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Cae inversión millonaria en Maldonado

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Denuncias de vecinos residentes cerca de la Laguna Garzón provocaron el retiro de los inversores norteamericanos. Foto: Víctor Rodríguez

Desarrollo y Medio Ambiente

Obras de un complejo hotelero próximo a José Ignacio iban a costar US$ 120 millones.

Maldonado perdió una inversión inmobiliaria de U$S 120 millones, de capitales norteamericanos que proyectaban construir un hotel y un condo hotel sobre la Ruta 10, a seis kilómetros de José Ignacio, según confirmó a El País el intendente Enrique Antía. Los inversores argumentaron presiones y persecución de los vecinos de la zona. El domingo hubo pegatinas en José Ignacio y amenazas telefónicas a hijos de un ex socio de la empresa.

El emprendimiento estaba a cargo de la firma Emprenurban de Argentina, que construyó en Montevideo los hoteles Dazzler, Esplendor a Wyndham Grand Hotel en Punta Carretas y recicló el antiguo Hotel Cervantes del Centro. El predio adquirido para el nuevo proyecto tiene una extensión de 23 hectáreas, ubicadas al norte de la Ruta 10, a unos mil setecientos metros del acceso al puente sobre la Laguna Garzón.

Antía recibió el pasado martes una carta firmada por Iván Kozicki, gerente general de Emprenurban argentina, quien comunicó la decisión de dejar sin efecto el emprendimiento.

"Motiva nuestra decisión y la de nuestros inversores, las crecientes presiones recibidas por fuerzas vivas de la zona que han considerado a este como una amenaza al medio ambiente", indica la nota de la empresa, y agrega que "dichos actos no solo se han limitado a este tipo de apreciaciones sino que este fin de semana fuimos protagonistas de una insólita pegatina de carteles en el balneario de José Ignacio en la cual se identifica a un gran amigo y ex socio de esta empresa como promotor del proyecto, haciendo alusión a su persona como un criminal, y comunicado esto con el formato de un pedido de búsqueda injuriando a su persona y sus propios hijos recibieron mensajes de texto con estas fotografías generando temor."

Más adelante se sostiene:"Vemos una escalada de agresiones que si bien fueron mal dirigidas apuntan directamente al proyecto".

Los hechos denunciados por la carta de Kozicki y la consecuente decisión de la empresa sorprendieron a Antía y a su equipo de arquitectos. El intendente se comunicó el martes con Kozicki, a quien intentó convencer de que cambiara de parecer. "No hubo caso", expresó Antía y agregó: " son inversores norteamericanos que no están dispuestos a arriesgar en un lugar donde se plantea un presunto reclamo medio ambiental, que no es tal"

"No solo se pierde una inversión muy importante, sino también trabajo a corto plazo y a futuro", afirmó Antía, que no ocultaba su malestar por la noticia."Estamos cumpliendo con todas las normas y trabajando en coordinación con las áreas competentes del gobierno nacional", enfatizó.

Cabe consignar que El País intentó infructuosamente comunicarse con el señor Kozicki, a su oficina en Buenos Aires. Su asistente, de nombre Marcela, prometió devolver el llamado a la brevedad, hecho que no sucedió hasta el cierre de esta nota.

En la misma carta, Emprenurban manifiesta que : "resulta lamentable que un grupo de vecinos privilegiados utilicen este tipo de métodos para preservar la exclusividad de sus propiedades en lugar de pensar en el bien común, pero realmente no estamos dispuestos a enfrentar estas agresiones crecientes."

Y concluye: "El mundo es grande y cuando el clima no es propicio a grandes desarrollos, nuestros inversores simplemente prefieren dar un paso al costado, y canalizar los mismos hacia otros lugares."

Estudios previos.

El proyecto de Emprenurban que la Intendencia de Maldonado denomina "Proyecto Cikanel", por el nombre de la sociedad anónima propietaria de la tierra, fue presentado hace más de dos años y desde entonces se viene trabajando en él .

La arquitecta Soledad Laguarda, directora general de Urbanismo de la Intendencia de Maldonado, informó a El País que la tierra en el que se construiría el emprendimiento es originalmente rural y se estuvo trabajando para que se transformara en urbana, cumpliendo con todos y cada uno de los pasos que las ordenanzas municipales, las leyes y las disposiciones de la Dirección Nacional de Medio Ambiente exigen.

En tal sentido, "la propuesta original tuvo varios cambios a los que los inversores accedieron siempre".

Estas transformaciones implicaron la presentación de una "memoria de ordenamiento territorial, una evaluación ambiental estratégica" que incluyó" planes sobre corredores biológicos, floración nativa, aspectos paisajísticos y protección de los cursos de agua naturales".

Indicó que el pasado 16 de mayo, tal cual lo indica la ley, se celebró una "audiencia pública con los vecinos, en la que estos solicitaron que se bajara la altura máxima de una de las construcciones de doce a nueve metros, solicitud a la que accedieron los inversores".

Agregó que aún así faltaban algunas etapas a cumplirse, entre ellas, la aprobación por parte de la Junta Departamental de Maldonado.

El emprendimiento al norte de la Ruta 12, sin salida al mar, sobre un terreno de 23 hectáres, dos de las cuales pasaban a dominio de la Intendencia de Maldonado para ser utilizadas como espacio público, implicaba la construcción de un hotel que ocupaba en planta baja el 10 por ciento del terreno, y sumadas la superficie de los dos pisos en altura y los subsuelos unos 80 mil metros cuadrados, de un total de algo más de 200 mil.

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