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Cien años calibrando los motores

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De museo: el histórico camión de auxilio del Automóvil Club del Uruguay. El primer Ford T para ese servicio se adquirió en 1927.

URUGUAY MOTORIZADO: UN CENTENARIO DE SERVICIO

El Automóvil Club del Uruguay festeja un siglo de auxilios y apoyo al turismo y el deporte.

El próximo martes 12 de junio, cumplirá 100 años el Automóvil Club del Uruguay, que nació en el Hotel Alhambra de la Ciudad Vieja, en Sarandí y Bartolomé Mitre. La Asamblea Constitutiva aprobó allí los estatutos de la institución, cuyos objetivos básicos serían el apoyo a los automovilistas con auxilio mecánico en calles y rutas, la reparación en talleres, y el desarrollo del deporte sobre ruedas.

En aquellos tiempos fundacionales, Uruguay tenía una población muy joven, un 40% era menor de 15 años y un 70% tenía menos de 30. En Montevideo había unos 380.000 habitantes y un millón y medio en todo el país. Terminaba la Primera Guerra Mundial y estaban por llegar los twenty locos, con una década de prosperidad que se reflejará en la arquitectura de palacios y también en la aparición de viviendas con garages, por ejemplo las de Bello y Reborati, constructores que fundaron su empresa en 1921.

El primer auto ya había llegado a Uruguay en octubre de 1900 y seis años después había 109, cifra que ascendió a 704 en 1912, cuando debían integrarse al tránsito de carros, carruajes y tranvías, mientras se aprobaba el asfaltado de la Avenida 18 de Julio. Pero las cifras seguirían trepando casi sin parar: en 1923 había más de 10 mil y a fines de la década, unos 15 mil, junto a 5 mil camiones.

Carreras: bólido en competencia durante el Gran Premio Automóvil Club del Uruguay (1918).
Carreras: bólido en competencia durante el Gran Premio Automóvil Club del Uruguay (1918).

A un año de estar fundado, el Automóvil Club tenía 585 socios y en 1922 implantaría el servicio de auxilio en la vía pública, primero por contrato de una empresa y desde 1927 con un camión propio, un Ford T con grúa, al cual se sumaron nuevos vehículos y hasta motocicletas para abarcar servicios en electricidad, mecánica, gomería y remolque.

Mojones.

El presidente de la primera comisión directiva del club fue Roberto Pietracarpina, un nombre y apellido que también quedó registrado en la ciudad pero por una mansión, ocupada desde 1941 por la Embajada de Brasil, considerada uno de los mejores ejemplos de la arquitectura francesa del inicio del siglo XX en Montevideo, ubicada en Bulevar Artigas, inaugurada en 1913 y construida según proyecto del arquitecto Camille Gardelle a pedido de Pietracarpina para su residencia familiar.

Justamente en aquel año 41 en que esa propiedad pasó a ser diplomática quedaba inaugurado el edificio de la esquina de Colonia y Yi destinado a Estación Central de Servicio de Auxilio, Garaje y Talleres del Automóvil Club.

Entre altas y bajas, períodos de prosperidad y de estancamiento como los vividos en la década de 1990, que acumuló deudas con organismos del Estado según se confiesa en el libro-álbum del Centenario del Automóvil Club, esa obra de la estación representó un mojón clave. Cuando solo el 5% de la población conformaba la clase alta y un auto era un lujo, lo que había nacido "como una asociación de gentlemen formados en la Belle Époque para intercambiar información sobre los nuevos vehículos y organizar competencias deportivas", comenzaba a reconocer que debía dar nuevas respuestas a nuevas realidades. En ese camino de crecimiento es que en 1955 se inaugura la sede social de Libertador Lavalleja (ex Agraciada) entre Uruguay y Paysandú, un edificio de 16 pisos. Y asimismo comienza a operar un departamento de Turismo que perdura hasta hoy facilitando a los socios la compra de pasajes y alojamientos.

Con el paso de los años, la institución también participará, por ejemplo, en la educación de los conductores y en la difusión de diversas variantes en el tránsito, desde el Cambio de Mano que entró a regir en 1945 hasta el uso obligatorio del cinturón de seguridad impuesto a fines de la década de 1980, cuando había 225.900 automóviles, 89.000 camionetas, 48.130 camiones y 209.000 motos y ciclomotores. Los más memoriosos recordarán que por esos tiempos se realizaron las caravanas turísticas familiares y años después, en 1992, se creó la Escuela de Conducción.

En salones y pistas.

Antes de esa época, el Automóvil Club había organizado en 1962, en el Cilindro, el Gran Salón del Automóvil. Y desde sus inicios promovió la competencia deportiva. Al fundarse esta asociación sin fines de lucro, que hoy tiene 73.000 socios, no existía demasiada historia de competencias; la primera fue el Raid Montevideo-Salto, que se organizó en enero de 1913 por el diario La Tribuna Popular, y en 1915 la Comisión Municipal de Fiestas auspició un festival Sportivo en la Playa Carrasco y el Raid del Kilómetro. Pero poco más se registra.

La primera carrera que organizó el Automóvil Club fue el raid Montevideo-Minas-Montevideo, que contó con 18 participantes. Al año siguiente llegó el Primer Campeonato Internacional de Velocidad en la rambla Wilson, ante 10.000 espectadores. Y junto a la Asociación Uruguaya de Volantes pergeñó y organizó el Gran Premio 19 Capitales, cuya primera edición cumplió 50 años en 2018.

Sin mampara: un taxi esperando pasajeros frente al café Tupí Nambá a comienzos del siglo XX.
Sin mampara: un taxi esperando pasajeros frente al café Tupí Nambá a comienzos del
siglo XX.

Esa época añorada por los aficionados al automovilismo llegó hasta la Copa de Oro FIFA o Mundialito que en enero de 1981 le dio otro título al fútbol uruguayo. La reedición de aquello se dio a partir de 2004 con el 19 Capitales Histórico, una idea que comenzó a manejar en 2001 Jorge Tomasi, presidente del Automóvil Club desde 2007 y entonces al frente de la Comisión Deportiva.

Esa prueba ha llegado a las 14 ediciones, con más de 150 pilotos, la mayoría extranjeros, representantes de una docena de países que recorren caminos no muy transitados habitualmente, llegando en caravana a diversas ciudades, pueblos y villas del interior.

La competencia cuenta además desde 2005 con el programa Ruedas Solidarias que llevan adelante el Automóvil Club y el Rotary Club para asistir a hospitales y policlínicas, comedores y hogares de ancianos, como también para entregar becas universitarias a jóvenes no solo atraídos por los "fierros" y el rugir de motores.

CELEBRACIONES HASTA DICIEMBRE

Patrimonio, velocidad y medicina

Para celebrar el centenario del Automóvil Club, el próximo miércoles 13 de junio, a las 20:30 horas se realizará una fiesta de gala en el Teatro Solís, con la actuación de la Orquesta Filarmónica. Más adelante habrá exposiciones de pintura en el Museo del Automóvil y en el Hotel Radisson. En julio se cumplirá un congreso americano que nuclea instituciones de movilidad y de deporte de la Federación Internacional del Automóvil, de las Américas y el Caribe. También tendrá lugar la entrega de premios a los campeones latinoamericanos de automovilismo y karting de los mismos países, y se llevará a cabo la conferencia mundial sobre seguridad vial, la primera que se hace en Latinoamérica y a la que concurrirán delegados de más de 100 países. En octubre el Día del Patrimonio tendrá su fiesta en el Museo del Automóvil y habrá un desfile de autos de época por la vía pública. En noviembre llegará el premio Triple Corona y en diciembre se entregará el premio a la investigación científico-médica vinculada a la atención post siniestro. La Academia Nacional de Medicina será jurado del concurso que convoca a expertos de latinoamérica.

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