REPATRIADOS EN CUARENTENA

Bajo un estricto protocolo de seguridad sanitaria retornaron ayer desde Buenos Aires 310 uruguayos y argentinos residentes. Esta vez la vuelta ocurrió vía marítima y con la coordinación de las cancillerías de Argentina y Uruguay. Antes de partir se les tomó la fiebre a todos los pasajeros y la tripulación.

En medio de la travesía una joven pareja detectó que su pequeña hija de dos años estaba con temperatura alta. De inmediato se lo hicieron saber a la responsable de cabina y quedaron aislados. Cuando llegaron al puerto los estaba esperando una ambulancia que los trasladó hacia su mutualista.

La joven pareja y la pequeña descendieron por la salida de los vehículos donde los esperaba la ambulancia. De esa forma se evitó que tomaran contacto con otros pasajeros.

El capitán de armamento de Buquebús, Javier Santomé, participó de todos los procesos del viaje. Vestido con todos los implementos necesarios para evitar contaminarse, dijo que se “aplicaron todos los protocolos sanitarios” para tener un viaje seguro; además agregó que el “protocolo médico” que se utiliza es “muy estricto” y que se está “en el camino correcto; estamos haciendo todas las medidas de profilaxis adecuadas para tener viajes seguros”.

La empresa naviera contrató a una compañía francesa especializada en la elaboración de protocolos sanitarios. “Hay un proceso de desinfección y toma de temperatura antes de subir”, dijo y explicó que tres pasajeros no pudieron embarcar por este motivo, dijo el jerarca. Con respecto a la niña con fiebre, señaló que “los padres cumplieron a rajatabla el protocolo”.

Si bien la niña y los padres se aislaron y se avisó a Sanidad Marítima, “se autorizó el desembarco de pasajeros porque las áreas son muy grandes. Esto no va a retrasar la bajada de los pasajeros, agregó. Y dijo que “pensamos que se trata de algo normal a un niño de dos años”.

Como ocurre con todas las personas que llegan desde el exterior, quienes retornaron ayer deberán cumplir una cuarentena de 14 días.

Geraldine, una pasajera, habló con El País mientras subía a un ómnibus. Se la vio emocionada. Quedó varada en la provincia de Neuquén hace ya dos meses. Agradeció a la Cancillería por poder volver al país.