UNA RELACIÓN CADA VEZ MÁS COMPLICADA

Pese a que el intendente Christian Di Candia puso en el freezer (al menos hasta después de las elecciones) la privatización de parte de la flota de limpieza, lo cual le costó la renuncia de su director de Desarrollo Ambiental Fernando Puntigliano, ayer el sindicato de los municipales ocupó el segundo piso del Palacio Municipal. Se trata del corazón mismo de la Intendencia, donde se encuentra el despacho del intendente, el del secretario general y los de otros directores políticos, además de la Sala de Acuerdos en la que se reúne el gabinete.

La ocupación se inició de forma sorpresiva temprano en la mañana y duró hasta que minutos antes de las 14:00 se presentó la Policía. El desalojo fue solicitado por la Intendencia al ministro de Trabajo, Ernesto Murro, y por éste al ministro del Interior, Eduardo Bonomi.

Poco antes, Murro mantuvo una comunicación con la secretaria general de Adeom, Valeria Ripoll, para plantearle al sindicato la realización de un ámbito tripartito en la jornada de ayer, que finalmente quedó fijado para el martes. Ripoll se enojó con Murro, porque le pidió que participara directamente de la negociación y no obtuvo respuesta del ministro.

El presidente de Adeom, Eduardo Vignolo, informó que en una reunión bipartita realizada la semana pasada habían llegado a algunos puntos de acuerdo con la administración, pero dijo que el sindicato pidió que lo pactado fuera enviado por escrito y que ello no ocurrió. Eso fue lo que llevó a que se resolviera ocupar el segundo piso de la Intendencia.

Ripoll también reclamó ayer la presencia del intendente Christian Di Candia o de alguno de sus principales jerarcas, como el secretario general Fernando Nopitsch o el director de Gestión Humana y Recursos Materiales, Eduardo Brenta. Pero esto no ocurrió, por lo que decidieron continuar con la ocupación hasta que llegara la Policía.

Ningún director del segundo piso se presentó a trabajar durante la medida. Y algunos despachos fueron cerrados con un cartel que decía u201cclausuradou201d.

Cuando llegaron los negociadores de la Policía y entregaron la orden de desalojo, los dirigentes de Adeom se retiraron a discutir los pasos a seguir, sentándose en las cómodas butacas de la Sala de Acuerdos, en la que habitualmente se reúne el gabinete municipal.

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Washington Pereyra, uno de los negociadores de la Policía Nacional, informó el protocolo para estos casos, que los sindicalistas conocen muy bien: de negarse a desocupar, los obligarían a hacerlo por la fuerza.

Pereyra explicó a El País que la orden de desalojo es u201cinmediatau201d, aunque entre las potestades de los negociadores está la posibilidad de permitirles a los trabajadores que discutan qué decisión van a tomar.

A los 5 minutos, el agente ya estaba requiriendo una respuesta de Adeom. Indicó, en todo momento muy diplomáticamente, que si no desalojaban les obligarían a hacerlo por la fuerza. Y que si había desacatos, podían proceder a hacer detenciones.

El presidente de Adeom, Eduardo Vignolo dijo a los negociadores: u201cEl intendente Christian Di Candia los envía a ustedes a desalojarnos por la fuerza porque no se anima a dar la carau201d.

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En junio del año pasado, Adeom ocupó el segundo piso del Palacio Municipal generando el enojo del entonces intendente Daniel Martínez, quien a partir de ese momento cambió definitivamente su relacionamiento con los representantes de los trabajadores. Según dijo recientemente Valeria Ripoll, el vínculo del hoy candidato presidencial con el sindicato de los municipales fue u201cel peor de todos los intendentesu201d.

Aquella ocupación, que coincidió con el día en que la selección uruguaya le ganó a Rusia en la Copa del Mundo, le aguó el festejo a Martínez, en una jornada en la que el partido se transmitió por la pantalla gigante frente a la explanada municipal y que terminó con un fuerte cruce de epítetos entre el entonces jefe comunal y la dirigencia del sindicato.

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Luego de llamar a la Policía para que fuera a desocupar el segundo piso del Palacio Municipal (lo cual también se logró con la intervención de los mediadores del Ministerio del Interior), el hoy presidenciable declaró que lo que hizo el sindicato fue u201cun acto de prepotencia, una falta de respeto a la institucionalidadu201d.

u201cEste Ejecutivo de Adeom toma el camino de la confrontación y no se da cuenta del aislamiento que tiene de la ciudadanía. Lamentablemente lo único que hacen es generar hecho tras hecho una confrontación. Y así no va. Realmente estamos todos podridosu201d, declaró el exintendente, quien pocos días antes había acusado a los dirigentes sindicales de mentir cuando hacen declaraciones a la prensa.

u201cAl diablo, basta. Así es imposible. El camino del enfrentamiento y de decir cosas que no son ciertas nos tiene aburridos a todos los montevideanosu201d, comentó Martínez.

Casino: Hasta 50% de descuento en los salarios de los trabajadores

Fuentes de Adeom dijeron ayer a El País que existe preocupación entre los funcionarios del Casino Parque Hotel porque recibieron fuertes descuentos en sus liquidaciones, u201cde hasta el 50% de sus haberesu201d. Por este motivo, los trabajadores se reunirán hoy con la abogada del sindicato, Mónica Gallego, para resolver los pasos a seguir. Consideran que los descuentos no se justifican u201cni por lucro cesante ni por distorsión del serviciou201d.

En tanto, fuentes municipales dijeron a El País que u201csi hubo descuentos que no corresponden, se corregiráu201d, aunque también señalaron que u201ccuando se hace paro, corresponde que se descuenteu201d.

Los trabajadores del casino municipal mantienen 68 máquinas tragamonedas apagadas como medida de lucha por las declaraciones del gerente de Casinos de la IMM, Hugo Gandoglia, quien dijo en una entrevista con El País que la próxima administración, sea del partido que sea, debería considerar el cierre de la sala de juegos del Parque Rodó.

De los 250 slots que tiene la sala, 150 pertenecen a la comuna y 100 son arrendados a la empresa ICM S.A., que además cobra por hacer mantenimiento. Estos últimos son los que dejaron de ser atendidos por los funcionarios.