos escritos por futbolistas. En ese entonces, Cazulo ya se encontraba jugando en Sporting Cristal (Perú), donde el ayudante técnico era el argentino Mariano Soso, hoy entrenador de Emelec (Ecuador), y el preparador físico, Nico Domínguez. "Rosarinos todos y de Newells. Se colgaron con la idea de participar, y entonces ya se veía que íbamos a ser más que once", cuenta Agustín y agrega que en el origen también estuvo otro rosarino, Kurt Lutman.

"Uno de los primeros en colgarse fue El Patón Guzmán (tercer golero de la selección argentina), después Pablo Aimar… A partir de que se sumaron ellos, aparecieron otros argentinos que querían participar y se empezó a tejer una red más amplia. Se convirtió en una especie de colectivo, un movimiento que hoy está sacando un segundo libro", explica el uruguayo.

Uno de los principales objetivos de Pelota de papel es contagiar el hábito de la lectura en todos los lugares donde sea posible, pero poniendo especial hincapié en hacer llegar el objeto libro a lugares donde resulta más complicado, como por ejemplo las cárceles.

En Argentina, la coordinación está en manos de Juanky Jurado, periodista de Fox Sports que se encargó de poner en contacto a todas las partes del proyecto y sugirió a Ariel Scher como editor de los libros.

La aventura involucró a veinticuatro futbolistas en el primer tomo y más de cuarenta en el segundo. Este último se lanzó en simultáneo en Argentina, Uruguay, Chile, Colombia y México.

Pelota de papel está estructurado en capítulos conformados por tercetos: un prologuista, un escritor y un ilustrador. "Juanky y Ariel se encargan de invitar a la gente a escribir y, a partir de ahí, los vinculan con periodistas o escritores para que hagan sus prólogos, y con los ilustradores. Así se arman los tercetos. En la parte uruguaya, eso lo hago yo", señala Agustín.

Hay escritores que aparecen en los dos libros, caso de Agustín, Cazulo y Seba Fernández; otros cambian roles y en uno son escritores y en el otro prologuistas. Y hay quienes son ilustradores en los dos libros, pero con la particularidad de que algunos también son futbolistas.

Los libros fueron lanzados en la Feria del Libro de Buenos Aires; en mayo de 2016, el primero, y en mayo de 2018, el segundo. El primero vendió, entre Argentina y Uruguay, más de veinte mil ejemplares. La particularidad de Pelota de Papel es que dona el cien por ciento de las regalías. En el caso de Uruguay, el beneficiario es el colectivo Nada crece a la sombra, del que Agustín forma parte. "Trabajamos con herramientas socioculturales, como el rap, la radio y el fútbol, en contextos de encierro", detalla quien hoy, ya retirado de las canchas, escribe de fútbol en La Diaria y dicta un taller de fútbol en Nada crece a la sombra.

En la vecina orilla, las regalías van para la Fundación Sí, una ONG que tiene como principal objetivo promover la inclusión social de los sectores más vulnerables de Argentina.

Pelota de Papel recorre distintos lugares para dar a conocer el libro. En Uruguay, tuvo tres presentaciones.

La primera fue en Treinta y Tres. "Hicimos un partido de fútbol entre Huracán, el primer equipo donde jugó Emiliano Alfaro (hoy en la Súper Liga de India), y San Lorenzo, que es el equipo donde jugó mi familia, que también es de ahí. Hubo una parte artística con música en vivo", cuenta Agustín.

La segunda fue en la Fundación Mario Benedetti, con la presencia de los jugadores de Nacional, Esteban "Coco" Conde y Sebastián "Papelito" Fernández, con sus respectivos prologuistas, los escritores Carolina Bello y Fermín Solana.

Y la tercera tuvo lugar en la cantina de la sede de Villa Española, "club que viene desarrollando un movimiento social importante, vinculado con el arte", apunta Agustín, que fue uno de los presentes junto a Santi Amorín, Santiago "Bigote" López, y Mónica Santino, exfutbolista y hoy directora técnica, que trabaja en la Villa 31 de Retiro con el fútbol femenino. El cierre musical fue de Tabaré Cardozo.

A eso están abocados actualmente, no descartando que puedan venir más publicaciones. "Para mí esto es un movimiento que no para con publicar los libros", destaca Agustín, buscando echar por tierra esa idea errada de que los futbolistas no pueden ser más que eso.

Ya lo dice Sebastián Domínguez en el prólogo: "Para mí, si te gusta escribir, sos escritor; si te gusta pintar, sos artista; si te gusta hacer música, sos músico. Más allá de cualquier título que lo certifique. Podemos —y debemos— mudarnos en lo que nos apasiona".