Otro retraso en la instalación de las nuevas columnas del alumbrado público de la avenida 18 de Julio se pudo apreciar a simple vista cuando tres de ellas fueron desmontadas de un día para otro.

Una se había instalado en la esquina con Cuareim, en la vereda del Palacio Santos, y las otras dos en la acera opuesta, casi Eduardo Acevedo, entre la Biblioteca Nacional y la Universidad de la República.

Hoy ya se efectuaron los 42 pozos planeados para construir las cajas subterráneas en donde también se completaron las conexiones eléctricas.

Todo parece listo para que sobre las plaquetas de hormigón se abulonen las gigantescas columnas. Pero aún sigue sin colocarse ninguno de los soportes de iluminación que se definen como versátiles para realzar el entorno, de acuerdo a los usos y características de la avenida céntrica.

Eleonora Bianchi, directora de Acondicionamiento Urbano de la Intendencia de Montevideo hasta la semana pasada, dijo a El País que "las columnas están y las tiene la empresa que comenzó a colocarlas, pero se debe calibrarlas correctamente porque no tienen el aplomo adecuado. Hay cuestiones que se advierten una vez que se van instalando. Son columnas importadas de China, que tienen dos tramos; cuando se colocó el segundo tramo se vio que había que hacerles algunos ajustes antes de ponerlas todas. Esto fue por licitación y la empresa que importó las columnas se encarga de los ajustes y la instalación sobre 18 de Julio".

De acuerdo a lo establecido en la licitación abreviada de la Intendencia de Montevideo, cada columna de hierro tiene una altura total, incluyendo la platina de anclaje, de 18.15 metros. El diámetro base ronda los 40 centímetros y se reduce en altura debido a su conicidad.

Los brazos soporte tipo cruceta para las luminarias van encastrados en los soportes existentes en las columnas.

En agosto de 2013 fue que se anunció la puesta en marcha del plan lumínico que tendrá tres etapas: la primera, desde Cuareim hasta Eduardo Acevedo, estaba previsto que se iniciara en octubre de aquel año.

Su inauguración se daría en abril de 2014, sustituyendo los colgantes de luminarias actuales. Un año después aparecieron las balizas en los puntos en donde se perforarían las veredas, dos en las esquinas de una cuadra y uno en medio de la acera opuesta.

"Con este tipo de luz se busca dar una apertura a 18 de Julio, abrir fachadas, remates de edificios. Los colgantes de luces que hay hoy dan una sensación de techo, como un cielorraso sobre 18 de julio. Y eso no embellece la avenida", declaró por entonces a El País Gonzalo Morel, diseñador urbanístico a cargo del proyecto.

Cada columna tendrá hasta cinco circuitos de luces y funcionará de manera independiente, con un tablero de control propio, es decir que no se darían apagones que abarquen una o más cuadras, como los ocurridos con el actual sistema.

En la parte más alta, la columna portará un circuito de proyectores para resaltar los remates de edificios y las fachadas altas. Más abajo irán los focos que iluminarán calles y veredas. Casi en la mitad de la columna estará un tercer circuito para iluminar fachadas bajas, como frentes de teatros, galerías o paradas de ómnibus.

También se previó instalar banners con tecnología LED, para efectos decorativos, y por último, en un quinto circuito, a unos 3 metros de altura, habrá iluminación focalizada en la circulación peatonal.

Las cámaras de seguridad del Ministerio del Interior podrían ser adosadas a estas columnas voluminosas.

No fue menor el despliegue que exigió instalar la columna de 18 y Cuareim, una de las tres que debieron bajarse después de descubrirse que todas merecen una nueva calibración. El plan lumínico se presentó en octubre de 2013 y la inversión para el recambio en toda la principal avenida asciende a US$ 3,7 millones. En total habrá 96 columnas de 18 metros; 42 de ellas entre Cua-reim y la Universidad.

instaladas por segunda vez