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Sitiados por obra interminable

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Obras en Cufré y Garibaldi. Foto: Marcelo Bonjour
Corte de calle por obras de vialidad detenidas por conflicto con la empresa tercerizada a cargo, en Cufre y Garibaldi, La Figurita, Montevideo, ND 20150304, foto Marcelo Bonjour
Archivo El Pais

Una familia afincada en la calle Cufré, entre Garibaldi e Isla Gorriti, en donde hace casi diez meses se iniciaron obras de saneamiento, no esconde su irritación por la maquinaria que está desparramada frente a su casa y complica, por ejemplo, el acceso de las ambulancias.

Una nieta de 13 años sufrió un día un ataque de epilepsia grave, y quedó inconsciente. "Lo único que pude parar en Garibaldi fue un patrullero, se metió como pedrada por acá, entre los escombros. Era un muchacho jovencito", narró a El País la abuela de la niña. "No pedimos que nos pongan una alfombra, simplemente que nos saquen los fierros".

"¡Les faltó un cachito para meter los fierros abajo de la cama!", acotó sarcástico el hombre de la casa, que arregla heladeras, trabajo que también se le complica.

Taludes de barro, atados de hierros, caños azules de plástico que asoman entre escombros, arbustos crecidos en medio del abandono, tejidos de nylon cercando lo que quedó de las veredas y de la calle en obras, maquinaria y autos entrecruzados como en un paisaje de posguerra, dan cuenta de inmediato al forastero que la calidad de vida en el lugar se desmoronó en más de un sentido.

Obra paralizada.

En la calle Cufré los trabajos comenzaron en mayo de 2014 y después de la licencia de la construcción en enero, surgió un contratiempo adicional.

El 27 de febrero, el departamento de Desarrollo Ambiental de la Intendencia de Montevideo y el Municipio C informaron por escrito a los damnificados que, "debido a dificultades de la empresa contratista, se ha producido la casi total detención de mejoras del sistema de drenaje y mitigación de inundaciones que se ejecutan en el barrio".

En la misiva se anuncia que instrumentarán las medidas necesarias para asegurar la continuidad de los trabajos.

Falta de agua.

"Parece que hubiesen organizado un concurso de errores; la excavadora esa no sé cuántas veces se rompió. Agujereaban y tapaban, y volvían a abrir y a tapar. Desde la 6 de la mañana a las 6 de la tarde no podía entrar ningún vehículo. Y lo del agua, bueno... cada vecino que volvía de las vacaciones se encontraba sin agua", sostuvo un hombre que se acercó al lugar al ver al fotógrafo de El País.

"A la vecina de acá y a mí nos conectaron ahora el agua, y las dos tenemos un hilo saliendo por las canillas. He reclamado a OSE, a la empresa y la verdad que no sé... Tampoco sé cuándo van a terminar de abrir la calle para hacer la famosa piscina esa, de desagüe. Hace treinta años que estoy acá, y se inundó una vez sola, porque las bocas de tormenta estaban sucias y fue un chaparrón demasiado fuerte y rápido. ¿Hasta cuándo vamos a quedar con esta conexión de agua? Porque esta empresa ya no va a trabajar más, y otra cosa, si siguen trabajando hasta el 2016: ¿nos van a dejar así hasta que terminen?", se preguntó una vecina.

"El lunes vinieron a entregarnos un formulario y yo le dije al muchacho de la Intendencia que se ocupen de una volqueta que se va llenando de agua cuando llueve. Están jorobando con que hay que poner una botellita boca abajo por el dengue y ahí tenemos un foco infeccioso. El muchacho de la Intendencia me dijo también que va a venir otra empresa a continuar los trabajos. Le dije que eso demoraría mucho, por la licitación. Pero me explicó que no, que ya viene sin licitación", comentó a El País otra vecina molesta.

Un comerciante agregó que, debido a las obras, las ratas salen por las cámaras, y confirmó que el agua se corta dos por tres. "Hubo problemas de todo orden, con la conexión al colector; es un foco infeccioso, los mosquitos pululan, las ratas quieren salir hasta por el water, se las siente, que están ran-ran".

Retrasos.

En la carta dirigida a los vecinos ante la paralización de las obras, la Intendencia "lamenta las molestias que esta situación provoca" y subraya "el importante daño presupuestal" que ocasionan "los retrasos e incumplimientos", lo cual "implicará un aumento de los costos".

La obra de Cufré realizada por la Intendencia de Montevideo, con apoyo del BID, es una de las cuatro previstas para el mejoramiento del drenaje en las cuencas de los arroyos Seco y Quitacalzones. La nueva infraestructura, según los técnicos municipales, beneficiará en forma directa a 1.300 viviendas que sufren inundaciones periódicas en los barrios Reducto, Krüger, Aguada, Villa Muñoz y Jacinto Vera.

Cuando se firmó el contrato de obras, el 17 de enero de 2014, la comuna explicaba que la construcción de tanques de retención representaba una solución novedosa "para atender el problema de las inundaciones urbanas producidas por precipitaciones pluviales intensas, relacionadas con el cambio climático". La nueva tecnología surgió "por el alto costo de las obras requeridas para resolver las inundaciones y los fuertes impactos ambientales que ocasionaría la construcción de soluciones tradicionales con grandes colectores pluviales que refuercen los existentes".

El plazo para terminar todos los trabajos era de 24 meses y el monto llegaba a $ 344.122.576 más los ajustes paramétricos (casi 15 millones de dólares). Para el diseño de las nuevas infraestructuras, la IMM aplicó herramientas informáticas especiales. Pero fallaron las otras.

En enero de 2014 firmaron contratos.

Además del tanque de 1.700 metros cúbicos para la amortiguación de crecientes y el incremento de la capacidad hidráulica de los sistemas de drenaje que se hace en Cufré e Isla Gorriti, otros tres fueron previstos en las calles Quijote y Tacuarí (de 5.400 metros cúbicos), Requena y A. Machado (12.800 metros cúbicos), y General Flores y Carlos Reyles (11.000 metros cúbicos). Las obras forman parte de la cuarta etapa del saneamiento de Montevideo, que desarrolla la IMM con apoyo financiero del BID. La inversión anunciada a mediados de enero de 2014 ascendía a 15.388.957 de dólares.

La nueva tecnología en sistema de drenajes

El sistema propuesto por la nueva tecnología de los tanques de retención ha sido explicada por técnicos de la Intendencia de Montevideo y puede rastrearse en su portal de internet.

Se dice que está diseñado "para que en el pico de la tormenta el exceso de caudal de lluvia no sea conducido por la red de colectores unitaria, sino que derive naturalmente hacia los tanques. Una vez que la tormenta amaina, los tanques se vacían hacia el sistema, por gravedad hasta cierto nivel, y luego se bombean hasta vaciarlos completamente. La idea es transformar la inundación descontrolada en la vía pública y predios en una inundación controlada, confinada a un tanque de retención".

Antes del vencimiento del plazo de 24 meses calculado para completar estos trabajos de saneamiento, se afirmaba que "podrán ser habilitados algunos componentes, en función de su independencia funcional y la posibilidad de trabajar en varios frentes simultáneos".

Obras en Cufré y Garibaldi. Foto: Marcelo Bonjour
Obras en Cufré y Garibaldi. Foto: Marcelo Bonjour
Obras en Cufré y Garibaldi. Foto: Marcelo Bonjour
Obras en Cufré y Garibaldi. Foto: Marcelo Bonjour
Obras en Cufré y Garibaldi. Foto: Marcelo Bonjour
Obras en Cufré y Garibaldi. Foto: Marcelo Bonjour
Obras en Cufré y Garibaldi. Foto: Marcelo Bonjour
Obras en Cufré y Garibaldi. Foto: Marcelo Bonjour
Obras en Cufré y Garibaldi. Foto: Marcelo Bonjour
Obras en Cufré y Garibaldi. Foto: Marcelo Bonjour
Obras en Cufré y Garibaldi. Foto: Marcelo Bonjour
Obras en Cufré y Garibaldi. Foto: Marcelo Bonjour
Obras en Cufré y Garibaldi. Foto: Marcelo Bonjour
Obras en Cufré y Garibaldi. Foto: Marcelo Bonjour
Obras en Cufré y Garibaldi. Foto: Marcelo Bonjour
Obras en Cufré y Garibaldi. Foto: Marcelo Bonjour
Obras en Cufré y Garibaldi. Foto: Marcelo Bonjour
Obras en Cufré y Garibaldi. Foto: Marcelo Bonjour

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