CONSEJOS DE SALARIOS

El sindicato de la bebida (FOEB), uno de los gremios más fuertes, está comenzando su negociación salarial, y buscará incrementos anuales de dos o tres puntos sobre la inflación y la reducción de la jornada laboral para llevarla a seis horas en algunos subramas de actividad.

El presidente del sindicato de la bebida, Fernando Ferreira, dijo a El País que el sector debe ser clasificado como "dinámico" y por lo tanto ubicarse en el rango superior de incremento salarial que establecen los lineamientos del Poder Ejecutivo para las tratativas tripartitas (8,5% en el primer año de vigencia de los convenios, 8% en el segundo y 7% en el tercero). El sindicalista, que pertenece dentro del Pit-Cnt a la corriente interna que tiene como referente al histórico dirigente de la bebida, Richard Read, justificó la pretensión sindical en el crecimiento del sector y ejemplificó que el consumo de cerveza per cápita es el más alto desde que existen registros. La pretensión de la FOEB es que la negociación sea rápida y sin dificultades.

Tras el último convenio, el crecimiento de las retribuciones en el sector bebidas fue de alrededor de diez puntos en términos reales. Según Ferreira, la incidencia de los salarios en el precio final de los productos no pasa del 10%. "Las subas importantes de las bebidas no han tenido nada que ver con los Consejos de Salarios", aseguró Ferreira, que admite que se trata de un sector (sobre todo en la fabricación de cerveza y bebidas cola) que está total o parcialmente en situación de monopolio.

El salario de ingreso promedio en el sector de la bebida es de alrededor de $ 40.000. En el subrubro del envasado de cerveza la jornada laboral se redujo a seis horas por medio de un convenio específico y la FOEB planea plantear la mismo para otros subsectores de actividad.

En la bebida trabajan alrededor de 4.500 personas, de las cuales unas 3.000 están sindicalizadas. En el sector hay incentivos por presentismo y se pagan partidas por antigüedad.

La actual ronda de negociación salarial es la más grande que se haya desarrollado. El gobierno propone convenios a 24 o 30 meses para evitar que haya negociaciones salariales en 2019, año electoral. Las empresas creen que en esta coyuntura, las subas reales de sueldos pueden destruir empleos.