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Metalúrgica: empresas contra reducir jornada

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Metalúrgica e industrias navales: la Untmra quiere que se reduzca la jornada laboral a 40 horas semanales. Foto: archivo El País

Tripartitas

Consejo de Salarios estancado; sindicato analizará medidas.

Otra muestra más de que las conversaciones salariales tripartitas vienen complicadas en un año en el que la desaceleración económica se ha hecho evidente. En el grupo 8 del Consejo de Salarios que reúne a ramas productivas muy diversas, pese a que ya se realizaron cinco reuniones, no se han podido abrir los distintos subgrupos (metalúrgica, plásticos, autopartes, talleres mecánicos, minería e industrias navales), una situación totalmente atípica.

En este contexto, Tsakos, la empresa más importante del sector de reparaciones navales, envió a prácticamente todo su personal (unas 65 personas) al seguro de paro porque no tenía buques para reparar (ver nota aparte) y advierte que podrá retomar su actividad en la medida en que no se repita la conflictividad que la llevó recientemente a entregar trabajos con más de 20 días de atraso.

Reducción horaria.

Un punto central de discrepancia es la reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales sin caída del salario que el sindicato metalúgico (la poderosa Untmra, con 10.000 afiliados que tiene como principal referente al comunista Marcelo Abdala, secretario general del Pit-Cnt) quiere discutir para todo el grupo. El dirigente metalúgico, Danilo Dárdano, explicó a El País que el planteo tiene que ver con la necesidad de "repartir" el trabajo disponible. Sin embargo, el empresario metalúrgico, Andrés Fostik, dijo a El País que "la mayoría de los subgrupos no puede hacer eso sin modificar la escala salarial". Un planteo así no debería analizarse con carácter general en el marco de un grupo tan heterogéneo, opinó.

Dárdano dijo que el panorama de la negociación es "muy complejo" porque si bien el sindicato reconoce que "la situación no es para tirar manteca techo" entiende que "las cámaras empresariales se tiran al piso" por lo que la Untmra comenzará a analizar medidas "pesadas".

Fostik dice que en el subgrupo 01 (sector metalúrgico) del grupo 8 en el período de aplicación del convenio vencido hace poco (que rigió durante los últimos dos años y medio) la caída de horas trabajadas y de personal empleado fue constante. Fostik entiende que influyen las crecientes importaciones y el hecho que empresas metalúrgicas que hacían montaje industrial ahora estén en el grupo 9 (construcción) que tiene un régimen de aportes a la seguridad social más gravoso que las ha afectado.

Dárdano dice que la situación en el grupo 8 es muy heterogénea y que si bien algunos rubros como los talleres están en mala situación otras empresas exportan y están bien. Sí tienen problemas la minería (es muy complicada la situación de la empresa Orosur que extrae oro en Rivera), las empresas electrónicas y algunas metalúrgicas. Y reconoce que "en salario real somos de los que más hemos avanzado".

Fostik cree que el retraso en la puesta en marcha de los subgrupos todavía no es "preocupante" pero sí es "extraño" porque no había ocurrido en los últimos quince años que los distintos ámbitos de un grupo no se constituyeran a esta altura del año. Un excesivo retraso en la puesta en marcha de los subgrupos puede llevar a que resulte complicado el pago de las retroactividades.

El sindicato metalúrgico entiende que debe incentivarse su actividad con un tratamiento preferencial a los proveedores nacionales del sector en las licitaciones del Estado. El gremio valora mucho el trabajo de construcción que se está realizando de una enorme draga a cargo de una empresa holandesa en el Dique Nacional, en la zona del Cerro. Allí trabajan 170 personas de manera directa en la construcción de la enorme embarcación que fue encargada por la Administración Nacional de Puertos y 200 de manera indirecta. Se han realizado 130.000 horas de trabajo y se ha alcanzado una productividad equivalente al 80% de la que se obtiene en la Unión Europea, aseguró Dárdano.

Tsakos dice que necesita otro clima laboral

La empresa Tsakos, que hace más de treinta años repara buques en la bahía de Montevideo, envió a 65 personas al seguro de paro, porque se quedó sin embarcaciones que atender y advierte que para reabrir, cuando vuelva a haber demanda por su servicios, deberá existir un clima laboral adecuado. Daniel de Siano, director de la empresa, dijo a El País que los últimos cuatro barcos reparados (tres pesqueros y el buque "búnker" "Baltic" que proveía de combustible a la planta de UPM) fueron entregados con más de veinte días de retraso debido a una serie de medidas sindicales, que implicaban la no realización de horas extras. Es la cuarta vez en veinte años que Tsakos debe recurrir a los envíos al seguro de paro. La situación generada con el Baltic afectaba la disponibilidad de combustible en la planta de UPM en Fray Bentos, dijo.

Según de Siano, siempre existió cláusula de paz laboral en la empresa pero el recambio generacional en la directiva sindical modificó la situación. Consideró que el sindicato quizás evaluó que podría postergar los envíos al seguro de paro con las medidas que tomó. Además, afectó el trabajo de firmas subcontratistas de Tsakos.

"No estamos dispuestos a seguir operando en el mercado así. Los clientes no quieren estar parados. En vista de lo que sucedió, vamos a tener que conversar mucho", dijo de Siano, quien preside la gremial de la industria naval. El Ministerio de Trabajo entiende el planteo, aseguró.

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