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Planta de Ancap está parada hace dos meses

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Según un documento proporcionado por el Judicial, el ente afronta 14 juicios. Foto: F. Ponzetto

CRISIS EN LA PRODUCCIÓN DE CEMENTO

Por un conflicto, no se fabrica cemento en Minas; la demanda se debe cubrir toda desde Paysandú.

La planta de cemento de Ancap ubicada en las cercanías de la ciudad de Minas hace dos meses que no produce como consecuencia de la aplicación de medidas sindicales. Hoy Ancap anunciará que ganó US$ 45 millones en 2017 pero algunos de sus negocios, como la deficitaria división de pórtland, le siguen generando dolores de cabeza a sus autoridades.

La demanda de los clientes del cemento de Ancap se está teniendo que abastecer con lo que produce la planta de Paysandú. El directorio de Ancap había llegado a un pre-acuerdo con la Federación Ancap para solucionar el diferendo pero los trabajadores de la planta de Minas lo rechazaron, informó a El País el director nacionalista de la empresa pública, Diego Labat.

Los trabajadores de Ancap reclaman el ingreso de personal en la planta de Minas, que comenzó a funcionar en 1956. El año pasado trabajaban allí 245 personas de las cuales 140 estaban en la plantilla de la empresa pública. En Paysandú trabajaban el año pasado 300 personas, de las cuales 175 son trabajadores propios de Ancap.

A comienzos del año pasado Ancap definió un plan para llegar a un equilibrio en la división de cemento este año. Los resultados que se anunciarán hoy respecto a 2017 arrojarán una reducción importante de las pérdidas pero también indicarán que se está "muy lejos" del equilibrio, según Labat, si bien se logró bajar en millones de dólares el gasto energético en las dos plantas. En 2017 Ancap se había propuesto abatir el déficit de la división en US$ 20 millones. En 2016 el negocio había perdido alrededor de US$ 27 millones. La división acumula un rojo de US$ 207 millones en los últimos quince años. En la primera mitad del año pasado se ubicó en US$ 6,8 millones. Y para el conjunto de 2017 se aguardaba un déficit de US$ 12 millones. Desde 2004 los ingresos del negocio son inferiores a sus costos.

Ancap compró un horno nuevo para la planta sanducera a un costo global de alrededor de US$ 80 millones que nunca se instaló por el elevado gasto que hubiese supuesto hacerlo y sus partes están distribuidas en contenedores.

La falta de actividad de la planta de Minas aumenta las "amenazas" sobre un negocio "que viene en caída" y que ya presenta dificultades, consideró Labat. Ancap debe competir con la Compañía Uruguaya de Cemento Pórtland ("Cemento Artigas"), de capitales españoles, también ubicada en Lavalleja y tendrá que hacerlo más adelante con la fábrica que está construyendo un grupo brasileño en el departamento de Treinta y Tres. A su vez, otra empresa importa el producto bajo la marca "Charrúa".

La falta de actividad en Minas genera costos importantes para Ancap, entre otros motivos porque tiene que abastecer la demanda de departamentos donde la actividad de la construcción es importante, como Maldonado, desde la planta de Paysandú, lo que impacta en la suba de los fletes. La fábrica de Paysandú tiene una capacidad de producción similar a la de Minas y también ha atravesado algunas situaciones conflictivas recientemente.

"Si bien reconozco que se han hecho un montón de mejoras y que se ha trabajado fuertemente porque si no sería injusto, no todos los actores van en la misma línea y a no todos les ha caído la ficha del sentido de urgencia" que tiene mejorar los números de la división, sostuvo Labat. "No hay una mejora notoria en la cantidad de producción. Las medidas que sean, aquellas con las que estemos de acuerdos y capaz algunas con las que no estemos de acuerdo, hay que implementarlas lo más rápidamente posible", dijo el director. "Ha habido esfuerzos. Con un plan de incentivos y jubilaciones se logró reducir en casi 100 personas el personal tercerizado. No es menor, pero lo que pasa es que esos esfuerzos no tienen la urgencia que deberían", consideró.

El año pasado Ancap había logrado no tener que comprarle producción a "Cementos Artigas" para atender su demanda pero este año tendrá que volver a hacerlo "en cualquier momento", consideró Labat.

Con números de 2016 Labat había calculado que el cemento de Ancap requería un subsidio "cruzado" de otras áreas de la empresa equivalente a $ 0,50 por litro en el precio tanto de nafta como de gasoil. Esta cifra será este año algo menor pero seguirá existiendo, en los hechos, un subsidio. A mediano y largo plazo el director blan- co entiende que Ancap debe- ría plantearse el sentido que tiene que el Estado fabrique cemento.

El sindicato quiere que se relance el negocio del cemento y que se establezca que en la obra pública deberá utilizarse el producto fabricado por Ancap, transportarlo por tren a granel, eliminar Cementos del Plata (asociación de Ancap con la empresa argentina Loma Negra) e imponer el Arancel Externo Común del 35% a las importaciones que vengan desde fuera del Mercosur.

La participación en el mercado interno de Ancap el año pasado rondaba el 45% y sus autoridades, si bien quieren reactivar las exportaciones, reconocen que la mejora de los resultados solo podrá venir de una reducción agresiva de los costos.

No fabricarán más bebidas

Este año Ancap dejará de producir bebidas al-cohólicas luego de que no lograse encontrar interesados privados en comprar CABA, que era la división que se encargaba de esa producción, informó el director Diego Labat. Ya se llegó a un acuerdo con el sindicato y habrá retiros incentivados y redistribución de personal. La división arrojaba una pérdida de alrededor de US$1 millón anual.

CABA fabrica y comercializa los whiskies Mac Pay y Golden King, el ron del Navegante, Espinillar, las grappas "San Remo" y "Salerno", y la caña "Los 33", entre otros productos. Ancap podrá vender la marca de algún producto específico si aparece algún interesado, dijo Labat.

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