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La casa en una favela que ganó un premio internacional de arquitectura

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La casa de Delvina Borges Ramos, una trabajadora doméstica de 74 años de Brasil, ganó un premio de arquitectura internacional. Foto: La Nación GDA

DISEÑO Y ARQUITECTURA

Está en Brasil y recibió un reconocimiento por ser un ejemplo de “innovación y alta calidad arquitectónica” a bajo costo.

Poco tiempo de construcción, un terreno pequeño y un presupuesto acotado: con esos componentes, una casa de una favela en Brasil ganó un premio internacional de arquitectura. No es la más lujosa ni costosa y, sin embargo, la historia de la propiedad de Delvina Borges Ramos es un ejemplo de que, aún con pocos recursos, es posible crear espacios distintivos.

Hace 30 años, Delvina compró su casa en Vila Matilde, uno de los 96 distritos de la ciudad de San Pablo. En 2013, una tormenta derrumbó una parte del techo de la construcción y el hijo de la mujer, que hace tiempo planeaba una remodelación, decidió invertir sus ahorros para cumplir ese objetivo.

Inicialmente, el plan de la familia era vender la casa y, con los ahorros de toda la vida, comprar un departamento pequeño para Delvina. La opción no terminaba de resultar atractiva: la nueva vivienda estaría ubicada, probablemente, lejos de sus familiares, que en ese entonces vivían en Vila Matilde.

Así se ve la terraza y el patio interno de la casa, desde arriba Foto: La Nación GDA
Así se ve la terraza y el patio interno de la casa, desde arriba Foto: La Nación GDA

Cuando la tormenta aceleró el proceso de deterioro que la casa ya atravesaba hace tiempo, el hijo de Delvina se contactó con el estudio Terra e Tuma Arquitetos Associados, que finalmente fue el elegido para realizar el trabajo. El desafío fue adaptarse al presupuesto que la familia tenía y cumplir con su pedido de que la casa se edificara en el menor plazo posible para evitar que sus ahorros perdieran valor.

A la izquierda, la cocina de la casa y, a la derecha, el patio interno que conecta los distintos espacios de la planta baja Foto: La Nación GDA
A la izquierda, la cocina de la casa y, a la derecha, el patio interno que conecta los distintos espacios de la planta baja Foto: La Nación GDA

El mayor desafío, según explicaron los arquitectos, apareció en la primera etapa de construcción. Demoler la vivienda tomó cuatro meses y los cimientos, el refuerzo de las medianeras y la edificación demoró seis meses más.

En el interior de la vivienda, predominan los muebles de madera y hierro y las plantas de interiores Foto: La Nación GDA
En el interior de la vivienda, predominan los muebles de madera y hierro y las plantas de interiores Foto: La Nación GDA

La casa se extiende sobre 95 m² y se construyó en un lote de 4,8 metros de ancho por 25 de profundidad. La planta baja tiene living, cocina, lavadero, baño y una habitación. Un jardín interior conecta todos los espacios de la casa, además de cumplir la función de brindarle ventilación y buena iluminación a los ambientes.

Demoler la vivienda tomó cuatro meses y construir la nueva, seis más Foto: La Nación GDA
Demoler la vivienda tomó cuatro meses y construir la nueva, seis más Foto: La Nación GDA

Al fondo de la casa, una escalera conduce al segundo piso, que funciona como una habitación para invitados con una amplia terraza. En el interior de la vivienda, predominan los muebles de madera y hierro y las plantas de interiores. A comienzos de 2016, Arch Daily, uno de los estudios más famosos de arquitectura del mundo, realizó su premiación anual Building Of The Year 2016, en la que más de 55.000 personas votaron por sus obras favoritas, entre más de 3000 proyectos publicados. Dentro de la categoría “Casas”, el proyecto premiado fue la vivienda de Delvina, a cargo de Terra e Tuma Arquitetos Associados. Los creadores se destacaron por dar “una respuesta innovadora y de alta calidad arquitectónica” a su clienta, en una antigua vivienda deteriorada en una favela de Sao Pablo, a muy bajo costo.

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