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Se trancó ajuste a más de 100 mil domésticas

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Hay unas 75.000 empleadas registradas ante el BPS, pero se estima que la cifra total llega a casi 120.000. Foto: Archivo El País

NEGOCIACIÓN SALARIAL

Gremio propone cinco categorías pero hay diferencias.

Es un consejo de salarios muy peculiar el del servicio doméstico porque todo lo que allí se negocia tiene consecuencias en miles de hogares uruguayos. Se estima que hay cerca de 120.000 empleadas domésticas -en este caso, es innegable, la enorme mayoría son mujeres-, de las cuales unas 75.000 están registradas ante el Banco de Previsión Social (BPS). El porcentaje de trabajo en negro sigue siendo alto, en un sector que históricamente ha tenido gran informalidad.

Desde hace más de 10 años se ven las caras en el consejo de salarios número 21 las autoridades de la Liga de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios -quienes representan al sector empleador, esto es, a los hogares que contratan gente para limpiar o hacer tareas de la casa- y del otro lado el Sindicato Único de Trabajadoras Domésticas. En esta nueva ronda que se inició en enero ya ha habido 12 reuniones y la próxima, que será el martes 19, puede ser definitiva para el futuro de las negociaciones.

Sobre la mesa está un nuevo convenio colectivo a 30 meses. El anterior venció el 31 de diciembre. Hay cierto apuro, casi urgencia, porque el ajuste es retroactivo a enero y, cuando se apruebe el aumento, habrá que pagar los meses adeudados.

El servicio doméstico está en el sector medio en los lineamientos oficiales y el aumento sería de 7,5%, dijo a El País la sindicalista Yaneth Mazzoleni. En tanto, la presidenta de la Liga de Amas de Casa, Mabel Lorenzo, no quiere hablar de cifras pero indicó que el ajuste “no será llamativo, ningún desborde” y que las dos partes están muy cerca en ese punto.

¿Y por qué se demora, entonces, la negociación? Todo se trancó porque el sindicato pide que por primera vez en la historia se reconozcan varias categorías, con sueldos y tareas distintas según el caso.

“Capaz el ejemplo parece medio chabacano”, avisó Maz-zoleni. Y contó un caso: “A veces te contratan para hacer la limpieza semanal y te dejan una lista de pedidos. En cinco horas tenés que limpiar un apartamento de tres dormitorios con un baño, una terraza y hacer cinco comidas para freezer”.

Si se aprueba el nuevo convenio tal cual lo pide el gremio, esa tradicional forma de trabajar en el sector -de pedir a la trabajadora que limpie los pisos, haga las camas y cocine algo, por ejemplo- quizás deba cambiar porque habrá diferentes categorías que “ubicarán” a las dos partes.

El gremio plantea estas cinco categorías: limpieza cotidiana (las trabajadoras que van todos los días a una misma casa), limpieza profunda (jornaleras), cocina, cuidado de niños y cuidado de ancianos y discapacitados. El desencuentro con los empleadores radica en la descripción de las categorías. Desde el sindicato se afirma que están dispuestos “a negociar de buena fe” y que es necesario que estas categorías se aprueben porque se vienen postergando hace años.

Lorenzo le quita relevancia a las diferencias pero dice que el cambio en las categorías es una modificación relevante, por lo que es mejor “no apurarse”.

Como novedad, la patronal también planteó en las negociaciones la posibilidad de sugerir que se firme un contrato en cada casa para que quede por escrito cómo será la relación entre las partes y que no quede todo en un acuerdo de palabra. Eso sería para dar seguridad, “evitar suspicacias” y “malos entendidos”. Los empleadores quedaron en llevar a la negociación un contrato tipo y cláusulas de sugerencia.

El aumento, cercano al 7,5%, será retroactivo a enero

El aumento de salarios, que rondará el 7,5%, será retroactivo al 1° de enero. Por eso, cuando se apruebe el convenio, los empleadores deberán pagar al menos la diferencia de sueldo de tres meses juntos.

Las dos partes esperan que se avance lo antes posible. Este viernes el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Ernesto Murro, visitará la sede del Sindicato Único de Trabajadoras Domésticas en la calle Germán Barbato y el tema de la negociación salarial estará arriba de la mesa. Quizás ese sea el impulso que le faltaba a este demorado acuerdo, según esperan las trabajadoras. “Hay una urgencia de firmar el convenio por esa retroactividad. Es necesario firmarlos cuanto antes”, dijo a El País la sindicalista Yaneth Mazzoleni. Sobre este tema, en la web de la Liga de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios publicaron este comentario hace unos días: “Dado el tenor de las tratativas no sabemos a ciencia cierta cuándo se acordarán los incrementos salariales, pero está en nuestra voluntad que sea lo antes posible para que el monto del retroactivo al 1º de enero sea el menor posible y los empleadores puedan pagarlo sin dificultad”.

Pero la presidenta de la liga, Mabel Lorenzo, dijo a El País que hay que ser cuidadoso porque el tema de las nuevas categorías que se negocian modificará “algo establecido” hace años. “No se puede dar ese paso sin tener la precaución si resultará en favor de las partes”, indicó.

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