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Sindicato de la salud pidió perdón al regresar a ASSE

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Asumieron representantes sociales con alusiones al caso de Alfredo Silva.

Al cabo de dos años sin representación de los funcionarios en el directorio de ASSE a raíz de los actos de corrupción que terminaron con el procesamiento del sindicalista Alfredo Silva, entre otros, el puesto es ocupado desde ayer por Pablo Cabrera, quien admitió que los trabajadores deben "pedir disculpas" y que lo sucedido les "sirvió para aprender".

En la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE) no hay representantes de la oposición: son tres por el Poder Ejecutivo y dos sociales: uno por los funcionarios y otro por los usuarios.

Al comenzar su gobierno y anunciar su disposición a otorgar cargos a la oposición, el presidente Tabaré Vázquez excluyó expresamente a ASSE y al Consejo Directivo Central de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP).

Cabrera, de impecable traje negro y corbata al tono para la ocasión, fue abrazado y besado decenas de veces por empleados de ASSE, guardias de seguridad del Edificio Libertad (sede del organismo), choferes del Servicio 105 de ambulancias de Salud Pública y por sindicalistas y legisladores del Frente Amplio que asistieron a su asunción.

Susana Muñiz, presidenta de ASSE, presentó la asunción de Cabrera y Natalia Pereyra, representante de los usuarios, como una "respuesta" a quienes cuestionaron la presencia de representantes sociales en el directorio del organismo, uno de los más grandes del Estado: 32.000 funcionarios y el control de los hospitales públicos de todo el país.

El sillón de Silva.

A fines de 2015, el directorio de ASSE decidió destituir a su exdirector y entonces presidente de la Federación de Funcionarios de Salud Pública (FFSP), Alfredo Silva, quien desde un año antes estaba alejado del cargo, por haber cometido una "falta administrativa grave".

Este fue el resultado del proceso de investigación llevado a cabo en ASSE por la maniobra de sobrefacturación a través de la empresa Buena Estrella, que se encargaba de la limpieza del Hospital Maciel. Por eso Silva había sido ya procesado sin prisión en junio de 2014 y suspendido de la propia FFSP por cinco años en enero de 2015. Eso llevó a que durante dos años se volviera a discutir el proceso de designación del representante de los funcionarios en ASSE, lo cual está previsto por ley. La oposición cuestionó duramente el proceso seguido por ASSE y semanas atrás, cuando se votaron las venias para Cabrera y Pereyra en el Senado, volvió a haber duros reproches sobre la "representatividad" de ambos.

Cabrera fue secretario general de la FFSP entre 2008 y 2015, además de presidente de la Confederación de Organizaciones de Funcionarios del Estado (COFE), que agrupa a los sindicatos de empleados públicos, desde 2006. En tanto, Pereyra representa al Movimiento Nacional de Usuarios de la Salud, uno de los tantos que funcionan. En las denuncias que se plantearon en el Senado, desde la oposición se sostuvo que ese movimiento agrupa apenas al 3% de los usuarios del sistema público de salud.

Muñiz defendió ayer la presencia de representantes sociales en ASSE al decir que forma parte de "una estrategia de fortalecimiento democrático".

Cabrera también se ocupó del episodio de Silva, aunque sin nombrarlo, cuando reconoció en forma pública que "hay que poner los límites justos" con los "controles" en el organismo. "Mucho hemos pasado (…) y hemos sabido pedir disculpas porque lo que vivimos, y la pérdida de tiempo tan valioso (para estar en el directorio) también nos sirvió para aprender". "Cuando se vea que hay cosas mal hechas vengan a plantearlas, cuando se vea que algo se hace en forma equivocada, (hay que) venir a plantearlo", pidió a los funcionarios de ASSE.

Cuando terminó de hablar Cabrera recibió aplausos de pie de casi todo el auditorio.

Movilizado.

Cabrera se mostró contradictorio sobre su papel en las movilizaciones del sindicato. De hecho, hoy hay un paro de los funcionarios (ver nota aparte). Al comienzo de este mes, en una entrevista con El País, afirmó que "soy representante de los trabajadores y tengo derecho a acompañar a los compañeros como lo he hecho siempre. La representación social es clara, se representa a un colectivo".

Pero días más tarde, en una entrevista con El País TV le preguntaron sobre lo mismo y cambió: dijo que no iba a participar en movilizaciones de la FFSP y que solamente iba a ayudar a organizarlas desde su oficina en ASSE.

Pereyra, en su mensaje, agradeció la oportunidad de integrarse al organismo y recalcó la necesidad de que los usuarios estén presentes en el directorio de ASSE.

No hizo alusión a las críticas que desde la oposición se vertieron sobre la poca representatividad de su organización de usuarios. Destacó la necesidad de "consolidar" la reforma de la salud para beneficio de toda la sociedad.

Como Cabrera, sostiene que hay que apostar a la comunicación y al trabajo en equipo. Dijo que más que "muchas cosas para decir" lo que quería era que "nos vean trabajar en el territorio".

"El objetivo de la organización a la que pertenezco fue que los usuarios podamos sentirnos bien atendidos, y que podamos decir que es el mejor prestador de salud", destacó Pereyra.

Basso admite "complejidades" derivadas de la corrupción.

El ministro de Salud Pública Jorge Basso reconoció que hubo "complejidades" para llegar al momento en que un representante de los trabajadores, en este caso, volviera al directorio de ASSE, en alusión a los actos de corrupción que terminaron con la salida del anterior representante Alfredo Silva.

Pero destacó que ahora se trabajará en forma unida y que este momento encuentra al directorio con la presencia esencial de los delegados de trabajadores y usuarios de la salud.

Basso sostuvo que el gobierno tiene el "rumbo claro" de hasta dónde quiere ir con la reforma sanitaria, aunque advirtió en muchos países las reformas sanitarias fracasaron.

"La reforma implementada desde 2007 tiene el complejo desafío de lograr que todos los habitantes tengan una salud digna", sostuvo Basso en su oratoria luego de la asunción de los representantes sociales en el directorio de ASSE, Pablo Cabrera, por los trabajadores, y Natalia Pereyra, por los usuarios. El secretario de Estado participó ayer martes 14 en la ceremonia en el Edificio Libertad junto a la subsecretaria del Ministerio Salud, Cristina Lustemberg, y el resto de los miembros del directorio de ASSE, encabezados por su presidenta, Susana Muñiz.

"El desafío de la reforma de la salud estaba en lograr la complementación y encontrar sinergias entre los prestadores privados y el público", manifestó Basso.

PERFIL.

Cabrera, el hombre fuerte del sindicato.

En 1996, Pablo Daniel Cabrera, nacido en el departamento de Colonia, comenzó a trabajar en la Administración de Servicios de Salud del Este (ASSE). Se recibió de licenciado en Laboratorio Clínico (Universidad de la República, 1993), y tiene un posgrado en Gestión de Servicios de Salud (Facultad de Economía-Facultad de Medicina, 2013). Su militancia sindical en la Federación de Funcionarios de Salud Pública (FFSP) comenzó en 2001 en Colonia.

Ahora, veinte años después de su ingreso en la administración pública, está del otro lado del mostrador: es el representante de los trabajadores en el directorio de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE). También desde el año 2008, es miembro suplente de la Comisión Honoraria Contra el Racismo, la Xenofobia y Toda Forma de Discriminación. Integra, asimismo, el Secretariado de la Confederación Latinoamericana de Trabajadores del Estado (Clate). En el año 2015, fue electo presidente de la FFSP. En junio de ese año, en elecciones abiertas, fue elegido para ocupar el cargo de director de ASSE en representación de los trabajadores por 1.241 votos a favor en 4.431 sufragios.

Cabrera analiza en forma muy crítica lo que hizo su antecesor Alfredo Silva en el organismo. En entrevista con El País, Cabrera sostuvo que Silva "perjudicó mucho" al sindicato de trabajadores y al propio organismo. Junto con la acumulación de experiencia específica en temas de salud, Cabrera también se ha interiorizado en temas más generales, como la reforma del Estado.

En una entrevista con El País, Cabrera había dicho a fines de 2015 que estaba "preparado" para ocupar el cargo de director de ASSE.

"Los trabajadores tenemos derecho a ocupar espacios, y acá estamos hablando de un lugar que necesita dos componentes: la cercanía con la gente y la preparación técnica. A esta altura demostré que cercanía tengo porque fui el más votado, y tengo hecho un posgrado de gestión de servicios de salud", argumentó.

Tiempo antes, durante la campaña electoral, Tabaré Vázquez defendió el rol de los representantes sociales en ASSE porque otros directores hicieron una gestión adecuada en el organismo.

LOS ECOS DE SILVA, A DOS AÑOSDANIEL ISGLEAS

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