De los acuerdos cerrados hasta ahora, el 42% se autoclasificó en el sector con problemas.

El Pit-Cnt ha dicho una y otra vez que su lucha, de cara a las próximas negociaciones salariales, es por mantener el poder adquisitivo de los trabajadores. Sin embargo, en más del 40% de los convenios que se firmaron en lo que va del año, los sindicatos, al aceptar autoclasificarse en sectores de actividad con problemas, acuerdan que sus salarios caigan dos o tres puntos.

Esta concesión la hacen a cambio de que en el respectivo sector de actividad no haya caída del nivel de empleo.

El director del Instituto de Relaciones Laborales de la Universidad Católica, Juan Manuel Rodríguez, dijo a El País que un claro ejemplo de este tipo de situación es lo ocurrido en el sector de la vestimenta.

Al 8 de julio se habían cerrado 26 ámbitos de negociación, de los cuales en el 42% de los casos los sectores se autoclasificaron como en "problemas", lo que en los hechos implicó que el sindicato correspondiente aceptara una pérdida salarial de dos o tres puntos en términos reales para este año, comentó Rodríguez.

"Más allá de lo que diga el Pit-Cnt, muchos trabajadores están preocupados por el empleo y no dicen dame todo lo que te pido, porque saben lo que se está viviendo", consideró Rodríguez.

Por otro lado, se ha notado que en algunos sectores que se autoclasificaron como en situación intermedia o en crecimiento, las empresas han sido pragmáticas y, para evitar conflictividad, están dispuestas a adoptar correctivos por inflación a 12 meses, pese a que los lineamientos del Poder Ejecutivo establecen que estos no deberían hacerse antes de los 18 meses de vigencia de los acuerdos. Esto ocurrió, por ejemplo, en el convenio del sector del supergás y de las barracas cerealeras porque "no les cuesta mucha plata" a las empresas, opinó Rodríguez. Esta situación se detectó en al menos el 23% de los acuerdos entre trabajadores y empresarios, en los cuales se adoptó el correctivo en forma anual o incluso semestral, según los datos del instituto de la Universidad Católica.

Fuentes cercanas a las negociaciones laborales evalúan que en el segundo semestre las dos más importantes a observar serán las de las grandes cadenas de supermercados, en las que trabajan unas 30.000 personas con sueldos relativamente bajos, y las de la construcción, uno de los sindicatos más fuertes del Pit-Cnt.

Fuecys, el sindicato del comercio, ha crecido e incorporó 30.000 afiliados en diez años, pero no tiene todavía el arraigo de algunas organizaciones de la industria manufacturera y su conducción es moderada. El sindicato se ha planteado obtener un salario mínimo en el sector de $ 20.000 nominales, pero no está claro si lo logrará, aunque tiene a su favor que es un renglón de actividad en el que no se está perdiendo empleo. "Fuecys no va a ir a la guerra contra las supermercados", vaticinó una fuente.

Otro sector clave que negociará a partir de septiembre será el de la construcción, en el que sí ha caído el empleo. En el reciente congreso del Sunca, uno de sus referentes, Daniel Diverio, dijo que "nos vamos a dar de bomba" con las empresas. Pero se interpreta que la renuncia a su banca del diputado comunista Óscar Andrade para ocupar una posición clave en la negociación del convenio, es una señal de que el sindicato actuará "con razonabilidad".

Andrade tiene una correcta relación desde hace años con el presidente de la Cámara de la Construcción, Ignacio Otegui. Fuentes del sector dijeron que la gremial empresarial probablemente acceda a aceptar un correctivo por inflación a los doce meses.

El Sunca está controlado por el Partido Comunista (tanto Andrade como Diverio lo integran) y si el sindicato lograse ese tipo de corrección y asegurara para sus afiliados el mantenimiento del poder adquisitivo (lo que equivaldría a "empatar") podría exhibirlo ante el Pit-Cnt como un logro, dijo una de las fuentes.

"Todo lo que pueda lograr será un gran éxito", valoró.

En el año próximo debería haber una reducción de los niveles de conflictividad en la medida en que la inflación podría desacelerarse algo y en que casi no habrá rondas de negociación. Mientras que este año vencen 126 convenios, en el próximo solo habrá tres.

Para los sectores considerados dinámicos los lineamientos oficiales aconsejan incrementos nominales anuales de 9% y 8% en 2016 y 2017, respectivamente. Para los sectores intermedios de 7,5% y 7%, y para los que están en problemas de 6,5% y 6%.

La inflación en los últimos doce meses se ubica en 10,9%, lo cual evidencia que sin aplicación de los "correctivos" en los tres grupos caería el salario real.

El jueves 21 se reunirá el Consejo Superior de Salarios del Sector Privado que dará el puntapié inicial a las numerosas negociaciones del segundo semestre del año en un contexto de economía estancada.

El instituto de la Universidad Católica comenta que "en los convenios negociados en el 2015 hubo una reducción de los consensos y un aumento correlativo de las votaciones, en este caso del Poder Ejecutivo con los empresarios".

"En el semestre actual se mantiene el menor nivel de consensos, pero la votación ahora es de empresarios y trabajadores con la oposición o abstención del Poder Ejecutivo. ¿Por qué trabajadores y empresarios acuerdan? El tema central de debate actual es la inclusión en los convenios de correctivos en cada año. Debe tenerse en cuenta que todos los convenios que se firmaron desde 2005 incluyeron correctivos con frecuencia semestral o anual. Probablemente los empresarios valoren que no se justifica tener un conflicto como el que se avecina por un tema que no tiene un impacto económico demasiado relevante. Y ante la inflexibilidad del Poder Ejecutivo que no acepta los correctivos con esta frecuencia, deciden acordar con los trabajadores, sin el gobierno", explica el instituto de la Católica.

El jueves 14 el Pit-Cnt realizó el primer paro general de 24 horas contra el segundo gobierno de Tabaré Vázquez. Según la central sindical, un millón de personas no fueron a trabajar. "No es solo un paro del movimiento sindical, sino del movimiento popular", dijo el presidente del Pit-Cnt, Fernando Pereira, en un acto en la sede sindical.

En los lineamientos salariales que presentó el gobierno en junio del año pasado, se estableció que se darían incrementos adicionales de 3,5% anual a los salarios de entre $ 10.000 y $ 12.000 nominales, y de 2,5% a los que sean de $ 12.000 a $ 14.000. Pero el Pit-Cnt entiende que, dada la evolución de la inflación en el último año, el umbral debería ahora establecerse en por lo menos $ 15.000, dijo a El País Milton Castellano, director del Instituto Cuesta Duarte. Además, pide revisar lo que se considera "salario sumergido".

Según datos del Instituto Cuesta Duarte del Pit-Cnt difundidos la semana pasada, entre junio 2015-mayo 2016 los salarios privados crecieron en términos reales un 0,72% frente al año previo, en tanto que los de los trabajadores públicos lo hicieron 0,70%. El análisis indica, de todas formas, que hay varios sectores que ya han visto retroceder sus remuneraciones frente a la inflación: la industria metalúrgica un 2,79%, la industria de la vestimenta un 2,30%, la industria textil un 1,9% y la papelera también un 1,9%.

En el primer semestre de 2016 la conflictividad laboral global fue aproximadamente la mitad de la de un año atrás, y si se analizan períodos similares de los últimos diez años se observa que se ubica en valores relativamente bajos, apenas más alta que la del 2011, dijo el informe del Instituto de Relaciones Laborales de la Universidad Católica del primer semestre. El sector privado representó el 60% del total de la conflictividad sectorial, y se destacaron el transporte, la construcción y la industria manufacturera.

NEGOCIAR BAJO CONTEXTO ADVERSOJUAN PABLO CORREA