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"Siempre voté a los sectores no herreristas del partido"

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Juan Andrés Ramírez. Foto: Fernando Ponzetto
Juan Andres ramirez (Hijo) 06/05/2017, foto Fernando Ponzetto - Archivo El Pais
Fernando Ponzetto/Archivo El Pais

Metido como una cuña en medio de los dos grandes bloques del Partido Nacional, el grupo Orejanos, que conduce Juan Andrés Ramírez (hijo), piensa abrir una tercera vía con un perfil de orientación blanco independiente.

Ramírez ve potencial en Luis Lacalle Pou pero advierte que Jorge Larrañaga puede ser la sorpresa y ganar la interna. Afirma que Verónica Alonso tiene grandes posibilidades de trascender en un futuro cercano y sostiene que el gobierno del Frente Amplio “está molido”. Ramírez adelanta que si bien hoy no se lo plantea, el sector Orejanos podría competir en la interna nacionalista en 2019.

—¿Cómo y cuándo surge el movimiento Orejanos?

—En el mismo instante en que el NH Columbia recibimos los primeros resultados de la primera vuelta de octubre de 2014. La diferencia era indescontable y el Frente Amplio estaba encaminado hacia una mayoría parlamentaria por tercera vez. Íbamos a tener un balotaje ya definido. La desazón y angustia fue muy grande para quienes estábamos esperando otros resultados y otro panorama. En ese momento sentí la necesidad desesperada de empezar a trabajar desde el día siguiente para 2019 porque sentí que ni siquiera se podía esperar al resultado del balotaje o a cómo se desempeñaba el gobierno. Comenzamos usando una herramienta nueva en ese momento como los medios informáticos, el Whatsapp, los mensajes de texto, las redes sociales, una nueva forma de comunicación que facilita muchísimo.

—¿Quiénes forman el sector?

—Surgió la necesidad de encontrar un espacio en el Partido Nacional de gente no sectorizada, por fuera de la estructuras del partido, totalmente por fuera de agrupaciones o listas, a quien no le interesa identificarse si es herrerista, wilsonista, lacallista, de Alianza. Blancos, de todas las edades. Encontré mucha receptividad en mucha gente desencantada de la política en general y del partido. Uno de los principales aportes de Orejanos es convertir a personas que son apáticas respecto de la política en militantes. Y personas que militaron en otra época están volviendo a sentir la necesidad de dar una esfuerzo mucho tiempo antes de las elecciones.

—¿Eso sustituye la forma tradicional de hacer política recorriendo barrios, golpeando puerta por puerta?

—Hay un complemento. Siguen las movilizaciones, la calcomanía, el pasacalles, la publicidad en televisión y en las radios. Pero también hay publicidad en Twitter, en Facebook. Igual el dirigente necesita el contacto cara a cara porque si bien es cierto que hay dirigentes que tienen determinada cantidad de gente que los sigue, hay una realidad que indica que si uno hace la suma de todos los votos que dicen tener los dirigentes el país debería tener 10 o 12 millones de habitantes. Las urnas son la tumba de los dirigentes que se inflan, las urnas son quienes legitiman al dirigente. El voto dentro de la urna.

—¿Eso pasa hoy en el Partido Nacional?

—Eso pasa en todos los partidos y el movimiento Orejanos tiene mucho indio y pocos caciques, mucha familia, mucha gente dispuesta a dar un gran esfuerzo por el país para cambiar este gobierno. Nosotros queremos ayudar al Partido Nacional si bien reconozco que ser Juan Andrés Ramírez Saravia para muchos puede ser signo de confrontación dentro del partido. Hubo un momento histórico donde hubo una confrontación y una interna muy dura (N. de Red.: su padre Juan Andrés Ramírez contra el expresidente Luis Alberto Lacalle) por otros problemas que hoy el partido no tiene. El partido está posicionado en una posición clara de pelear con el Frente Amplio en el balotaje, que no le quepa la duda a nadie.

—¿Qué busca el sector Orejanos?

—Darle al partido valores, códigos que se han perdido, prestigio a las instituciones que se han desprestigiado sistemáticamente por este gobierno del Frente Amplio. Hoy nadie dice que los sindicatos o los políticos o los maestros gozan de prestigio. Ha habido un desprestigio desde que un presidente (José Mujica) dijo que prefiere que los legisladores no tengan titulo. Eso muestra claramente que el Frente Amplio busca emparejar para abajo.

—¿El gobierno del Frente, tras trece años, muestra signos de desgaste o la va llevando?

—Desgaste no, el gobierno está molido. Está absolutamente molido. Se han desgastado las figuras emblemáticas del Frente Amplio, los sectores moderados. Los sectores que mandan y tocan pito en el Frente Amplio son el MPP y el Partido Comunista. Ellos tienen maniatado al presidente Tabaré Vázquez. Hoy en el Frente mandan los radicales.

—¿Tiene relación con Luis Lacalle Pou y Jorge Larrañaga?

—Tengo excelente relación con Larrañaga, a quien admiro y quiero como un amigo. Ha dado la vida política por el partido, siempre dio la cara en las buenas y en las malas. Con Luis Lacalle Pou tengo una relación cordial y correcta. Lo voté convencido en el balotaje, trabajé para él. Obviamente en la interna voté por Larrañaga. Siempre voté por los sectores no herreristas. Tengo una excelente relación con la senadora Verónica Alonso en quien tengo depositadas enormes esperanzas de que trascienda su potencial. Tengo una amistad sincera con ella. Y tengo enormes expectativas en los intendentes blancos. Con Luis tengo una relación de no mirar al pasado porque eso forma parte de la historia de nuestros padres y de la realidad del partido que no tenemos ahora. Hoy los problemas de corrupción, de falta de seguridad, en la salud, todo eso está en el Frente Amplio. El Frente tiene gente que defiende a Corea del Norte.

—¿La idea de ustedes es abrir una tercera corriente en el partido y tener su candidatura?

—La posición de Orejanos es estar por fuera de las estructuras, sumar gente, aportar militancia, traer gente que a cambio de nada, de nada pierda tiempo de su vida, que pierda dinero para sumar para ganar las elecciones. Queremos llegar para que valga la pena.

—¿Lo ve a Lacalle Pou ganando la elección de 2019?

—Primero hay que pasar la interna. Él está hoy mejor posicionado pero sabe que necesita fuerte la pata blanco independiente, wilsonista, aliancista. Cuanto más fuerte sea esa pata más probabilidades tiene de ser presidente. Pero asume un riesgo: esa pata puede ganar la interna. No doy por resuelta la interna.

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Juan Andrés Ramírez. Foto: Fernando Ponzetto

JUAN ANDRÉS RAMÍREZDANIEL ISGLEAS

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