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Más de 50.000 pasajeros a pie por otro bloqueo sindical

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La zona de los andenes lució vacía y sin ningún ómnibus en las plataformas a lo largo del viernes. Foto: D. Borrelli

Conflicto en la terminal de ómnibus

Algunos pasaron 12 horas en Tres Cruces esperando para poder partir.

La zona de los andenes lució vacía y sin ningún ómnibus en las plataformas a lo largo del viernes. Foto: D. Borrelli
La zona de los andenes lució vacía y sin ningún ómnibus en las plataformas a lo largo del viernes. Foto: D. Borrelli

Un grupo de 20 trabajadores sindicalizados impidió que unas 45.000 personas pudieran viajar desde o hacia la terminal de Tres Cruces en Montevideo, según estimaciones oficiales.

A la hora 00.00 del viernes un grupo de sindicalistas cortó el ingreso y egreso de la terminal. Desde ese momento las distintas compañías de transporte se vieron obligadas a desarrollar un plan de contingencia que incluyó la devolución de los pasajes o la postergación de su utilización.

Algunas empresas resolvieron bajar o subir pasajeros en los alrededores de la terminal lo que provocó discusiones entre los sindicalizados, los pasajeros y los transportistas. Una empresa interdepartamental confirmó que uno de sus coches fue apedreado cerca de la terminal.

Por contrato, las compañías están obligadas a realizar las partidas y arribos en la terminal. Pero el bloqueo generó un vacío legal.

La zona de los andenes lució vacía y sin ningún ómnibus en las plataformas a lo largo del viernes. Foto: D. Borrelli
Foto: D. Borrelli

Enojo.

Como nunca antes, las plataformas de Tres Cruces se mostraron vacías. En el interior de la terminal, la gente iba y venía: no a las apuradas para no perder el ómnibus, sino para averiguar a qué hora del día siguiente iba a salir el vehículo en cuestión, si la empresa realizaba la partida desde otro punto de la ciudad o, simplemente, caminaban para que el tiempo pasara más rápido.

En medio de esa situación, más de 20 personas hacían cola para cargar sus celulares mientras que otras llevaban hasta las cinco de la tarde de ayer más de 12 horas esperando poder retornar a sus casas, ir a trabajar o disfrutar de algunos días de turismo en Buenos Aires.

María y su hiijo adolescente Elisev llegaron ayer a Montevideo desde Paysandú a las 6 de la mañana. Lo hicieron para atenderse con un médico especialista debido a una dolencia que el joven viene sufriendo desde hace un tiempo en la rodilla. Tras la consulta, querían emprender el retorno, pero no lo pudieron hacer. "Nos dijeron que a la 1:00 de la mañana no se podía salir. Estamos bastante cansados porque salimos de madrugada desde Paysandú y todavía seguimos", comentó María.

Ramiro pasó la madrugada en la terminal: "Me quedé merodeando por acá. Dormí un par de horas sentado. Venía de Colonia donde estaba trabajando y me iba para Florida donde hoy estoy viviendo. Viajo todas las semanas y esto nunca me había pasado", comentó.

Carla llegó al Aeropuerto de Carrasco ayer de mañana tras un viaje de 20 días en Europa. Desde la terminal portuaria se dirigió a Tres Cruces para volver "rápidamente" a Juan Lacaze, en Colonia,. El paro enlenteció su regreso y hasta las seis de la tarde aún no sabía a qué hora podía retornar a su ciudad natal. "Me parece que algunos turnos hay que tenerlos porque existen algunos casos de emergencias", opinó. Como viajó con muchas valijas, y por el temor a que se las robaran, no pudo trasladarse mucho.

Walter Lescano (61) debía viajar a Pan de Azúcar ayer de tarde. Le dijeron que el ómnibus salía desde Avenida Italia y debía caminar unas cuantas cuadras para poder hacerlo.

Celualr, el aliado para paliar la demora. Foto: Darwin Borrelli
Celualr, el aliado para paliar la demora. Foto: Darwin Borrelli

Conflicto.

La Unión Nacional de Obreros y Trabajadores del Transporte (Unott) se enfrentó a las empresas de transporte por la "falta de negociación en el Consejo de Salarios". "Tenemos la postura del sector empresarial que diluye la discusión, pero el gran meollo es que no quieren discutir", dijo Claudio Nizarala, dirigente de Unott.

La Asociación de Empresas de Transporte (Anetra) criticó la medida del sindicato.

"Los usuarios, los trabajadores no sindicalizados y las empresas se han visto avasallados en sus derechos constitucionalmente protegidos", indicó este gremio en un comunicado y aseguró que el sector "ha estado siempre en el camino del diálogo".

Ante esta situación, promovió ayer una acción de amparo a la Justicia "para que estos hechos no se vuelvan a repetir".

Las pantallas informaban todos los viajes que se habían suspendido. Foto: Darwin Borrelli
Las pantallas informaban todos los viajes que se habían suspendido. Foto: Darwin Borrelli

Docentes y policías del interior afectados

En varios departamentos del país hubo acatamiento a la movilización de parte de muchos trabajadores del transporte. Numerosos docentes que se trasladan desde la ciudad salteña al interior del departamento diariamente no pudieron acudir a clases. También sucedió con efectivos policiales que prestan servicios en seccionales de centros poblados.

Empresas que partían desde la terminal a las siete de la mañana con destino a Artigas y que circulan por las rutas 31 y 4 —pasando por localidades pobladas como Valentín y Pueblo Lavalleja— no se les permitió cumplir con el recorrido. Lo mismo ocurrió con otras empresas que unen Salto con Paysandú y mucho menos a aquellas de línea directa con Montevideo.

El diario local salteño La Prensa informó que como consecuencia de la medida un coche que debía partir con destino a Montevideo a las 23:30 se vio demorado. Un grupo de gremialistas retiraron de las bodegas del coche las valijas y bultos de quienes habían comprado el ticket para viajar durante la madrugada. Las valijas fueron dejadas en el piso.

Los responsables de la terminal intervinieron ante este inconveniente. Según sus versiones, los trabajadores realizaron "groseras amenazas". Los pasajeros y los encargados de la terminal dijeron que el paro se había pactado desde las 12 de la noche.

Melo también lo sufrió. A las 0:30 del viernes, todos los pasajeros que estaban aguardando en la terminal de la capital de Cerro Largo para viajar a Montevideo debieron abordar los coches de Núñez fuera del predio de la terminal, dado que no ingresaron a los andenes por el paro.

En este episodio llegó a intervenir una abogada que pretendía viajar quien solicitó la presencia de la policía y una escribana. Tras este hecho, los sindicalistas cedieron en su postura y el viaje al final se realizó, aunque con un poco de retraso. El diario La Prensa informó que entre los pasajeros había un niño que debía viajar a Montevideo para someterse a una intervención quirúrgica.

Algunas personas que tenían dificultades para desplazarse sufrieron el paro. Angélica, quien debía viajar para un tratamiento oncológico a Montevideo, estimó que la movilización era "una barbaridad" para los pasajeros.

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