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Sindicatos ultra radicales

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El Sindicato Único de Automóviles con Taxímetro y Telefonistas (Suatt) es catalogado como uno de los gremios más radicales del país. Van más allá de sus reivindicaciones sindicales, apoyando usualmente a grupos del mismo perfil.

El caso más elocuente es la participación en el último conflicto entre la policía y manifestantes durante el desalojo del Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) que resultó con el procesamiento de una de sus caras más visibles, Ari Wiedemann.

En el mismo conflicto se encontraba la agrupación radical Plenaria Memoria y Justicia, liderada por la ex tupamara Irma Leites, que mantiene un estrecho vínculo con el Suatt.

Otro de los que representa al sindicato es Carlos Silva, que durante los últimos dos días fue quien se encargó de decidir si se hacía paro de taxis o no. Las asambleas son poco representativas, ya que no asisten más de una treintena de personas cada vez que son convocadas.

El lunes por la tarde, mientras había una concentración frente al juzgado de Bartolomé Mitre donde se esperaba que salieran los indagados por la Justicia, cuatro taxis apostados en la esquina, sobre la calle Buenos Aires, eran los únicos que se habían adherido al paro propuesto por el sindicato.

ADES.

"Hay gente que está convencida que la única forma de conseguir las cosas es a través del paro y la huelga", dijo días atrás el presidente de la Federación Nacional de Profesores de Enseñanza Secundaria (Fenapes), José Olivera, a El País. Se refería, sin nombrarla, al ala del gremio en Montevideo, a la Asociación de Docentes de Educación Secundaria (ADES).

Gobernado por militantes del Partido Comunista y radicales de izquierda, ADES ya ha hecho más de un mes de paros en lo que va del año. Paros que se resuelven en asambleas a las que van entre 500 y 1.000 personas, cuando los docentes de la capital son decenas de miles. Prueba de que la representatividad no es un fuerte para la Asociación, son los niveles de acatamiento de los paros. Ayer, cuando ADES paró en contra de los procedimientos judiciales que se llevan a cabo luego del operativo de desocupación del Codicen, que incluyó un enfrentamiento entre policías y manifestantes —algunos ellos del sindicato montevideano—, según la directora general de Secundaria, Celsa Puente, un 70% de los docentes fue a trabajar. En el liceo 13, de Maroñas, el que tiene los más bajos niveles de aprobación y donde el presidente de ADES, Emiliano Mandacen, es adscripto, ayer asistieron 20 de sus profesores cansados de perder días.

conflicto educativo

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