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Arquitectura defensiva en esquina del Barrio Sur

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Decisión: la copropiedad del edificio resolvió colocar columnas bajo la ochava para evitar la presencia de personas en situación de calle. Foto: Pablo Melgar

Polémica Urbana

Ponen columnas para evitar personas en situación de calle.

Un edificio como tantos y una historia que se repite a lo largo y ancho de la ciudad. En este caso, los vecinos de Wilson Ferreira Aldunate y Maldonado resolvieron colocar bajo su ochava 11 columnas de medio metro de altura. Son tubos de plástico blanco rellenos de cemento.

Este tipo de acciones son conocidas como "arquitectura hostil o defensiva" y ha provocado polémica en todo el mundo. De hecho, hay ciudades que han reglamentado su utilización que incluye monumentos, plazas y otros lugares que están bajo control municipal.

Hasta hace dos semanas la ochava era el refugio de dos personas en situación de calle. Ambos permanecían en el lugar durante todo el día y la noche. En los últimos dos años hubo cambios en las personas que residían en el lugar, pero siempre eran dos sujetos.

Un comerciante de la cuadra dijo a El País que durante "varios años" se vieron obligados a limpiar "cada mañana" la materia fecal que quedaba en la vereda y los alrededores de un contenedor cercano.

Ernesto, un empresario que ocupa el local comercial de la esquina, aclaró que la decisión fue asumida por los propietarios del edificio reunidos en asamblea. El dato fue confirmado por el administrador de la torre, Abril Pérez, quien aclaró que la decisión fue asumida por unanimidad de los presentes.

"Yo no podía abrir la ventana, no me lo permitían. Era difícil hacer correr a los que se quedaban ahí. Hacían sus necesidades en el lugar o adentro de una caja. Además, la mugre y la intolerancia con la gente", afirmó Ernesto a El País.

Como si fuera poco, en los meses de verano el lugar era visitado por personas que se juntaban a beber alcohol hasta altas horas de la noche.

De todas formas, el sistema no ha sido todo lo eficiente que se esperaba. "Esto no los ha bloqueado totalmente, igual se meten. Los últimos que vivieron acá eran agresivos. Uno de ellos rompió las ventanas con hierros", contó el empresario.

Antes de instalar las columnas, Ernesto llamó a la Policía. Un patrullero se hizo presente pero no pudo ubicar a los responsables del incidente puesto que salieron corriendo, según explicó Ernesto.

Gabriel, otro vecino que vive en ese edificio, dijo que si bien no participó en la asamblea de copropietarios que resolvió la instalación de las columnas, su costo no apareció todavía en los gastos comunes.

De todas formas, confirmó que había una persona viviendo bajo la ochava. "Las pusieron porque había un veterano que dormía ahí de noche. Tenía todo limpio y era muy respetuoso. De día se iba y de noche se instalaba. Estuvo como siete u ocho meses y hace un mes se lo llevó el Mides", afirmó.

Mensajes.

Los caños que cubren las columnas fueron utilizados por manos anónimas para dar a conocer su visión contraria a la medida tomada por los vecinos. "Preferís no verlos y negar que vos vivís bien y ellos mal", dice un mensaje escrito a mano. En otras columnas se lee frases similares y palabras sueltas como "justicia", "igualdad" y "libertad".

"Hay que tolerarlo hasta que se pueda cambiar la realidad social"

La aplicación de esta forma de "arquitectura hostil o defensiva" se ubica sobre el límite de la reglamentación municipal de Montevideo, según expresó a El País el alcalde del Municipio B, Carlos Varela. No obstante, el jerarca reconoció que el incremento de personas en situación de calle que ocupan los espacios públicos puede llevar a estas acciones.

"Me genera un sentimiento contradictorio, la norma indica que la ochava tiene que estar libre. Si se aplica la letra fría hay que intimar a su retiro y después, si no se saca, sancionar. Pero si no genera problemas hay que tolerarlo hasta que se pueda cambiar la realidad social", dijo el alcalde.

Por otro lado, Varela señaló que en varios barrios los vecinos de edificios han hecho cerramientos con rejas "porque están sufriendo el problema de tener instalado bajo la ventana de su dormitorio a personas en situación de calle".

Aclaró que se debe tener en cuenta que estas medidas no dificulten el tránsito de personas mayores o no videntes y que no terminen acumulando basura en el lugar.

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