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Dos documentos sindicales critican gestión del gobierno

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La corriente 41 de Joselo López y el gremio de la enseñanza privada se distancian del gobierno. Foto: A. Colmegna

VISIONES CRÍTICAS

COFE y gremio de la educación privada no ven mejora en la distribución.

El mes próximo se realizará el congreso del Pit-Cnt y dos de los cuatro documentos que se presentarán contienen fuertes críticas a la orientación del gobierno. Sus autores consideran que en su gestión no ha mejorado la distribución de la riqueza ni se ha reducido el poder de las clases dominantes.

La Mesa Representativa de la central recibió el jueves pasado cuatro documentos. Uno, confeccionado por la moderada corriente “Articulación” y el Partido Comunista, enfatiza en que el gobierno y el movimiento sindical constituyen “el bloque social de los cambios”. Pero el documento elaborado por la lista 41 (que tiene como columna vertebral a los sindicatos estatales reunidos en COFE) y el que confeccionó el sindicato de trabajadores de la Educación Privada (Sintep) no ahorran críticas. El cuarto documento fue elaborado por el sindicato del Correo.

El trabajo de la Sintep señala que “la principal crítica que fundadamente se le puede realizar al ciclo progresista es que, luego de tres gobiernos consecutivos con mayorías parlamentarias, haya dejado intacto el poder de la clase dominante”. Este gremio ve una contraofensiva de esa clase. “En este contexto, la clase dominante, que algo de lo que no carece es de consciencia de clase, tiene muy claro que la continuidad del modelo redistributivo del progresismo no tiene fuentes de financiamiento para mantenerse si no recurre a modificaciones en la forma en que las clases se apropian del excedente. Es consciente de que bajo esta política de gobierno no hay riesgos en el horizonte inmediato de que algo así suceda, pero sabe muy bien que para mantener esa relación de fuerza y sus reaseguros estratégicos, debe incrementar su ofensiva”, agrega.

En este marco se inscriben, según el sindicato: la creación de la confederación de gremiales empresariales, la “escalada contra el gasto público”, “la ofensiva mediática” y el movimiento “Un solo Uruguay” que, para el sindicato, tiene “una agenda regresiva y antipopular”. “Este conjunto de demostraciones de fuerza tienen por objetivo táctico presionar por derecha al actual gobierno, pero van encaminados hacia otros horizontes políticos”, indica el documento.

“Los gobiernos del FA han sido muy buenos mediadores entre las demandas del capital para garantizar sus ganancias con estabilidad social en momentos de expansión como para implementar sus ajustes con la mayor amortiguación social posible. Pero en el marco del cambio de las condiciones materiales de la economía, es un secreto a voces que la tendencia necesaria es a profundizar el ajuste regresivo”, avisa el sindicato.

Este gremio no ve mejoras sustanciales en la distribución del ingreso. “El hecho, socialmente irrefutable, de que luego de tres gobiernos progresistas con mayorías parlamentarias, el 14% de los ingresos siga quedando en manos del 1% más rico y que eso sea el equivalente de lo que le llega al 40% más pobre de nuestro país, es la demostración palmaria de que no estamos criticando por criticar, sino que estamos criticando por la continuidad del patrón de acumulación y la persistencia de la desigualdad estructural”, explica.

Para el Sintep no se debe hablar de “modelos de país” sino de lucha de clases y se tiene que evitar la subordinación del movimiento sindical y que este forme parte de ningún bloque. “Obviamente que vamos a luchar siempre contra la restauración del neoliberalismo recargado que propone la derecha tradicional. Pero eso no significa que seamos parte de un modelo de país que nos dirige a un ajuste conservador. Un ajuste que, aunque menos traumático en su implementación que el que haría la derecha tradicional, no deja de ser un ajuste regresivo a fin de cuentas”, considera el sindicato.

Independencia de clase.

También en el documento de COFE (es un borrador pero no tendrá cambios mayores) se enfatiza mucho en la necesidad de fortalecer la independencia de clase, evitar la subordinación al gobierno y cuestionar las exoneraciones a las empresas extranjeras. “Quedó en evidencia que en la última ronda de Consejos de Salarios hubo un intento por parte del Poder Ejecutivo de acercarse cada vez más a un “salario base”, en el cual todos los trabajadores lleguen a un mismo salario, que se ubique un poco por encima del salario mínimo nacional, lo cual permita dar garantías a los inversores. Los capitales aspiran a que el modelo paraguayo sea un ejemplo a seguir en nuestro país, y el gobierno quiere ofrecer reglas claras para que el capital se instale, por lo que es necesario generarle condiciones salariales acordes a sus intereses aunque eso vaya en contra de los intereses del trabajador”, sostienen los sindicatos estatales.

COFE hace una crítica de tipo “cultural”. “Debe señalarse que la bonanza económica, el estímulo al endeudamiento de las familias y al acceso a bienes importados a bajo precio, favorecieron un retroceso en la consciencia del pueblo debido al reiterado discurso gubernamental a favor del ‘capitalismo en serio’ y la Inversión Extranjera Directa”, considera la confederación. Si bien reconoce que ha habido avances en la negociación colectiva (no tanto en el sector público), entiende que esta tiene una debilidad notoria frente a las prerrogativas que habría obtenido el capital que accedió a protecciones que COFE ve supraconstitucionales.

Difícil que se unifiquen los documentos del Pit-Cnt

Si bien en el Pit-Cnt existe la voluntad de unificar los cuatro documentos es muy difícil que ello ocurra porque contienen diferencias importantes, consideró el integrante del Secretariado Ejecutivo de la central, Fernando Ferreira. La corriente de Ferreira (que quizás también presente un documento) entiende que “no debemos apoyar a ningún gobierno, con independencia de su signo partidario, a menos que haya una amenaza a las instituciones”. La independencia de clase debe ser mantenida, sostuvo.

Las exoneraciones aumentan el déficit y la emisión de deuda

Para Cofe es claro que hay un ajuste fiscal en marcha. Esto se evidencia en el aumento de las franjas del Impuesto a la Renta de las Personas Físicas y el cambio en el cálculo de las deducciones, la no aplicación de rebajas en tarifas públicas pese a la caída de los costos de producción (hace alusión a lo ocurrido en UTE), el incremento del boleto y el recorte de alrededor del 50% en los aumentos en los créditos asignados en el Presupuesto para 2017, fundamentalmente para el gasto social.

“Las pautas salariales fueron casi ofensivas, en la sexta ronda de Consejos de Salarios, trece grupos sufrieron pérdida salarial y nuevamente el accionar del Movimiento Sindical en sendas movilizaciones, algunas de ellas cuestionadas por haber sido resueltas con votaciones divididas de la Mesa Nacional Representativa, llevaron a que seguramente sean menos los sectores de trabajadores que pierdan poder adquisitivo en su salario, pero mientras tanto al gran capital se lo sigue beneficiando con importantes exoneraciones tributarias”, agrega el documento.

Estas exoneraciones resienten la recaudación, incrementan el déficit fiscal y obligan a tomar endeudamiento con la emisión de títulos públicos. “Tanto el otorgamiento de subsidios al capital como la refinanciación de la deuda trasladan a las nuevas generaciones los costos crecientes de este modelo económico. Lo cual, sin embargo, no evita que siga subiendo el monto de intereses que deben pagarse, reduciendo así los recursos presupuestales de que dispone el Estado para llevar adelante políticas de desarrollo económico y social”, interpreta COFE.

“Hemos tenido que tironear mucho para, luego de un desgaste brutal, lograr avances mínimos, apenas suficientes como para descomprimir momentáneamente mayor conflictividad porque no son avances [...] sostenidos, ni base de una política económica sensible a nuestros reclamos”, indica.

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